La Selección Española Femenina de fútbol se ha proclamado campeona del mundo tras derrotar a la selección favorita, Inglaterra, en un formidable partido. Liderada por una Aitana Bonmatí elegida mejor jugadora del Mundial y con Una Olga Carmona que volvió a marcar. Una final intensa y tensa en la que las españolas fueron superiores. Y el resultado pudo ser más amplio si la fantástica portera inglesa, Mary Earp, no hubiera detenido un penalti lanzado por Jenni Hermoso.
Unas campeonas las 23 seleccionadas españolas, y un campeón el seleccionador Jorge Vilda. Recuerdo que hace tan solo once meses 15 jugadoras internacionales enviaron una carta a la Federación Española pidiendo la salida de Jorge Vilda, en un episodio infame por parte de las jugadoras que no explicaron adecuadamente los motivos pero dejaron en entredicho seriamente a Vilda. Las firmantes de la carta consideraban además que la Federación no aplicaba la misma vara de medir a la selección masculina y a la femenina. Y criticaban la estructura de trabajo de la Federación y aspectos técnicos.
Campeonas del Mundo a lo grande
De las 15 firmantes tres, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Ona Batllé se echaron para atrás y Vilda las convocó. Las otras 12 se han quedado voluntariamente fuera y se han perdido algo histórico. Hubo tres jugadoras, Irene Paredes, Jenni Hermoso y Alexia Putellas, que dijeron compartir el mensaje de sus 15 compañeras pero no firmaron. El tiempo le ha dado la razón a Jorge Vilda. Ha hecho una fantástica gestión del grupo y ha acreditado ser un seleccionador y entrenador de primer nivel, un campeón del mundo también. Quien sabe si con las 12 que decidieron no volver a la Selección hubiera ganado o no.
España ha hecho un gran mundial. Una derrota contundente ante Japón encendió las alarmas pero Jorge Vilda gestionó muy bien la situación, fortaleció la piña del equipo, introdujo algunos cambios y variables tácticas y campeonas del mundo. Especialmente llamativo fue que Vilda dejara en el banquillo a Misa, hasta entonces portera titular, y pusiera a jugar a Cata Coll. No es fácil cambiar de titular en la portería en un equipo de futbol en plena competición. Vilda lo hizo y acertó, y Cata Coll nos ha brindado partidos excelentes acreditando el nivel que ya ha mostrado en su equipo, el F.C. Barcelona.
No ha sido un golpe de suerte este Mundial. La Federación Española lleva años trabajando bien las selecciones, masculina y femenina. Y buena parte de estas campeonas mundiales fueron ya campeonas mundiales Sub 19 y Sub 17. Vilda, de la escuela de Del Bosque, lleva años sembrando lo que ha recogido ahora. Por eso el tosco presidente Luis Rubiales hizo bien apoyando a Vilda cuando la “rebelión” injustificada e insuficientemente explicada. Y Vilda fue inteligente y justo, dejando claro que era él quien tenía el mando y a la vez sin cerrar la puerta a ninguna que quisiera regresar a la Selección si hacía méritos para ello por “rebeldes” que fueran. Y ahí han estado Bonmatí, Caldentey y Batllé.
Un equipo que lo ha dado todo
En plena tormenta política y pendientes de que se forme Gobierno, estas 23 mujeres, sin necesidad de enseñar las tetas, han demostrado su capacidad, su tesón y su valor, sin cuotas. Todas las seleccionadas lo han sido por sus méritos durante la temporada y el equipo lo ha dado todo. Nos ha regalado un campeonato del mundo que se ha celebrado a lo grande, aunque es cierto que el fútbol femenino no tiene aún el tirón popular del masculino. Pero sé de muchos que con este mundial se han enganchado. Desde luego para cualquiera al que le guste el fútbol ver a Aitana Bonmatí es una delicia, y sus compañeras no le han ido a la zaga.
Las 12 “rebeldes” hay que reconocer que aportaron lo suyo para que España se clasificase para este Mundial y finalmente antepusieron sus reivindicaciones a jugar la fase final. Mis respetos para ellas, pero creo que se equivocaron. Tenían todo el derecho a expresar sus quejas y a discrepar de Vilda, pero echaron un pulso público, abrieron una guerra que en nada favorecía a sus reivindicaciones. Se equivocaron de cauce.
Le echaron un pulso a Vilda y Vilda es también un profesional e hizo bien en no aceptar un debate público sobre cuestiones que debían solventarse en la Federación por los cauces pertinentes. En algunos de sus planteamientos tenían razón, seguro. En otros no. Pero el camino que escogieron fue equivocado. Lo hubiera sido igual si al mando de la Selección hubiera estado una mujer. Las jugadoras merecen todo el respeto, como ellas han de respetar la autoridad y si algo no les gusta han de debatirlo internamente.
Ahora solo me queda felicitar a las 23 campeonas, a las “rebeldes” que participaron en la clasificación, y al campeón Vilda. O sea, al equipo. Otra estrella más para la camiseta de la Selección Española. Gran trabajo de la Federación en todas las categorías hasta llegar a la cima en Sidney. Unas campeonas y un campeón que han aportado un domingo feliz a un país convulso políticamente.
