Vaya por delante que no me gusta ni me interesa el fútbol femenino. Menos aún desde el caso de Rubiales y Jenni Hermoso y la utilización política del mismo por parte de la izquierda y el feminismo institucional, que están haciendo mucho por acabar con el escaso interés que despierta así en general.
Me entero a través de mi amigo Manuel Merinero, uno de los pioneros en el fútbol femenino en España, fundador del Club Deportivo Tacón, de que la alcaldesa socialista de Getafe Sara Hernández, ha solicitado al Getafe Club de Fútbol, que es una sociedad anónima deportiva, que “cunda con el ejemplo” (sic) y cree un equipo femenino a la par que el masculino “para que se ponga al nivel de equipos de primera que si tienen equipo femenino”.
Una alcaldesa que se extralimita en sus funciones
Esta alcaldesa del PSOE es la misma que retiró al estadio municipal de Getafe el nombre de “Alfonso Pérez Muñoz”. Estadio que llevaba en honor al popular futbolista getafense. Uno de los más deportistas más laureados de la ciudad, por haber hecho unas declaraciones en las que decía que el fútbol femenino ha evolucionado, pero no se puede equiparar con el masculino en lo referente a los ingresos de las jugadoras porque no generan lo mismo que los hombres.
Ahora la señora Sara Hernández se dirige en tono autoritario al Getafe Club de Fútbol, una entidad privada, para que cree un equipo femenino. El Getafe, en 2019, negoció con el C.D.Tacón F.C. para fusionarlo con el Getafe S.A.D., pero finalmente el C.D. Tacón hizo la operación con el Real Madrid. El año siguiente, Angel Torres, eficaz presidente del Getafe S.A.D. estuvo a punto de hacerse con el Olímpico de Madrid. Solicitó ayuda económica al Ayuntamiento, que se la negó, y no pudo finalmente cerrar la operación.
La alcaldesa Hernández se extralimita en sus funciones. No es nadie para decirle al Getafe S.A.D. lo que tiene que hacer. Que ella, con su dinero, cree un equipo femenino en Getafe para que compita en Primera División, ya que considera que eso es importante. Por otra parte, en Getafe ya hay dos equipos exclusivamente femeninos. El Club Deportivo Getafe Femenino, y el Getafe Féminas. Ninguno de los dos ha hecho los méritos suficientes aún para llegar a Primera División. Igual la alcaldesa, con el apoyo del Ministerio de Igualdad, maneja algunos hilos para que alguno de ellos llegue a Primera por decreto. Ahora que se han quitado de en medio a su ex- amigo Rubiales de la Federación.
El fútbol femenino: no hay viabilidad económica
Alfonso Pérez tenía razón. Los clubes femeninos son deficitarios porque no generan ingresos suficientes para mantener la estructura. El presupuesto de un club de 1ª División femenina va de 1,5 millones de euros los más modestos a más de 10 millones el Barcelona. En 2022 el Consejo Superior de Deportes analizó los clubes femeninos de fútbol. Y TODOS los equipos presentaron un resultado negativo, acumulando pérdidas de 20 millones de euros. A la cabeza de las pérdidas, el Real Madrid, con más de 3 millones.
En las categorías inferiores los presupuestos van de los 600.000 euros en la primera Federación a los 350.00 de la Segunda Federación. Los ingresos de esos clubes proceden en un 60% de aportaciones de los propietarios. Un 32% de subvenciones de la Federación Española de Fútbol y solo un 8% de patrocinadores. Es decir, que los clubes femeninos de fútbol o las secciones femeninas de los masculinos no tienen capacidad para generar los ingresos que les permitan ser viables.
Así de sencillo, por más balones de oro que ganen Alexia Putellas o Aitana Bonmatí y por más títulos nacionales o internacionales que ganen el Barca o la Selección Española. Angel Torres, presidente del Getafe S.A.D. le respondió educadamente a la alcaldesa: “Somos una empresa privada y nosotros decidimos lo que tenemos que hacer y cuando hacerlo”.
Por mucho que se empeñe el feminismo institucional, mientras que los equipos de fútbol femenino no sean capaces de generar ingresos para mantenerse a flote, los salarios de las jugadoras no pueden aproximarse a los de los futbolistas masculinos. Y tratar de obligar a una empresa privada a actuar como quiera una alcaldesa es propio de regímenes autocráticos. Insisto, que la señora Sara Hernández constituya una Sociedad Anónima Deportiva, aporte su dinero o el de sus amigos, y monte un equipo. Seguro que ella consigue la pasta y llega a Primera. Acostumbrada a la política española le debe parecer muy sencillo.
Por más que se empeñe la señora alcaldesa, si la gente no acude a los estadios a ver partidos de fútbol femenino y los equipos no generan audiencia en televisión, no hay viabilidad económica. Y por ahora no se puede obligar a un ciudadano a que le guste el fútbol femenino. Un deporte gusta o no gusta a la gente, atrae o no a los espectadores, sea masculino o femenino. Por ahora el futbol masculino moviliza masas en todo el planeta y el femenino no. Le guste o no a la señora alcaldesa y al Ministerio de Igualdad.