Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Esto es lo que pasa con el día de la Constitución. Resulta, cuando menos lamentable, que una gran mayoría de los españoles desconozca no solo el texto constitucional sino su función: la Constitución es el límite que un Pueblo le impone al conjunto de los Poderes Públicos, particularmente, al Ejecutivo y al Legislativo.
Asimismo, desconocen que la función del Tribunal Constitucional (TC), como intérprete supremo de la misma desde su independencia del resto de órganos constitucionales, es hacer que esos poderes públicos, particularmente el gobierno, respeten esos límites que el Pueblo les impuso. ¡Tal es el nivel que nos brinda el sistema de educación de la PPSOE pagado con nuestros impuestos!
El poder político lo controla todo
La Constitución, por tanto, es un límite al ejercicio del poder, particularmente al gobierno. Hasta aquí llegarás, pero no más allá. Y su guardián es el TC. Por eso, el TC determina el ámbito de su jurisdicción y puede adoptar cuantas medidas sean necesarias para preservar la misma, incluyendo la nulidad de aquellos actos o resoluciones que la menoscaben, ora de oficio ora a instancia de parte, sin que sus resoluciones puedan luego ser enjuiciadas por ningún órgano jurisdiccional del Estado.
Sin embargo, en esta España nuestra abandonada a la PPSOE, el poder político lo controla ya todo, incluido el TC. Un control que rompe la necesaria división de poderes y que hace ilusorios el resto de derechos y libertades públicas porque no existe ni un solo organismo en España que tenga el poder suficiente como para detener sus acciones y que esté situado fuera de la órbita del gobierno.
Ninguno. Estamos en precario. Hace mucho tiempo que la PPSOE destruyó el espíritu de la Constitución (si quieren una fecha, tomen la LOPJ 6/1985). Y ahora van a por la letra: no les basta con saltársela cuando les conviene, ahora quieren que diga lo que ellos quieren que diga. No quieren reformarla. No quieren ni oír hablar del 168 CE que regula, precisamente, su revisión total o parcial.
Y no lo quieren porque, para modificar el meollo, les exige una mayoría de 2/3 en cada Cámara y la disolución inmediata de las Cortes para que otras diferentes, salidas de unas nuevas elecciones, ratifiquen esa decisión reformista, procedan a elaborar un nuevo texto constitucional que, después, deberá ser aprobado por idéntica mayoría y sometido, en último trámite, a referéndum para su ratificación definitiva por el Pueblo. A la PPSOE, como a Luis XVI, le sobra el Pueblo. No quiere consultarle nada. Pretenden, simplemente, hacer lo que les interesa en cada momento, sin sujeción a ningún límite, aunque una reforma encubierta sea, por definición, anticonstitucional.
Mitigar la tutela constitucional ejercida por el TC
El catálogo de acciones anticonstitucionales perpetradas por la PPSOE –cuyos gobiernos actúan por relevo- lo expuse en la entrada «Regreso al futuro con Allende«. Así inicié esta colaboración con IT MAGAZINE para que los no avisados –esos creyentes influidos por los grandes medios de comunicación y por su NODO de viva dios, viva el rey, viva el orden y la ley ¡de la PPSOE!- pudieran siquiera advertir lo que pasa en realidad.
Ver el iceberg. Ver la puntita del pedazo de hielo que nos hará naufragar. Allí, con mayor perspectiva, podréis ver cómo lo hacen y anticipar el funesto final que nos espera si no logramos cambiar, Constitución en mano, este sistemita de la PPSOE. Dicen que el mayor truco del diablo es hacernos creer que no existe (Baudelaire dixit).
Esto es exactamente lo que hace la PPSOE. Prueba a contárselo a alguien: todos te dirán, sin excepción, que es imposible. Que tal cosa ni existe ni podrá existir nunca. Existe. Yo lo afirmo. Existe porque es la única manera de explicar todo lo que viene sucediendo en España en estos últimos 46 años de Constitución. Nada de lo que ocurre se puede explicar sin la connivencia del PP con el PSOE. Nada. Piénsalo.
Ahora quieren mitigar, definitivamente, la tutela constitucional ejercida por el TC. Por eso lo han colonizado con una mayoría de magistrados en sintonía con el gobierno, no con la Constitución. Solo así pueden saltarse los límites que el Pueblo les impuso en el 78. Están mitigando, en definitiva, la tutela que el TC ejerce sobre la acción del gobierno.
Lo hacen porque resulta mucho más fácil saltársela, que modficarla. Si lo seguimos permitiendo, muy pronto estaremos perdidos. La PPSOE existe y te la está metiendo doblada. Seguirán haciéndolo hasta que abras los ojos, por las buenas o por las malas. Han pasado ya 46 años y, de verdad, no sé qué tiene que pasar ya para que te des cuenta y no los vuelvas a votar en tú vida.
