El pasado 1 de febrero quedó aprobada la nueva Ley de vivienda. Entra en vigor desde este mes de abril. Es la primera que se realiza de esta índole. Y no está siendo la única que está dando de que hablar a la opinión pública y a los medios. Algunos dicen que va a acabar con el mercado del alquiler. Otros se preguntan si por fin con esta Ley alquilar su vivienda va a poder realizarse de manera segura.
La nueva Ley de vivienda regulará diferentes aspectos de todo el sector inmobiliario. Sí, desde las zonas en las que se encuentran los inmuebles, hasta la subida del precio de los alquileres. Va a tratar de regularlos. De hecho, esta nueva Ley, está muy centrada en todo lo que concierne al alquiler de inmuebles.
Esta Ley, aprobada por el Gobierno con el apoyo de Bildu y ERC, contempla algunos puntos clave como la ampliación de la definición de lo que llaman “grandes tenedores”. O lo que es lo mismo, las personas físicas o jurídicas que tengan en su propiedad 5 o más viviendas. También limita la actualización anual del alquiler hasta un máximo del 2%. Medida que entrará en vigor desde enero de 2024. Otras actualizaciones que se realicen sobre el precio de los alquileres quedarán limitadas a un máximo del 3%. Además se desvinculara de lo que marque el famoso IPC. De hecho, se estima que para enero de 2025 quede creado un nuevo índice de referencia para el mercado del alquiler, mediante el que se puedan actualizar todos los alquileres.
Asimismo, la nueva Ley amplía el límite de definición de las zonas tensionadas. A partir de ahora tendrán esta consideración aquellas en las que el precio de los alquileres se haya incrementado en más del 3% respecto al valor del IPC en los últimos 5 años, pero también aquellas en las que el precio medio de la vivienda supere el 30% de los ingresos medios del área en que se encuentra. A partir de ahora, los gastos y honorarios que se producen cuando se alquila un inmueble, correrán a cargo del propietario.
Se prohíbe aumentar el precio del alquiler con gastos extras. Y, como punto destacable, la nueva Ley de vivienda lanza también nuevas medidas de protección contra los desahucios. Tales como nuevas prórrogas que van más allá de los dos años, se habilitan nuevos mecanismos de mediación y alternativa habitacional. O también la puesta en marcha de planes estatales de vivienda para las personas que se encuentren en riesgo de desahucio, entre otras medidas.
Acuerdo de una nueva Ley de vivienda con pros y contras
La nueva Ley de vivienda, con todos sus pros (regula el precio de los alquileres, actualmente en escalada, limita porcentualmente el tope que éste podría llegar a alcanzar, proponer medidas habitacionales para evitar desahucios) tiene también grandes contras. Para empezar, se olvida de los millones de familias que actualmente tienen una hipoteca variable en España.
Sólo en enero, según datos del INE, el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad, alcanzó las 37.435 en el mes de enero. Algunos expertos calculan que más de cuatro millones y medio de familias tendrían hipotecas variables en nuestro país. Hablan de Euribor, pero existen otras muchas. Miles, cuyas hipotecas se acogen a IRPH, otro tipo de interés, también variable, que asimismo se ven afectadas por la escalada en los tipos. Todas ellas ven cómo la nueva Ley de vivienda pasa por su lado y no se detiene a contemplar que la escalada de los precios está dejando muchas más víctimas en la cuneta de las que parece que en realidad hay.
Algunos se echan las manos a la cabeza alertando que mientras tantas familias están desprotegidas por el alza de sus tipos de interés, la banca crece en beneficios. Por su parte, la banca y los fondos han comunicado al Gobierno su interés en que los grandes propietarios residenciales puedan ceder cerca de 25.000 casas para alquiler social. Y, asimismo, piden que se incluya dentro de la nueva Ley de vivienda.
El trámite parlamentario de esta nueva Ley se estima que tendrá tan sólo 9 días. Parece que el Gobierno quiere tenerla lista antes de las elecciones de mayo. Sin embargo quedan muchos flecos aún que solucionar. Familias que se quedan fuera, zonas tensionadas que están más tensionadas de lo que parece, muchos pisos al amparo de protección por parte de la Ley, ocupaciones que no se sabe si dejarán de ser tal, etc. Necesita tiempo para madurar y tiempo para que los trámites se realicen de manera correcta. Si ha estado más de 14 meses en un cajón, no tendría lógica que en menos de 15 días saliera adelante sin contemplar todos los puntos que se están quedando fuera por culpa de las prisas.