El Gobierno acaba de presentar la Oficina Nacional contra las violencias Sexuales. Se trata de un registro de nueva creación, cuyo objetivo es impulsar, coordinar y fomentar la cooperación entre instituciones en materia de prevención de la violencia sexual y la atención a las víctimas. Tal y como han indicado desde el Ministerio del Interior, esta Oficina Nacional se encargará también de supervisar “el Plan Estratégico para la Prevención de Violencias Sexuales (2023-2027), así como su actualización cuando sea necesario, y tendrá competencias para impartir instrucciones concretas a las Fuerzas de Seguridad”.
Onvios: una herramienta innovadora al servicio de las víctimas
Se llamará Onvios y ha sido presentado estos días por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Éste ha afirmado que dará “una respuesta innovadora a los casos” y mejorará “la operativa” actual. Dependerá, asimismo, de la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Onvios forma parte del I Plan Estratégico para la prevención de las violencias sexuales que se aprobó en junio de 2023. Durante la presentación de la nueva Oficina Nacional contra las violencias sexuales, han indicado que a corto plazo, las actuaciones estratégicas serán dos. Por un lado elaborar protocolos de actuación policial “para la prevención, atención y protección de las víctimas de violencia sexual” y por otro “desarrollar y poner en marcha del Sistema de Registro, Seguimiento y Prevención de los Delitos Sexuales”. Al contrario que la herramienta VioGen (contra la violencia de género), esta nueva operativa no contará con valoración de riesgo ni tendrá seguimiento policial.
Se trata en realidad de una herramienta informática que conecta las bases de datos policiales y busca favorecer la interacción entre instituciones. Las que se encuentran integradas en el sistema, se entiende. Como indican desde el Gobierno, prevé conectar “en especial con los servicios penitenciarios, lo que permitirá mejorar los protocolos preventivos basados en inteligencia y análisis del fenómeno de la violencia sexual”.
Incremento de los delitos sexuales
En definitiva, se quiere que mejore la coordinación entre los agentes implicados en la atención y la protección de las víctimas, se fomente la formación entre los agentes y se desarrollen actividades de investigación científica. Para que no pase más. Y para que, si pasa, se sepa cuál es el perfil tipo de agresor, se conozca qué se debe hacer para apoyar a la víctima y se reduzca el cerco para evitar que este tipo de comportamientos y conductas agresoras, se siga perpetuando en el tiempo. Se espera que las cifras sobre delitos sexuales cambien, varíen, se reduzcan al menos. Porque los registros que se tienen de los últimos diez años no muestran lo mismo.
Según cifras oficiales, en 2023 se produjeron 21.825 delitos de naturaleza sexual. Uno de cada cinco fueron violaciones y el 42% de las víctimas eran menores de edad. Tres de cada cuatro víctimas de este tipo de violencia eran menores de 30 años. Grande-Marlaska ha apuntado que la tendencia al alza no es una cuestión únicamente de España, pues en países como Alemania o Francia también se ha dado un “incremento importante” de los delitos sexuales. Lo cual requiere, según el ministro, una ardua labor de concienciación social y la necesidad de continuar con el mensaje de tolerancia cero que impulsa a muchas de las víctimas a denunciar.
Aunque el 82% de los casos denunciados se acaban resolviendo, Grande-Marlaska ha apuntado que todavía hay cierto margen de mejora. Y es ahí donde pondrá el foco tanto el nuevo registro, como el Plan Estratégico y, mucho más, esta nueva Oficina Nacional contra las violencias sexuales. Esta iniciativa, ha dicho, “conlleva una nueva responsabilidad de cambio y compromiso”. El tiempo marcará si ha funcionado y si la tendencia ha cambiado a mejor. De momento, queda esperar.