Desbordada alegría en todo el mundo al ver las imágenes de los rehenes israelíes liberados por Hamás tras el acuerdo firmado en Sharm El-Sheikh. Pero invito a la autodenominada “mayoría progresista” y al feminismo militante de batucada a que se pregunte y responda a la pregunta de ¿por qué no hemos visto a ninguna mujer liberada, solo hombres? La respuesta es evidente. Porque las asesinaron a todas, después de violarlas, claro está.
Creo que el acuerdo firmado en Egipto es más una tregua que una paz duradera. Trump, sí, Donald Trump, ha sido el artífice del mismo, que solo ha sido posible tras la derrota militar de Hezbollah y Hamás. Con una organización terrorista no se firma una paz, lo más, una vez derrotada en términos policiales o militares, se consigue que dejen de matar, por lo general, para poder reorganizarse, rearmarse y volver a lo mismo.
Trump logró el acuerdo porque Israel destruyó la capacidad armada de Hamás y Hezbolá y las instalaciones nucleares iraníes
Poner de acuerdo a Qatar, Egipto, Turquía, Jordania, Emiratos Arabes y Arabia Saudí era algo impensable hace pocos años. Si Trump lo ha conseguido ahora es porque previamente Israel destruyó las instalaciones nucleares iraníes, acabó con el régimen sirio y destruyó la capacidad armada de Hamás y Hezbolá.
Ahora viene lo complicado, o sea, conseguir dar con la tecla para la solución de los dos Estados, que Hamás entregue sus armas y desaparezca y conseguir una Administración palestina democrática alejada de las garras feroces del terrorismo islamista.
Esta guerra desatada por Hamás con el pogromo del 7 de octubre tiene unos perdedores incuestionables. Los muertos de ambos bandos
Mientras en Israel gobierne Netanyahu no se puede cantar victoria, porque tiene sus planes para liquidar definitivamente a Hamás. Los gazatíes que le dieron el poder a Hamás se supone que han aprendido la lección. Esta guerra desatada por Hamás con el salvaje pogromo del 7 de octubre tiene unos perdedores incuestionables. Todos los muertos de ambos bandos, a los que nadie puede ya evitarles el sufrimiento o devolverles la vida.
Ojala ni Hanna Alcalde ni ninguno de sus 6 hijos caigan jamás en las garras de Hamás. Se lo deseo de corazón
Me quedo con el cese de las hostilidades, por supuesto, pero no dejo de pensar en esas mujeres a las que no han liberado los terroristas de Hamás. Espero que al menos sus cadáveres estén entre los que han devuelto en féretros siniestros. Y me indigna el silencio del feminismo militante de kufiya y batucada y de los autodenominados “progresistas”. Deseando estoy escuchar a la señora Hanna Alcalde, a la que llaman Barbie Gaza, la que decía que hubo mujeres israelíes que se sintieron feas porque no las habían violado. Ojala ni ella ni ninguno de sus seis hijos caiga jamás en manos de Hamás. Se lo deseo de corazón.
Por cierto, que de entrada Hamás, a las pocas horas de que se firmara el acuerdo de tregua, para acreditar sus intenciones y dejarle claras las cosas a los gazatíes, asesinó a tiros a quienes tenían ya en una lista de quienes osaron en alguna ocasión criticarles o enfrentarse a ellos. En plena calle, primero les arrodilló y después les asesinó a tiros y difundió los videos. Y, como suele suceder, con decenas de personas de espectadores del espectáculo, como si fuera una fiesta. Espectadores obligados, no voluntarios, por supuesto.
El Ministerio de Interior gazatí, de Hamas, dice que ha movilizado a 7.000 hombres “para limpiar Gaza de forajidos y colaboradores”.
La entrada en vigor del alto el fuego en Gaza ha estado acompañada de un formidable despliegue de militantes de Hamas que tratan de recuperar el control ante la retirada de las fuerzas de Netanyahu. Hamas ha movilizado a más de 7.000 de sus miembros “para limpiar Gaza de forajidos y colaboradores”, según dijo el Ministerio de Interior gazatí. Los expertos hablan ya de una posible guerra civil, porque cuando Hamas habla de limpieza ya sabemos como se las gasta.
Y para terminar, me asombra que el Gobierno español aceptara pagar unos billetes de un avión comercial a los dos etarras de la Flotilla que se negaron a regresar a España en el avión militar enviado por el Gobierno. Itziar Moreno y José Javier Osés, “El Jotas”, ambos condenados por su relación con ETA se negaron a viajar en el avión español, como también hicieron algunos activistas catalanes de la puñetera Flotilla. El Gobierno les pagó los billetes en línea regular y no piensa pedirles que reembolsen el gasto. O sea, que les vamos a pagar el viaje entre todos los españoles. Manda huevos.
P.S.- Una vez terminado de escribir este artículo leo en El Mundo una crónica de Sal Emergui en la que narra el reencuentro de Avinatan Or con su novia Noa Aragami. Ambos fueron secuestrados el 7 de octubre y 738 días después se han reencontrado. Avinatan estuvo dos años y medio oculto en túneles y atado con cadenas y Noa permaneció secuestrada junto a niños, mujeres y personas mayores. O sea, que al menos una mujer, Noa Aragami, sí ha sido liberada con vida. Una vida destrozada, pero viva.