Pedro Sánchez ha tenido una semana gloriosa que ha coronado cum laude en sanchismo. Se despachó a gusto en su nadería en el Congreso tras la intervención de Zelenski, cuya vida puso en riesgo al alargarse como es habitual cuando había un compromiso temporal para evitar la localización del presidente ucraniano. El jueves toreó por la mañana a Alberto Núñez Feijóo. Después pilló el Falcon para irse a cenar con Mohamed VI, tras presumir ufano de que el dictador iba a romper el ayuno del Ramadán por estar con él. La ignorancia es muy mala, y presumir de saber lo que es el Ramadán sin tener ni idea, tiene esas cosas. Sánchez se limitó a viajar a Marruecos a rendirle pleitesía al sexto “mojamé”.
Su afán equivalente al de la presidenta del Congreso Meritxell Batet, pero más extenso, por opacar a Zelenski y tratar de asomar la cabeza como líder internacional fue ridículo y peligroso para el líder ucraniano, que se agarró un cabreo sideral por la falta de respeto de presidenta y presidente. A Feijóo le recibió con 11 propuestas de acuerdo que previamente le había filtrado a El País. Feijóo llevaba una propuesta de pacto económico pero a Sánchez solo le interesa el Poder Judicial. Y como ahí Feijóo no quería entrar, se fue como llegó.
Un acreditado fiscal con trienios me decía hace poco, respecto a la necesidad de pactar la renovación del Consejo General del Poder Judicial que es imprescindible que el PP acceda a ella, “porque ahora nos toca a nosotros”. Ese es el asunto, que Sánchez no quiere renovar nada. Solo quiere el control del Poder Judicial porque desde él tiene a todo el personal cogido por los ropones. Y el PSOE y el PP se lo reparten como los cacos o los narcos se reparten el botín o la mandanga, insaciables.
A Marruecos llegaba ya rendido, por eso el monarca dictador le recibió con una bandera de España invertida, con el escudo boca abajo, que significa en lenguaje bélico “plaza rendida”. Y con otro detalle que se apreciaba en las fotos entre Sánchez y “mojamé”: una figura de Tariq Bin Ziyad. Un general que dirigió la conquista musulmana de la península ibérica. Y allí estaba Sánchez, feliz después de ceder el Sahara sin contraprestación alguna y para regocijo de Argelia, que nos envía el gas que nos falta. Vamos que el Rey le recibió a Sánchez con todos los honores que se le rinden a un interlocutor débil al que has doblado la mano horas antes sin esfuerzo, con la mera amenaza de reiterar el envío de menores a las fronteras comunes.
Sánchez y sus cuates critican a los españoles
Bueno, a Canarias ya no más, que no caben, pero en Ceuta y Melilla sí. Y la delegada del Gobierno de Sánchez feliz de que se abran de nuevo las fronteras porque así “vuelven las muchachas”, o sea, las chachas, vamos, el servicio. Que le cansa a la mujer trabajar y tener que limpiar la casa algún día y que le gusta el servicio. ¿Qué estaría diciendo el PSOE si eso lo larga una mujer del PP o de Vox, Cuca Gamarra o Macarena Olona? Se escucharían los gritos y los insultos y se verían las manifestaciones hasta en Rabat.
Feijóo no se por qué dijo al salir que estaba decepcionado tras tres horas con Sánchez. Como la mentira es la norma de este Gobierno y del PSOE, la portavoz Adriana Lastra reprochó a Feijoo haber ido sin papeles, cuando la foto distribuida por Presidencia del Gobierno a la llegada del gallego permite comprobar que llevaba una cartera repleta de papeles, no se con qué contenido, pero papeles sí llevaba el hombre.
Si insiste en que su objetivo es lograr sacar democráticamente a Sánchez de La Moncloa por el camino de reunirse con él y proponerle pactos, va de culo. Y todo apunta a que no le va a quedar otra para lograrlo que tras las próximas elecciones pactar con Vox. A lo que tiene todo el derecho del mundo, como lo tuvo Sánchez para pactar con Podemos, Bildu, Esquerra y compañía. Si insiste en tratar de hacerse amigo de Sánchez, a quien va a ungir Feijóo es a Abascal.
