El Gobierno socialista de Felipe González organizó y financió los GAL, banda terrorista que asesinó a treinta personas, provocó decenas de heridos y secuestró a un anciano viajante de comercio al que se planteó liquidar y enterrar en cal viva como a Lasa y Zabala. Unos pocos periodistas y medios dedicamos años a investigar y denunciar los GAL. Juan Luis Cebrián, entonces director de El País, que hoy da lecciones de democracia, defendió al Gobierno y a los periodistas que denunciamos el crimen de Estado nos llamó “el sindicato del crimen”, para gozo de Felipe González y de sus “fontaneros”.
El Gobierno de González creó los GAL para matar asesinos. Pedro Sánchez ha creado a su alrededor un auténtico sindicato del crimen para tratar de liquidar a los guardias civiles que investigan a sus fontaneros delincuentes.
El PSOE dice que ha abierto “expediente informativo” a la “fontanera”. O sea, que no van a hacer nada con ella excepto mantenerla
Fontanero en catalán se dice lampista. Leire Díaz, la fontanera mayor del PSOE, ejerció también de lampista y mantuvo reuniones con Gonzalo Boyé, el abogado de Puigdemont, para que Junts bajara el tono contra el PSOE y para garantizar impunidad a los delincuentes independentistas.
El descubrimiento del sindicato criminal de la “fontanera” Leire Díaz ha levantado todas las alarmas en Presidencia y en la sede socialista de Ferraz. Y más aún al escuchar al abogado Javier Pérez Dolset, imputado e implicado en el asunto, decir que “es Pedro Sánchez en directo con Santos Cerdán”.
El PSOE dice que ha abierto a la “fontanera” un “expediente informativo”. O sea, que no van a hacer nada excepto mantenerla, porque el PSOE cuando quiere expulsar a alguien lo hace directamente, como expulsó al socialista decente Nicolás Redondo Terreros por el gravísimo delito de discrepar de la dirección y criticar al presidente.
Es un honor haber formado parte de ese pequeño grupo de periodistas que denunció el crimen de Estado al que Cebrián llamó “sindicato del crimen”
Una vez destapado, este sí, sindicato del crimen, Junts, ERC, PNV, Bildu y Sumar aguantan, no rompen con el Gobierno, con lo cual se convierten en cómplices, ellos que tanto se llenaban la boca para criticar la corrupción del PP de Rajoy a cuyos lomos llegaron al Ejecutivo.
Para mí es un honor haber formado parte de ese pequeño grupo de periodistas que denunciamos el crimen de Estado del PSOE de González. Pedro Sánchez, entonces aún estudiante de Derecho, se sumó al coro de Cebrián y a quien criticaba no era a los criminales, sino a los periodistas, como ahora.
Vamos a ver si Sánchez aguanta con todo lo que falta por saber. Lo más grave no es lo último, sino lo siguiente
Para lo no iniciados, Cebrián dirigía El País, pero en su día sirvió como jefe de propaganda al fascismo de Franco. El presidente Arias Navarro “carnicerito de Málaga”, le nombró jefe de informativos de RTVE, el aparato de propaganda de la dictadura, y el aceptó el puesto y sirvió a Arias y a Franco desde esa poltrona.
Sánchez está empeñado en agotar la legislatura y no convocar elecciones hasta 2027, pero vamos a ver si aguanta todo lo que falta por saber, que aquí lo más grave no es la última noticia, sino la siguiente que llegará. Hay pavor en el PSOE y Presidencia al anunciado informe de la UCO de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán, secretario de organización. Supongo que habrán incorporado lo de la “fontanera” Leire Díez, de Portugalete, el pueblo de Patxi López.
González acompañó a la puerta de la cárcel a Barrionuevo y Vera. A ver a quien ha de acompañar Sánchez, quizá a familiares de primer grado
A Marlasca se le ha ido el secretario de Estado Rafael Pérez, que mantuvo relación con Koldo García. Pero Marlasca aguanta, como Margarita Robles “la pájara”. Veremos si no son ellos dos, ex magistrados, los primeros en saltar del barco en la estampida que sucederá en una desesperada búsqueda para salvarse del naufragio, pero a estas alturas no hay escapatoria, y Sánchez no hace prisioneros ni entre sus sicarios.
González no asumió responsabilidad alguna y acompañó a la puerta de la cárcel de Guadalajara al ministro Barrionuevo y al secretario de Estado Vera. A ver a quien acompaña Sánchez hasta la puerta del saladero, porque puede que no estemos lejos de que tenga que hacerlo a familiares de primer grado.
Visto lo visto, ojo que no pasen de la muerte civil a la criminal. A Aldama ya le tirotearon el cochazo estos del sindicato del crimen
Por ahora el sindicato del crimen que rodea a Sánchez trabaja denodadamente para la muerte civil de guardias civiles, jueces, periodistas y los que cantan de su trama delictiva. Pero visto lo visto con el PSOE al que el joven estudiante Pedro Sánchez jaleaba, ojo que ese sindicato puede cambiar de estrategia para pasar de lo civil a lo criminal. A Aldama ya le tirotearon el cochazo.
Coincido con Federico, que escribía hoy en El Mundo que “es como si Sánchez hubiera empezado el GAL por el final. El gran cambio está en el origen: el de González trataba de acabar con ETA matando terroristas; el de Sánchez busca acabar con la Justicia liquidando a la Guardia Civil. No es una diferencia menor. El resto, idéntico”.
Y el Gobierno y el PSOE calladitos y con el paraguas puesto esperando la siguiente, porque ellos saben mejor que nadie lo que hay, o sea, que también saben lo que falta por salir. Bolaños, ministro de Justicia, enfrentado y a la caza de los jueces. Marlasca, ministro de Interior, enfrentado a la Guardia Civil. Y Cebrián sigue dando lecciones de democracia. Ahora no habla de sindicato del crimen. Quizá porque oficia en The Objective, uno de los medios que, en un gran trabajo, está sacando a la luz toda esta mierda del socialismo que nos arrolla.