En las últimas semanas, el llamado Diálogo Social se ha visto envuelto en una polémica reforma de la jornada laboral en España. Es el resultado de que Ministerio de Trabajo, sindicatos y patronal vayan cada uno por su lado, se den cosas por sentado y no entiendan que si forman parte de esa mesa de diálogo es, precisamente, para que puedan dialogar.
Alrededor de 12 millones de empleados trabajan en el sector privado en España, donde se mantiene, por lo general, una jornada laboral de 40h semanales. Estos serían los principales beneficiados de la reducción de la jornada laboral que planean tanto el Gobierno como los sindicatos. Plantean reducir de 40h a 38,5 las horas de trabajo en este 2024 y a 37,5h a partir del 1 de enero de 2025. La aplicación de esta reducción sería progresiva, tal y como han asegurado en varias ocasiones desde el Ministerio.
Sin embargo, la propuesta se ha quedado congelada, quizá hasta la vuelta de este caluroso verano. Sin necesidad de aire acondicionado ni ventiladores, ni siquiera bajo la amenaza de sucesivas olas de calor. Pues desde la patronal explican que no se puede plantear una negociación cuando una de las partes no tiene nada de qué hablar en la mesa a la que están llamados a sentarse.
Se aparca hasta septiembre la reforma de la jornada laboral
Con idea de acercar posturas con la patronal, Yolanda Díaz ha dejado aparcada hasta septiembre la reducción de la jornada de trabajo y los ultimátum que fue lanzando a la CEOE para que se sentasen a negociar. Así, en su propuesta plantea dos nuevos puntos, con el objetivo de conquistar en parte las demandas de los empresarios. Aumentar las sanciones a las empresas que incumplan la medida y abordar la bolsa de horas, equivalente al 10% de la jornada laboral anual y que permitiría a las empresas repartirlas a lo largo de todo el año manteniendo semanas de 40 horas cuando declarasen que se encuentran en temporadas “con picos de actividad”.
Trabajo sólo contempla esta bolsa de horas durante periodos transitorios y no de forma permanente como desea la patronal. Si sí o si no, está por verse y habrá que esperar a septiembre para que vuelvan a sentarse y acerquen posturas o sigan saliendo nuevas propuestas que las separen aún más. Según la CEOE, la reducción de la jornada laboral tendrá un coste de 42.400 millones de euros para las pymes en España. Afectará a aproximadamente a 3 de cada 45 trabajadores en nuestro país.
Y sectores como el Transporte, las Telecomunicaciones, la Hostelería y el Comercio serán los principales perjudicados de una medida que provocará, según un informe elaborado por la organización Cepyme, “una menor productividad y rentabilidad” así como “unos inferiores recursos organizativos y la menor presencia del convenio de empresa”. Cabe preguntarse si en el caso de que en lugar de reducir se hubiera planteado ampliar, las voces serían tan contrarias.
No solo es trabajar menos sino trabajar mejor
Riesgo de conflictividad laboral, escasez de vacantes, pérdidas económicas y ausencia de subidas salariales en los próximos años a consecuencia de todo ello son las principales razones que alegan desde la patronal para oponerse a una medida que situaría a España más cerca de países como Francia (donde la jornada laboral es de 35 horas semanales) o Bélgica (donde su jornada es de 38h) que de otros como Portugal, Italia o Grecia donde es, como en nuestro país, de 40h.
Se trata, por lo general, de una medida que dice beneficiar a los trabajadores, pero que se olvida de que otro tipo de acciones, más encaminada a facilitar la conciliación serán más positivas para él. España, aunque se encuentra a la media en cuanto a horas de trabajo efectivo con otros países europeos, está a la cabeza de la insatisfacción de sus trabajadores a la hora de conciliar. No existen medidas para conciliar. Tampoco para que las empresas permitan la conciliación de sus trabajadores.
Y en un momento en el que pasa por muchas cabezas de mano que teletrabajar funcionó durante la pandemia, pero se prefiere el presentismo, no estaría de más que el trabajo del ministerio que encabeza Yolanda Díaz atendiese a que la necesidad real de los trabajadores españoles no es trabajar menos, sino trabajar mejor, poder conciliar más, poder sentirse más satisfechos laboralmente. Quizá esto no venda tanto, pero seguro que es más efectivo y contenta más en la mesa de Diálogo Social.
