LA FISCALÍA DE DONOSTIA Y KOTE CABEZUDO

Ha habido movida y movimientos en la oscuridad para sacar a Kote Cabezudo de prisión, que nosotros siempre sacamos a la luz. La pasada semana el Tribunal señaló para el viernes 16 la vista por la petición de la acusación particular para elevar la prisión provisional hasta que sea firme la sentencia de la causa principal, en la que ahora mismo está en libertad provisional. Hasta principios de 2023 Cabezudo cumplirá condenas por sentencias firmes de las piezas separadas por diferentes delitos como obstrucción a la Justicia y otros similares.

Tras eso, si no se prorroga la provisional de la causa principal, Cabezudo se irá a su casa. Lo cual sería el penúltimo escándalo de este caso. La ley admite la posibilidad de prorrogar la prisión provisional hasta la mitad de la condena impuesta en sentencia. Es decir, podrían y creo que deberían, prorrogarla durante seis años más (hasta un total de diez).

En la Fiscalía de San Sebastián, donde se lee It Magazine con precisión (deberían suscribirse), el fiscal jefe es el señor Calparsoro. Un fiscal con buen currículum profesional que opta por un traslado al Supremo, a Madrid, a una Sala de lo Militar. Pero he aquí que la teniente fiscal, Mercedes Bautista, mujer de carácter y con mucho mando en la Fiscalía, opta a la misma plaza que Calparsoro. Me dicen en el Supremo y en la Fiscalía General que para ganar méritos políticos, ya que los profesionales no le dan, lleva semanas detrás de ocuparse ella del Caso Kote Cabezudo.

Es curioso las ganas de algunos fiscales por ir a esa Sala Militar del Supremo. Lo tiene solicitado Lola Delgado y lo tienen solicitado para el mismo destino Calparsoro y su segunda, Mercedes Bautista, además de otros 14 juristas. Me dicen literalmente que “hay hostias por lo Militar” entre algunos fiscales. Todos ellos de la misma cuerda, y no me refiero a cuerda de presos, por ahora.


La Fiscalía al servicio de Kote Cabezudo y no de las víctimas

Así las cosas, cuando el magistrado Maeso decidió avisar a la Fiscalía de San Sebastián para que dijeran qué día les venía bien que se celebrara la vista para decidir sobre la prisión de Cabezudo, la señora Bautista, Doña Mercedes, Merche para los amigos, que no es mi caso, le dijo a Maeso que el viernes 16. Esto después de comprobar que era el día que el fiscal encargado del caso, Jorge Armando Bermúdez, no trabajaba por tener día libre tras realizar una guardia semanal en Irún entre los días 6 y 12. Además de tener un cita médica ineludible.

Los lobos de San Sebastián no se cortan. Pero el fiscal jefe Calparsoro, como Jorge Armando Bermúdez, es un hombre honrado, y seguramente advertido por éste de la maniobra de la Teniente Fiscal, se dirigió por escrito al Magistrado Maeso, al que los amigos llaman Tito, para decirle que no se podía celebrar esa vista sin Bermúdez, que es el encargado del caso en virtud de un decreto de designación firmado por Lola Delgado el 27 de marzo de 2020 que no ha sido revocado. La jugada de los lobos era clara. Ya la han practicado en el pasado. Apartan a Bermúdez, va la teniente fiscal, en su día Rebollo, hoy Bautista, los mismos perros con distintos collares, y pedimos la libertad, que es lo que necesita Tito para concederla. Y los palos se los lleva Bermúdez que es el encargado del caso. 

Fuentes de la Fiscalía General y del Tribunal Supremo me comentan dos hipótesis. “Igual Bautista pensaba solicitar la libertad de Cabezudo como en su día Rebollo, para ganar puntos ante el sector progresista que maneja los hilos. O igual, ella que da lecciones de persecución de quienes cometen delitos sexuales, solicitaba prisión como la acusación particular y si Maeso la concede trata de apuntarse ella un tanto frente a las víctimas”. Dos hipótesis plausibles.

En ambas se evidencia que los jefes le tienen puesta la proa a Jorge Armando Bermúdez, que sigue sin plaza de garaje, y quien espero que algún día se atreva a contar la verdad. Sí, toda la verdad y nada más que la verdad de las cosas que sabe que han pasado en este caso, después de explicarle cara a cara y una a una a las víctimas por qué la Fiscalía no recurre la Sentencia. Bermúdez, que apuntaba a fiscal jefe de Guipúzcoa, lo tiene crudo. Los lobos de San Sebastián muerden a quien no se pliega a ellos, y le tienen puesta la proa. Son malos enemigos, pero a este tipo de lobos no hay otra que plantarles cara, a pecho descubierto.


