Salvador Viada Fiscal del Tribunal Supremo se jubila. Y ha concedido una entrevista a «El Confidencial» antes de irse. Nada de lo que denuncia nos es ajeno a ninguno de los que batallamos a diario en los Juzgados. Pero impresiona leerlo por boca de alguien con su extraordinario curriculum e impresiona mucho más aún verle tirar la toalla frente a una batalla que, aunque no lo diga, da por perdida.
La jubilación no le llega de manera forzosa. Salvador Viada podría seguir tres años más ejerciendo su labor. Pero se evidencia que no quiere verse arrastrado por la denigración de la institución a la que pertenece. Una institución que tiene una estructura jerárquica. Esto significa que quien está por encima de ti, impone su criterio al tuyo. Y por encima del imputado Fiscal General del Estado no hay nadie. El titular que da en su entrevista resulta escalofriante.
«El Estado de Derecho que conocemos está en trámite de demolición» (Salvador Viada – Entrevista El Confidencial)
La función constitucional de un Fiscal, por encima de todas las demás, es la defensa de la legalidad, esto es el Estado de Derecho. Sí un Fiscal del más alto Tribunal de Justicia, que debe ser garante de la defensa del Estado de Derecho, nos dice que eso que él debiera defender está en trámite de demolición… ¿qué esperanza nos queda?
Salvador Viada denuncia la politización de la Fiscalía
El Fiscal Salvador Viada sabe que la Fiscalía General ha dejado de ser del Estado para pasar a ser del Gobierno. El imputado García Ortiz ya no se debe a la legalidad, sino a su Sanchidad el presidente del Gobierno. Y pudiendo el Fiscal General del Estado imponer su criterio (que siempre va a ser el de Sánchez) a cualquier subordinado, efectivamente el Estado de Derecho queda demolido. Habrá quien me diga que cualquier Fiscal puede invocar el artículo 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal para negarse a obedecer una orden ilegal… Ya. Déjenme que les cuente una anécdota.
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En una de las tantas causas penales que he llevado en defensa de víctimas de delitos contra la indemnidad sexual, al Fiscal actuante su superior le conminó a obrar en contra de la ley. En mi ilusa concepción de los principios que para cualquiera deberían estar por encima de todo, le dije: «tienes que invocar el artículo 27 del EOMF». Su respuesta la tengo grabada en la cabeza: «Mario, soy funcionario, me voy a pasar aquí el resto de mi carrera. Si invoco el artículo 27 mi vida profesional se convertirá para siempre en un infierno».
Así que en la práctica los Fiscales honrados solo tienen dos salidas: irse anticipadamente como Don Salvador Viada, o tragar y buscar la forma de surfear a los superiores corruptos de la forma más digna posible. Y fin. Así es como se demuele un Estado de Derecho.