El 31 de octubre, con motivo de su 18º cumpleaños, la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón y Ortíz, juró la Constitución. Lo hizo durante un acto solemne ante las Cortes, como ya lo hiciera hace 37 años su padre el rey Felipe VI. Cumple así lo que marca el artículo 61 de la Carta Magna en el que se indica que “el Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, prestará juramento”. En esta ocasión, el acto ha estado cargado de simbolismo. Representa para muchos la perfecta escenificación de que la Monarquía parlamentaria en España tiene continuidad.
Con la jura de la princesa Leonor, la heredera al trono se comprometió a “guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey«. Y tras su breve discurso, añadió: «Les pido que confíen en mí«.
La jura de la princesa Leonor: un acto con muchas reacciones y ausencias
El acto se pudo ver en directo. Muchos son los medios que se hicieron eco de toda la jornada, de los antecedentes y de todos los preparativos. La ciudad de Madrid se engalanó y en el centro incluso podían verse banderolas con la cara de la princesa. A posteriori, las tertulias se esfuerzan ahora por analizar cada paso dado por la Familia Real. Las ausencias, los gestos y todos los símbolos que han pretendido reforzar, de alguna manera, la imagen que a día de hoy tiene la Corona en nuestro país.
Las reacciones no se han hecho esperar. Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, ha declarado que la princesa Leonor es digna representante de este país moderno y abierto al mundo. La ceremonia acontecida el pasado 31 de octubre ha sido uno de los actos institucionales más importantes del país. Se ha desarrollado con desfiles, discursos, condecoraciones, almuerzo y cena privada. Contó con la presencia de los cuatros ex presidentes del Gobierno: Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Y, a la vez, con ausencias destacadas de representantes de ERC, Junto, EH Bildu, PNV y BNG. Así como de otros partidos como Podemos e iU, incluidos en el grupo de Sumar, que tampoco han asistido al acto solemne.
Tampoco lo hicieron los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, que sin embargo sí acudieron a la cena de gala que se celebró con posterioridad. Se entiende, que de una manera más íntima. Estas dos ausencias destacan algunos medios, han sido las más significativas, pese a que otros expertos explican que la no presencia de los eméritos se ha debido fundamentalmente a la intención de no distraer la atención de la protagonista del día, Leonor.
La población española ha dejado de creer en el poder unificador de la Corona
La ceremonia de la jura de la Constitución de la princesa Leonor se produce en un momento en el que la Monarquía no goza del 100% del apoyo de la población. En un estudio encargado por la Plataforma de Medios Independientes y realizado en 2021 por la consultora 40db, la Corona es uno de los temas que más polariza a la población española. Dicho estudio reflejaba hace dos años que la ciudadanía, en general, ha acabado perdiendo la confianza en la monarquía. Esto es una tendencia que corrobora el CIS y que viene dándose, con más intensidad, desde 2011. La tendencia ha sido a la baja. Todo lo contrario que se ha percibido con otras instituciones como las Fuerzas Armadas, cuya confianza crece entre los españoles.
La población española ha dejado de creer en el poder unificador de la Corona. Y, de hecho, la confianza en ésta aumenta con la edad, con lo que la población más joven es la más incrédula. Es la que más cuestiona la importancia de la institución y sus funciones en el Estado a día de hoy. El deterioro de la confianza en la Monarquía apenas mermó tras la abdicación de Juan Carlos I, hoy rey emérito. Ni por generaciones, ni por franjas de edad y mucho menos por regiones, pues algunas como País Vasco, Cataluña, Baleares o Navarra, la puntuaban en el estudio elaborado en 2021 raspando el aprobado o incluso por debajo del 5.
Más allá de poder analizar ahora los posibles fallos en el protocolo que se produjeron el pasado 31, la vestimenta de los protagonistas y, en general, las reacciones de toda la Familia Real y el entorno de ésta, cabe preguntarse si no hace falta más trabajo para que los españoles confíen en una institución histórica cuyo papel y peso debe cambiar conforme cambian los tiempos. El debate sobre la sucesión al trono ahora no es necesario. Pero sí el peso de la Corona, que desde hace unos días empieza a llevar a la espalda una joven muy preparada de tan sólo 18 años.