Hablamos de explotación laboral y pensamos que eso son cosas del pasado pero todavía en la actualidad nos encontramos con situaciones que podríamos considerar como auténtica explotación. Entendida como recibir un pago inferior al trabajo que se realiza. Esto incluye desde pequeños abusos hasta talleres de trabajo esclavo.
Reconocer esta explotación es fácil. Malas condiciones en el trabajo, falta de salud o seguridad, salario nulo o muy bajo o trabajar muchas horas seguidas sin descanso. Cualquiera de estas causas las entendemos como explotación y no tenemos que pensar en situaciones de otras épocas de trata de esclavos. También puede haber amenazas, violencia o agresiones. En definitiva explotación laboral o explotación sexual se dan en nuestra sociedad, no solo de adultos sino también en menores.
Más de 1000 víctimas de trata y explotación sexual y laboral han sido liberadas en España en 2022. Según datos oficiales, casi 700 personas fueron detenidas por participar en redes de explotación de seres humanos durante 2022. Unas 1180 víctimas de trata y explotación sexual y laboral fueron liberadas en 2022 en España. De éstas 26 eran menores. Estos son datos del Balance Estadístico de 2022 sobre Tráfico y Explotación de Seres Humanos en España.
Casos de explotación laboral durante todo el año 2023
Los casos de explotación laboral se han sucedido durante todo el 2023. En febrero, en Alcoy empresarios explotaban a los trabajadores sin contrato manejando maquinaria peligrosa por 150 € al mes. Y nos preguntamos: ¿cómo es posible esto hoy en día? Pues posible es. Los casos se suceden, distintas ciudades, distintos sectores de trabajo pero mismas condiciones infrahumanas. En marzo un falso empresario explotaba a jornaleros con jornadas maratonianas y sin contrato en Valladolid. O en Ciudad Real, dos hosteleros explotaban a sus empleados, tenían que soportar horarios de 12 horas al día por 500 € al mes.
En Julio de este año encuentran a 40 trabajadores en condiciones infrahumanas en una bodega en Cuenca. Explotados laboralmente por una red criminal viviendo hacinados en una estancia sin las mínimas condiciones de higiene. Misma fecha distinta ciudad, ahora en Málaga donde las víctimas comían y dormían en vehículos. Explotados en la construcción con jornadas de más de 24 horas.
¿Y que hacen las autoridades españolas? De entrada, el Consejo de Europa cree que si bien la Administración española actúa contra la explotación sexual, «se hace mucho menos para detectar e identificar a víctimas de otras formas de explotación, en particular la laboral”. Los expertos del Consejo de Europa señalan que, cuando hicieron su visita el pasado año, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) contaba con una plantilla de 857 inspectores y 1.030 subinspectores. 148 en Cataluña y 50 en el País Vasco.
Eso equivale a una media de uno por cada 19.000 trabajadores, una tasa que está «lejos de la referencia razonable» establecida por la Organización Mundial del Trabajo (OMT), que es uno por cada 10.000. Es decir, faltan inspectores de trabajo. Además se considera que los inspectores no están suficientemente formados. La respuesta del Gobierno español es que «están extremadamente preocupados con la situación”.
Y así están las cosas, casos y más casos en España demuestran que es un problema que preocupa y que hay que ponerle solución. Cuando el Gobierno quiera o pueda… porque tienen cosas más importantes o prioritarias en estos momentos. Confiemos en que estos casos y situaciones vayan despareciendo en nuestra sociedad. En nuestras manos esta denunciar cada situación vejatoria o explotación durante las jornadas laborales de todos.