Los lobos de San Sebastián se retratan de nuevo

Existe una tercera hipótesis. La que me traslada una fuente muy cercana a Cabezudo. Lo de la teniente Fiscal Bautista para pedir su libertad ha tratado de ser una operación en plan “Salvar a la soldado Domeño”. A Kote se le empieza a terminar la paciencia y habría hecho saber que o se soluciona lo suyo ya, o será él y no el testigo Antxón Massé quien explique con todo lujo de detalles cómo su mayor fan, el marido de la Magistrada Yolanda Domeño, participaba en lo de penetrar a niñas en su estudio, y cómo Yoli y Pepelu (que así los llamaba Cabezudo) disfrutaban de aquellas fiestas para adultos a las que él obedientemente llevaba “carne fresca” para que los poderosos que acudían a la mansión de Víctor Bravo Durán la devoraran.

Este lenguaje nauseabundo no es de mi cosecha. Es el que empleaban los lobos de San Sebastián en referencia a las víctimas de aquellas canalladas, sí. Después de que la semana pasada les contara aquí las últimas novedades del asunto y como a Bermúdez le han tumbado lo de recurrir ante el Supremo la sentencia, el fiscal jefe Calparsoro, al tanto de todos los detalles, hizo un movimiento con dignidad que echó por tierra la estrategia de los lobos y Tito Maeso señaló la vista para el próximo jueves día 22 a las 11 de la mañana. Andan locos los lobos de San Sebastián, Tenientes Fiscales y compañía por sacar a Cabezudo de prisión y terminarán haciéndolo.

Por ahora la jugada que tenían prevista se ha ido al garete, pero estaremos muy vigilantes de todos sus movimientos para denunciar aquí cualquier otro movimiento que hagan porque nosotros no tenemos miedo a los lobos de San Sebastián, ni a los fiscales ni a los jueces o periodistas con rodilleras. No le tenemos miedo a nadie y no vamos a dejar de cumplir con nuestra obligación.

En breve la Fiscalía y los jueces donostiarras van a tener que retratarse de nuevo, porque este caso de Cabezudo está empezando. Ellos querían darlo por cerrado con la sentencia de Tito Maeso, y preparaban con desvergüenza la salida de Cabezudo. La primera les ha salido mal. Y la segunda, que llegará, les saldrá mal también si nosotros estamos vigilantes y lo contamos. Y así será, cada uno en su papel. El nuestro es enterarnos de las cosas, comprobar su veracidad y contarlas, aunque haya una teniente fiscal, una magistrada, un diputado o un capitán general a quien le disguste. A nosotros no nos van a parar con gritos, amenazas, querellas y demás zarandajas. Nosotros somos gente honrada y no vamos a fallarle a las víctimas ni a nuestros lectores entre los que contamos con los ilustres fiscales de San Sebastián que insisto, deberían suscribirse.

Es lo menos que podrían hacer. Incluso a veces, hasta se enteran de lo que pasa gracias a It Magazine. Insisto, nosotros no fallamos a nuestros lectores. De aquí al jueves 22 estaremos muy atentos a todos los movimientos en la oscuridad y daremos luz a lo que haya, no lo duden. Nuestro único compromiso es con los lectores y con la búsqueda de la verdad. Cometemos errores, seguro, muchos, pero jamás nadie podrá acusarnos de servir a los intereses de nadie. Jamás. Quien espere quebrarnos con amenazas o similares que como Dante a las puertas del infierno, pierda toda esperanza. Sea diputado, magistrada, fiscal, teniente fiscal o presidente de la sala de lo Militar del Supremo. Nuestra libertad no es negociable.

Nosotros tenemos valor, creo que bastante, pero no tenemos precio. Y estamos encantados de que nos lean en la Fiscalía de San Sebastián. No les fallaremos. Por cierto, le he solicitado al fiscal Jorge Armando Bermúdez una entrevista para hablar a fondo de este caso. Su respuesta ha sido que por su parte encantado de concedérmela, pero que tiene que solicitar autorización a sus jefes. Estoy seguro de que le concederán el permiso y podrán ustedes leerla en breve.  


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