Y para cerrar la semana va el Gobierno y en una proposición no de ley en el Congreso, desvelada por OK Diario, critica el “bajo rendimiento” de los españoles. En especial tras la pandemia por el uso “reincidente” de las redes sociales, que en el caso de los trabajadores por cuenta ajena “daña el bienestar de las organizaciones” en las que trabajan. O sea que tenemos “bajo rendimiento” dicen Sánchez y sus cuates del Gobierno. Pero claro como el personal traga con todo, tragará con todo esto. Unos porque “ahora nos toca a nosotros”. Los otros porque “después nos llegará la hora a nosotros”. Y el resto porque “vivo mejor sin mojarme, sin comprometerme, sin meterme en política, como decía Franco a sus ministros”.
Y además…
- Un freelance de mi máxima confianza recién llegado de Ucrania me cuenta cómo ha sido testigo de cómo un enviado o enviada especial al conflicto de una tele de las grandes que pagamos todos, se marcó una crónica con datos que acababa de sacar de Twitter sin pestañear. Vamos, que prácticamente no hay enviados especiales de grandes medios en la guerra. Una vez más, y buena parte de los que van por cuenta ajena, se rascan sus partes sin ni siquiera intentar tener una fuente de información. Y los freelance a 150 euros la pieza. Vamos, que el periodismo va peor si cabe que el Gobierno, o a la par.
- Esta semana termina el juicio en San Sebastián contra Kote Cabezudo. Todo apunta a que se espera una sentencia durísima. Qué éxito de las víctimas, esas mujeres valientes y de sus abogados, Mario Díez y Oihana Ezquerro y la Asociación Justicia Poética. Llegar hasta el juicio ya es un éxito, visto el apoyo que ha tenido Cabezudo judicial, político, económico y mediático. Veremos qué decide el Tribunal pero las víctimas, mujeres ejemplares y admirables, ya han ganado la batalla esencial: la de la dignidad, que les sobra. De la que carecen el acusado y todos los que han estado a su lado, incluso durante el juicio.
- Es evidente que Putin concentra el reproche y hasta el odio de la comunidad internacional por los horrores de la invasión asesina que está llevando a cabo en Ucrania, por ahora. Pero creo que conviene no generar rusofobia. No todos los rusos son Putin y Rusia ha aportado mucho a la cultura occidental. Y muchos de los políticos que ahora atacan a Putin un minuto después de que termine este horror se volverán a sentar con él para negociar y hacerse de nuevo amiguetes. La guerra la tiene perdida ya haga lo que haga. El ejército ruso resulta que no era tanto como parecía y sus jefes han acreditado no estar muy capacitados. No soy ucraniólogo ni putinólogo, ni experto en materia bélica pero me da la impresión de que Putin no va a parar ni cuando termine por hacerse con el Donbás. Veremos hasta dónde quiere llegar.
- El inefable Odón Elorza se ha puesto estupendo en Twitter y ha pedido perdón a los saharauis. Ha escrito literalmente: “El reglamento del Congreso NO permite la libertad de un diputad@ para votar en conciencia en ciertos casos sin recibir por ello sanción o expediente, y tampoco quería yo abrir, precisamente el día de hoy, una fisura en el apoyo el presidente Sánchez. Pido perdón a los Saharauis”. Queda claro Elorza, por encima de tu conciencia está la obediencia al jefe que te ha protegido eficazmente. Es evidente que conciencia no tienes y a la vista de tu escrito vergüenza tampoco. Lo del perdón a los saharauis directamente da asco. Si tuvieras conciencia y vergüenza hubieras votado en contra, con expediente, sanción o lo que sea. Eso es ser consecuente, libre y valiente. Términos que no entran en tu diccionario. No han entrado nunca. Ni cuando financiabas a Cabezudo ni ahora que te arrodillas ante tu jefe te pida lo que te pida. Nos vemos pronto en el Juzgado de nuevo. Fuerte lo que escuchaste la última vez de cinco testigos ¿no? La verdad escuece muchas veces. Sigue peloteando a tu jefe que igual te pone pronto en un escaño cerca de él. O no, se me olvidaba, que ahora que se acerca la sentencia de Kote, a tu jefe no le convienes tan cerca. Es lo que tiene vivir en esa pocilga Odón, que cuando molestas al amo te dan por el ipurdi y el amo tan pancho.
