¡VIVA MÉJICO CABRONES!

Méjico siempre será un país hermano (la Nueva España). Un lazo que sus actuales dirigentes de evidente raíz azteca –por su apellido los conoceréis- se han empeñado en romper. Unos dirigentes que ya actuaron de forma indecorosa dando un golpe de estado, en ultramar, mientras se producía la invasión napoleónica en España. Un éxito que les condujo a su sometimiento, de verdad, por los USA. Con aquella maniobra consiguieron perder, por el sur, toda Centroamérica, desde Guatemala hasta Costa Rica, que también se independizaron, y por el norte, casi la mitad del país, las provincias de las Californias, Nuevo México y Texas que ahora forman parte de los USA como Estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y Wyoming (éste solo en parte). Well done.


Oscuras políticas convierten a Méjico en una fábrica de emigrantes y narco

A falta de pan, buena es la cocaína. No obstante, en Méjico eso no parece ser suficiente para un López Obrador que pretende continuar sine die y presenta a su guiñol, Sheinbaum, otra azteca de pura raza, en una maniobra gatopardista al estilo Putin con su Medvéded. Nada nuevo bajo el sol. No obstante, el populismo siempre necesita un picante que mantenga a la gente polarizada para que el trile salga con sazón y soltura. Ahí es donde entra la exigencia de perdón a nuestro muñegote coronado por la conquista y por todo lo que trajo consigo.

Naturalmente, la verdad no importa nada porque si algo es Méjico en la actualidad, se lo debe a España. España se lo ha dado todo a Méjico, incluso liberó a la mayoría de los pueblos allí existentes (tlaxcaltecas, texcocanos, totonecas…) de la opresión de los aztecas o mexicas. No en vano, se aliaron con Hernán Cortés y no al revés. No toca, pues, pedir ningún perdón, lo que toca es hablar claro y en castellano, que así nos entendemos todos. 

A López Obrador y a su muñegote Sheinbaum les falla la memoria a corto. El problema lo tienen con los yanquis, no con los españoles. Con España, como socio principal, les iría bastante mejor. Siempre resulta más fácil echarle la culpa a otro recurriendo a sucesos tergiversados e ignotos para la mayoría de la población –que, por cierto, adora a España- para intentar esconder a la opinión pública la realidad de sus oscuras políticas que han convertido a Méjico en una fábrica de emigrantes y del narco. Well done Obrador. Su acción política se reduce a que quiere continuar como rey y por eso reclama disculpas mientras arbitra su sucesión. ¡Menuda chingadera!


Fango gubernamental y autocracia

Más allá de los dimes y diretes de estos cretinos, los españoles tenemos que celebrar el hermanamiento real que tenemos con el pueblo mejicano –y con todos los pueblos hermanos de Hispanoamérica- y ahondar en ese camino para recuperar la natural relación que nunca debimos perder por culpa de los USA. Unos USA que tratan de separarnos y de empañar esas relaciones siempre que pueden en su propio beneficio. Tenemos que ser mucho más listos. Empero eso no llegará nunca de la mano de una PPSOE tributaria de los USA. La clave, como siempre apunto, es deshacernos de la PPSOE. Deshacernos de ellos dejándoles de votar. Así de sencillo.

Para concluir diré que el mantra con el que nos bombardean ahora los medios de desinformación al servicio del gobierno es tan falso como ellos. Eso de que hay muchos españoles que se van a ver «gravemente afectados» (Pablo Iglesias dixit) es falso de toda falsedad. Fango gubernamental. No se va a modificar nada por la sencilla razón de que ellos ganan mucho más con nosotros que nosotros con ellos. Al revés, lo agradecerá la parte productiva de la sociedad mejicana que también padece a este sacamantecas populista. Son ellos los que generan riqueza, no Obrador. 

López Obrador es otro Maduro, es otro Sánchez empeñado en consolidar su autocracia. Y da los mismos pasos para conseguirlo: polarización y miedo, control de todos los poderes y de las instituciones, eliminación de los disidentes y de la prensa libre, y por último control del Poder Judicial. ¿Les suena? ¿A que sí? La respuesta, entonces, tiene que ser la misma: no te dejes engañar ni asustar y niega tú voto a cualquiera que trate de engañarte o asustarte. Mientras tanto, tomate unas coronitas y grita conmigo ¡Viva Méjico cabrones! 


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