La actualidad de los casos de corrupción que rodean al Gobierno, al PSOE y a Pedro Sánchez lo que dibujan es un retrato de una organización mafiosa. El caso de la “fontanera” Leire Díez diseñando una operación para acabar con el jefe del departamento de delincuencia económica de la UCO, el teniente coronel Antonio Balas, es el penúltimo capítulo de lo que podría ser una serie que superara a Los Soprano.
Leire Díez, nació y vive en Portugalete, casualmente el pueblo de Patxi López, y fue teniente de alcalde por el PSOE en Vega de Pas, pueblo cántabro donde pasaba las vacaciones. Por las imágenes conocidas, se codeaba con lo más granado del PSOE. Se le conocen seis fotos con Pedro Sánchez, dos al menos con Patxi López, una con Adriana Lastra (ojo a Adriana Lastra) y Sánchez, dos con José Luis Rodríguez Zapatero, una insuperable entre José Luis Ábalos y ¡¡Odón Elorza!!, otra con Ábalos, una con Begoña Gómez, otra con Pérez Rubalcaba, una con Ángel Gabilondo, una con Miquel Iceta y una con Santos Cerdán. Un selfi puede no ser prueba de nada, pero una serie de selfis como la de Leire Díez es muy significativa, ¿o no?
La “fontanera” pone mucho interés en una operación mafiosa en favor del Gobierno por la corrupción que le rodea
Para no ser nadie en el PSOE, como nos quieren convencer, se le concedieron cargos de mucha confianza y responsabilidad entre 2018 y 2024. Primero en Enusa como responsable de comunicación y después en Correos como responsable de relaciones institucionales.
El Confidencial, The Objective y El Mundo han publicado unos audios en los que la “fontanera” pone mucho interés en una operación mafiosa en favor del Gobierno ante los casos de corrupción que le rodean, con el objetivo de matar civilmente a Antonio Balas, que está en la UCO al frente de las investigaciones judicializadas sobre la amada de Pedro Sánchez y sobre el hermano del presidente, sobre el fiscal general del Estado y sobre el Caso Koldo. Su objetivo era “echarlas por tierra”.
Ofrecer a la Abogacía del Estado para cubrir un delito solo puede hacerse con el aval del ministro de Justicia, Félix Bolaños
Resulta escalofriante escuchar a la “fontanera” el PSOE conspirar para “matar” al teniente coronel Balas y exponer a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado. De la Fiscalía con Don Alvarone al frente ya nada extraña, pero ojo con la Abogacía del Estado porque utilizarla para cubrir un delito, como hizo la “fontanera”, sólo puede hacerse si se tiene el aval del ministro de Justicia, en este caso Félix Bolaños, el ministro al que semanalmente atiza con razón y esmero en el Congreso Cayetana Alvarez de Toledo.
También se interesó por la trama de hidrocarburos, vinculada a Víctor de Aldama. En este caso le ofrecía a un implicado un acuerdo con la Abogacía del Estado y la Fiscalía si le proporcionaba información contra el teniente coronel Balas. En sus reuniones, Pilar Díez habla en nombre del Gobierno y en defensa de sus intereses y ofrece a acusados la protección del Estado.
La “fontanera” dice que es periodista y el PSOE que es una simple militante. Nos toman por imbéciles
Leire Díez ha dicho que es periodista y que en esas reuniones estaba trabajando para escribir un libro sobre la trama de los hidrocarburos. El PSOE dice que es una simple militante que no es empleada del partido. Nos toman por imbéciles.
Leire Díez es una “fontanera” del PSOE de libro. El término “fontanero” en la política nació con el escándalo Watergate. En pleno escándalo de las escuchas ilegales del Watergate, el presidente Nixon formó un equipo de investigadores especiales para tapar filtraciones sobre él. Uno de los miembros de ese equipo especial dijo: “Estoy ayudando al presidente a evitar filtraciones. ¡Como si fuera un fontanero!”.
El “fontanero” es un militante entregado, un ejecutor implicable de la voluntad del jefe. Negociador o verdugo.
De ahí cundió el término por el que se conoce a militantes que se emplean en trabajos sucios y en imponer disciplina interna, perseguir a disidentes y todo tipo de trabajos feos y muchas veces ilegales en defensa del jefe.
El fontanero es, además de un militante entregado, un ejecutor implacable de la voluntad del jefe, dispuesto a ser negociador y verdugo. Algunos lo hacen a cambio de dinero o prebendas, pero la mayoría de los que he conocido lo hacían con plena convicción. Todos los partidos tienen sus fontaneros, esa gente que hace el trabajo sucio, inconfesable. Inicialmente asumen que si les pillan niegan la mayor, pero ojo porque muchos, al ser descubiertos cantan, tiran de la manta.
Patxi López ha puesto ya a trabajar a otros “fontaneros” para evitar filtraciones y que Leire no se sienta abandonada
Si Leire Díez se siente abandonada y cuenta lo que sabe podría caer el Gobierno de Sánchez. Patxi López ha puesto ya a trabajar a otros fontaneros para evitar filtraciones y para que Leire no se sienta abandonada.
Leire no actuaba por su cuenta a espaldas del partido. De haber sido así Patxi López habría salido ya a decir que le ha abierto un expediente de expulsión. Pero no. No ha sucedido y no sucederá.
En esta trama de corrupción que rodea a Sánchez y al PSOE ya más de uno tiene cara de que le matan al final de la película
Escuchar a la “fontanera” Leire hablar de “matar” al teniente coronel de la UCO estremece. Es evidente que se refiere a muerte civil, pero tratándose del PSOE, el partido de los GAL que mataron a treinta y secuestraron a un anciano viajante de comercio y se planteó liquidar al ex director general de la Guardia Civil, resulta aterrador.
En esta trama de corrupción que rodea a Sánchez y al PSOE ya más de uno tiene cara de que le matan al final de la película.
Y para terminar, propongo que, por respeto a los fontaneros, dejemos de llamar así a esta especie de la que hablamos, y les denominemos como lo que son, sicarios. O sicarias, como esta Leire de Portugalete, el pueblo de Patxi López.
