La cuestión de la prostitución en España sigue siendo un tema muy debatido en todo el país. Muchos famosos se dividen en dos bandos: los que están a favor y los que están en contra. Falta muy poco para las elecciones anticipadas y el tema es abordado en algunos momentos durante la campaña electoral de los distintos partidos. A lo largo de los últimos 200 años esta actividad ha estado tanto prohibida como regulada. Es ahora, en pleno 2023, cuando más incierta parece. ¿ Pero qué dice la ley exactamente? Si tenemos en cuenta el Código Penal u otro texto legal oficial, nos encontramos con que la prostitución no está contemplada. Existen referencias a ella eso sí pero no hay ningún artículo que diga que se trata de una actividad económica legítimamente legal. Tampoco lo contrario.
La prostitución en España no está regulada por una Ley concreta. Eso sí existen algunas actividades relacionadas como el proxenetismo que son ilegales, aunque la prostitución en sí no es ilegal. Para algunos expertos se encontraría en un estado alegal. Además existen leyes que protegen a los menores de este tipo de actividades o las personas con discapacidad mental.
La legislación sobre la prostitución en España, su ausencia mejor dicho, es competencia exclusiva del Estado. Esto significa que los gobiernos autonómicos se deben limitar a aplicar la legislación nacional vigente respecto a esta materia. A pesar de la ausencia de una legislación clara con respecto a la prostitución, se han implantado en España medidas, tanto a nivel estatal como local, para ayudar a las personas que la ejercen a dejar la profesión.
La normativa sobre prostitución se endurece con la entrada en vigor de la nueva Ley de garantía global de la libertad sexual, la Ley del solo sí es sí. Algunas webs ya advierten de que tendrán que cerrar o reformular sus anuncios por la Ley del solo sí es sí. Las prostitutas que trabajan de forma independiente son las más perjudicadas. Varias leyes autonómicas ya permitían sancionar los anuncios de prostitución.
Otras páginas hacen también advertencias sobre la posibilidad de tener que adaptar los anuncios para que se ajusten a la legalidad o reconocen estar a la expectativa ante la nueva situación. El origen de estos mensajes es el artículo de la Ley Orgánica de la Garantía Integral de la Libertad Sexual que recoge medidas sobre la “prevención y sensibilización en el ámbito publicitario” en estos términos: “Se considerará ilícita la publicidad que utilice estereotipos de género que fomenten o normalicen las violencias sexuales contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como las que supongan promoción de la prostitución en los términos establecidos en la Ley 34/1998, de 11 de noviembre, General de Publicidad”.
Escorts: una compañia de «alto standing»
Hablamos de Prostitutas pero también de escorts, es lo mismo? Un o una escort es una persona que actúa como acompañante remunerado. Es decir, alguien a quien un cliente paga por acudir con él o ella a reuniones, fiestas, salidas a otra ciudad, etc. La contratación puede incluir o no sexo.
El interés de contratar a un o una escort es que se trata de alguien con un gran atractivo sexual e intelectual. Frecuentemente son personas con un alto nivel educativo, por lo que resultan una compañía exquisita. El cliente de este servicio busca experimentar el sentimiento de superioridad que proporciona estar acompañado por una persona con un alto nivel de estudios y una excelente presencia.
El atractivo intelectual y la exquisita compañía, tanto en público como en privado, es lo que diferencia a los y las escort de las personas que se dedican a la prostitución. Éstas últimas suelen intercambiar únicamente sexo, pero en algunos casos también afecto y comprensión. El elemento diferenciador con las escorts es que el servicio de compañía es mucho más complejo y refinado, «de alto standing». Aunque hay más mujeres escort que hombres, este fenómeno ha traspasado las fronteras de género y existen muchos escorts masculinos.
Las escorts están ahí. Los servicios sexuales de pago son frecuentes aunque la publicidad está prohibida. Por tanto, una escort no puede anunciar su servicio. No puede promocionarse, pero sí puede ser reseñada y puede cobrar con tarjeta de crédito. Tienen que buscar formas alternativas de anunciarse, por ejemplo recurriendo a aplicaciones de citas, páginas web o redes sociales.
En las páginas de anuncios de escorts a menudo se suelen indicar los métodos de pago. La profesional decide como hacerse pagar, indicando los métodos que acepta directamente en el anuncio. Los usuarios quieren saber de antemano cómo pueden pagar. Además casi todas las escorts exigen el pago inmediatamente, antes de ofrecer su servicio para protegerse a su vez. Por desgracia, aumentan los incidentes como: el chantaje sexual, las falsas aventuras amorosas con fines de extorsión, el robo de identidad, el sexting, etc. Una vez contratada a la escort, el cliente busca un lugar seguro para encontrarse con la profesional. A veces ocurre que la chica le recibe en su casa, pero cuando no es posible, es necesario encontrar un lugar que esté lejos de miradas indiscretas.
Llegar a este punto sin haber caído en ninguna trampa ya es un gran logro, pero aquí es donde viene la parte más complicada. Sí, el pago. ¿Cómo pagan los españoles sus encuentros con las escorts? En principio se podría pensar que el método de pago más utilizado es el efectivo, pero en realidad no es así. Nada es lo que parece…