Llegadas ciertas edades cuando preguntan los años a alguien y la respuesta es “no aparentas la edad que tienes”, puede resultar hasta agradable la contestación. Cuando somos jóvenes deseamos aparentar más edad de la que tenemos. Y ocurre todo lo contrario cuando ya se empieza a sobrepasar la treintena.
Fuera de bromas el argumento de aparentar o no la edad es uno de los que esgrimió el Tribunal para no imponer causa alguna a dos jóvenes de 19 años. Se les detuvo en 2020 en San Andrés y Sauces (Islas Canarias) tras agredir a una menor de 14 años. El juez no estipuló pena para ellos porque declaró que las relaciones sexuales habían sido consentidas por la menor. Y además ésta no aparentaba la edad que tenía. Se entiende que si no aparenta la edad que tiene puede confundir a los jóvenes mayores de edad. Y forzarla sexualmente o no, es un daño colateral.
Sin sacar demasiado las cosas de contexto diremos que el argumento es tan débil como insultante. Tal y como explican algunos medios de comunicación es probable que abra un debate jurídico que llegue a salpicar otros casos mediáticos que actualmente -aclaran-, se dirimen en los tribunales canarios.
Al ser preguntados en el juicio los dos jóvenes acusados aludieron a la “actitud adulta de la menor», tanto en sus expresiones como en su conversación. Lo cual sirve para alegar que ese parecer ser pero no ser en realidad, pudo dar lugar a confusión y sin dudarlo, los jóvenes se lanzaron a la piscina.
En cualquier caso aparentase o no más edad, la menor contaba entonces con 14 años. En España la edad mínima para entender una relación sexual como consentida es de 16 años. Todo lo que ocurra por debajo de esta edad puede llegar a estar penado con prisión de hasta 9 meses. La ley entiende que un menor de 16 años no tiene capacidad para consentir. A no ser que la relación sexual se produzca entre personas con edad y madurez similar. ¿Dónde ha quedado entonces la coletilla del “no aparenta la edad que tiene”?
El insultante argumento de «no aparenta la edad que tiene»
Canarias es también la cuna del llamado caso «18 lovas». Varios adultos están siendo procesados por prostitución de menores. Algunos alegaron durante el juicio no tener conocimiento de la edad real de muchas de las chicas que evidentemente, no llegaban ni por asomo a los 18 años. Este caso es llamativo también porque dos de las menores que asistían voluntariamente a la finca donde se destapó la trama llamada “18 lovas”, falsificaron su edad en sus perfiles en redes sociales. Tal y como confirmaron fuentes de la Policía Nacional, entraban desde hace tiempo en discotecas para mayores de edad sin que su apariencia llamase la atención al personal de seguridad. De pedirles el documento nacional de identidad ya ni hablamos. Probablemente “los puertas” pensaron al verlas que si eran menores “no aparentaban la edad” que realmente tenían. Así que vía libre y para adentro.
Ya en la provincia de Zaragoza un joven de 23 años se encuentra actualmente en la cárcel de Zuera. Está acusado de abusar sexualmente de una niña de 11 años. El abusador declaró en su defensa que la niña aparentaba más edad de la que realmente tenía. Reconoció que las relaciones que mantuvo con la chiquilla fueron consentidas. Aunque en realidad la pequeña no dudó en contárselo todo a sus padres. Salió del portal de su casa con intención de dirigirse a un supermercado cercano. El individuo la obligó a meterse de nuevo en el portal y ahí cometió el abuso.
La niña por mucha edad que aparentase es difícil que su capacidad madurativa pudiera estar cerca de los 23 años del agresor. Once años no son catorce y mucho menos 18, o algún año para arriba o para abajo que pueda acercarse a la mayoría de edad. Pero aún así “aparentaba más edad” de la que tenía.
Suena a chiste pero son realidades como templos que ocurren en nuestro país. Si indagamos un poco más seguro que siguen saliendo casos hasta de debajo de las piedras. ¿Hasta cuándo vamos a seguir admitiendo argumentos tan banales como el de aparentar más años para blanquear el abuso a un menor?