Treinta y tres. Diga treinta y tres. Pida treinta y tres. No se conforme con menos. Estamos en tiempos de investidura con Sánchez, donde todo es posible. Donde cualquier cosa vista anteriormente se queda pequeña y cualquier futuro es ya pasado. Donde «hoy es siempre todavía«, como decía Machado. Pida treinta y tres y podrá ayudar a una inaudita alineación de los astros. Podrá trabajar solo treinta y tres horas y ser más feliz mientras concita la victoria 33 de Fernando Alonso en la F1. Treinta y tres. No se conforme con las 37,5 horas que prometen ahora el PSOE y SUMAR –restando a PODEMOS- como acuerdo de investidura y vaya más allá: pida nuevas elecciones y pida treinta y tres. Yo lo pediría.
El PSOE está de rebajas y todo es posible porque el mundo político no se rige por las leyes de la física ni los votantes, desafortunadamente, tampoco. Rechace el acuerdo entre el PSOE y SUMAR y vaya más allá. Treinta y tres. Rechace el pacto que prometen: la reducción de jornada laboral sin rebaja salarial, la subida del SMI, el encarecimiento del despido, un plan de choque contra el desempleo juvenil, otro para el refuerzo de la sanidad pública y la derogación de la «ley mordaza» porque todo eso ya lo hemos escuchado mil veces durante los últimos 15 años. En España hace mucho tiempo que no hay avances reales, solo propagandístico. Pida treinta y tres.
Igual que Fernando Alonso puede lograr la victoria 33 en la F1 –exactamente igual- usted, querido lector, si aprieta un poquito, puede tocar el cielo. Treinta y tres ahora, pero mañana ¿quién sabe? treinta, veinte, diez… ¡Ninguna! Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se han puesto por fin a trabajar. Nos van a maravillar a todos con la inestimable ayuda del equipo de opinión sincronizada que nos venderá, a través de los grandes grupos de comunicación, las bondades de un plan que en un país de pymes como es España… solo puede traer destrucción del tejido productivo y, por lo tanto, una mayor pobreza para todos.
Las medidas anunciadas son un auxilio social para perpetuarse en el poder
En Moncloa atan a los perros con longaniza, pero a pie de calle mucha gente ya se ha tenido que pasar al chóped gracias al increíble desempeño de los últimos gobiernos. El papel lo aguanta todo, pero la realidad de muchas empresas y autónomos no está para florituras. ¿Por qué razón tiene que haber un número mínimo o máximo de horas trabajadas? ¿Por qué tiene que haber un SMI? ¿ Y por qué tienen que abonar una indemnización por despido a quien ya ha cobrado por su trabajo? ¿En definitiva, por qué tiene que estar todo intervenido?
Porque la PPSOE, al igual que el General, vende el auxilio social como el mejor modo de perpetuarse en el Poder. ¡No me lo mejores, cópialo! Mercado intervenido y minoría de edad para todos, pero un Papá Estado que te cuida y que no dejará que te mueras. Una variedad de lo que sigue vendiendo la Falange y nadie le compra. Te lo envuelven de otra manera y le ponen el lacito de la Agenda 2030 y la PPSOE se hincha a venderlo elección tras elección. No te morirás, pero vivir, lo que se dice vivir, tampoco vivirás. Miles de trabas y una burocracia y unos impuestos asfixiantes están matando al sector privado, convirtiéndonos en una Cuba sin Caribe donde solo viven los imperantes y su séquito mientras los demás vamos dando tumbos.
El efecto de tanta intervención –el «Efecto PPSOE«- es menos trabajadores privados, menos autónomos y menos empresas, frente a más trabajadores públicos, más pensionistas, más subvencionados, más políticos y… ¡muchos más impuestos! Echen las cuentas. La realidad es que el mercado laboral en España contabiliza ahora menos horas trabajadas totales que en 2019. Esto nos dice que todo lo que nos cuenta el gobierno a través de sus medios de comunicación es pura filfa. Todo esto unido a la inveterada baja productividad de nuestra economía nos deja fuera de juego en el tablero mundial. Somos una colonia de los USA y de la UE que, a cambio de obedecer, nos permiten sobrevivir gracias al constante recurso a la deuda pública.
Las medidas anunciadas son un torpedo en la línea de flotación de la economía española, pero a la PPSOE ya le da todo igual porque nos han vendido hace mucho tiempo, exactamente cuándo renunciaron al sueño del General al que tanto imitan. ¡Una, Grande y Libre! Un sueño imposible mientras sigan votando a la PPSOE. Ya lo dijo Guerrita: «Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible«. Mucha suerte.