La organización Intermón Oxfam decía en 2022 que la inflación afectaba más a los hogares más empobrecidos. Nada menos que un 30% más. Hacía comparativa poniendo sobre la mesa cómo afectaba la subida en el precio de determinados productos en contraste con cuáles habían sido entre el año 2020 y 2021 el crecimiento y el incremento de ingresos de las mayores empresas energéticas en nuestro país.
Los hogares más pobres son los más afectados por la inflación
La inflación ha continuado desde entonces y ya en 2023 empezó a verse que la escalada en los precios estaba provocando que muchas familias no pudieran, por ejemplo, ni mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Algo que no ocurría en hogares más acomodados. Según la Encuesta de Condiciones de Vida que por aquel entonces publicó el INE, mostraba la doble cara que tiene la pobreza en España. No hablamos de incremento en el número de indigentes, sino de hogares que tienen serias dificultades para llegar a fin de mes, incluso teniendo empleo.
Según ESADE, en 2024 la inflación afectó a productos como el gas, las bebidas alcohólicas, la electricidad y el tabaco. Y, además, también de forma muy notable al sector de la restauración y a los hoteles. El transporte se vio beneficiado por las políticas encaminadas a paliar los efectos de la subida de los precios, algo que ha dejado de ocurrir en gas y electricidad. Y que como afirman los expertos, el encarecimiento de algo tan básico como los alimentos frescos ha hecho que haya más personas en España que no pueden comer carne o pescado que las que no pueden permitirse, por ejemplo, comprarse un ordenador portátil.
Hogares en situación de pobreza severa
Muchas familias viven al día. Algunas sueñan con que el salario mínimo interprofesional suba más porque es lo único que esperan. Otras, con la reducción de la jornada laboral, pero con un pie más detrás que delante, no vaya a ser que con trabajar menos, se cobre también menos. Tal y como indican desde el INE, en 2023 se registró el número más alto de la historia en cuando a hogares en situación de pobreza severa. Una situación que alcanza a nada menos que el 9% de los hogares en España.
Las rebajas fiscales y los subsidios habían facilitado desde prácticamente 2021 que a muchos hogares no les supusiera tanto la subida del gas y la electricidad, además del resto de productos del consumo diario ni fuera más que un hachazo en sus economías domésticas. Pero 2025 prevé que el IVA en determinados productos regrese a cifras anteriores. Todo sube y el bolsillo se resiente. Aunque quienes más lo van a notar son los hogares más pobres.
La previsión no es optimista. Como indican desde ESADE, en enero de este 2025 el IVA a la electricidad ya “han vuelto a su nivel normal y se esperan rebajas considerables en la bonificación de los bonos sociales”. Pero a esto hay que añadirle que “si además en 2025 se retiran otras rebajas fiscales a los alimentos (como aceite de oliva) entonces la imagen de 2025 será muy probablemente peor que la de 2024 en términos de regresividad”. ¿Qué quiere decir esto? Que los más pobres sufrirán más la subida de todo y que su bolsillo tendrá más agujeros que antes. Quizá los mismos, pero serán, desde luego, más grandes.