La sociedad vasca es mayoritariamente conservadora y tradicional. Durante los años de plomo etarra no fue un ejemplo de valentía. Los partidos que se han turnado en el Gobierno de España en democracia, PSOE y PP, han sido incapaces de que el Estado tuviera una presencia verdadera allí. El PSOE de González dedicó los recursos públicos en vez de a pertrechar adecuadamente a la Policía y la Guardia Civil para luchar contra ETA a organizar una banda de asesinos y a llevarse el dinero de los Fondos Reservados a casa. Durante años, los partidos nacionales han propiciado, por interés, el gobierno del PNV, autodenominado nacionalismo moderado.
Elecciones autonómicas en el País Vasco
El 21 de abril se celebran unas elecciones autonómicas importantísimas. Todos los indicios apuntan a una victoria del PNV con EH Bildu muy cerca en votos, y con el PSOE como muleta de quien gobierne. Será el PNV. EH Bildu ya cuenta con ello, y prepara la factura para seguir apoyando a Sánchez en Madrid. Gobiernen PNV o Bildu representan prácticamente lo mismo. A ambos les sobran el PSOE y el PP. El PP parece que subirá algo en votos, y el anuncio de campaña que han hecho atina con esa txapela gigante que cubre a los vascos como si todos ellos fueran uno solo. Veremos en las urnas cuantos vascos quieren salirse de ese cobijo identitario y excluyente.
El PNV representa un nacionalismo étnico, racista y sectario, bien definido por Sabino Arana. Los vascos como una raza, los españoles como extranjeros. Pero mire usted por donde esta vez presentan a un candidato como Manuel Pradales, al que llaman, claro, Imanol, que tiene ocho apellidos españoles. Ya saben que el lema del PNV es “Dios y leyes viejas”. Y como lema de esta campaña electoral han escogido “Indar Berria”, que traducido significa Fuerza Nueva.
El PSOE tiene decidido apoyar para formar gobierno al PNV. Han estado meses negociando con EH Bildu, que apoya a Sánchez en el Congreso de los Diputados. Y finalmente, una vez más, han optado por apoyar al nacionalismo autodenominado moderado. En Bildu lo tienen asumido, e incluso dicen entenderlo. Pero, sabedores de que Sánchez les necesita, le están preparando una factura que va a ser dura. Con salida importante de presos, Txapote incluido. Y salida con honores, no a escondidas y pidiendo perdón. No, Salida con homenajes y alguna cosa más que nos helará la sangre.
Buldi presenta a Peio Otxandiano. Decidieron no presentar a Otegui. Otxandiano era director de programa de Bildu, y persona de la máxima confianza del secuestrador Otegui. Su partido dice del candidato que “está muy comprometido políticamente con el proceso de construcción nacional y social de Euskal Herria y el impulso del euskera”. O sea, que nada comprometido con los valores democráticos, y muy comprometido con el supremacismo racial de los suyos y la exclusión de los discrepantes. No se descarta que el tal Pradales le conceda incluso alguna consejería en su Gobierno.
Fuerza Nueva: himno de la raza vasca
Lo de Fuerza Nueva parece una broma en un partido como el PNV que lleva una eternidad gobernando el País Vasco como un cortijo. Quizá eligieron el nombre en homenaje a la Fuerza Nueva neofranquista de Blas Piñar. O queriendo decir que colocan a un nuevo candidato como Pradales, un desconocido hasta la fecha excepto para los muy cafeteros peneuvistas. No creo que Pradales modifique el Gora ta gora, himno oficial del PNV convertido en 1983 en himno oficial de la Comunidad Autónoma, cuyo nombre oficial es Eusko abendaren ereserkia, o sea, “himno de la raza vasca”, aunque los legisladores omitieron la palabra “raza” en su versión en español.
El PNV, junto a Junts el partido más de derechas que hay en España, ha escogido un lema que le viene al pelo. Pero de nuevos no tienen nada, representan lo más rancio de nuestra política, son mas viejos que la tana y les tenemos muy vistos, sabemos de qué van. Si gobernara Bildu la nación vasca se construiría a fuerza mayor. Con el PNV se seguirá construyendo por el camino de las reformas estatutarias y el traspaso de competencias.
Y el PNV no deja de hablar de la “agenda oculta” de Otegui, de quien trata de alejarse al máximo, pero no va a hacer olvidar que por muy elegantes que se pongan Manuel Pradales, Aitor Esteban y Andoni Ortuzar forman parte de ese grupo de partidos que apoyan a Sánchez, o sea, que van de la mano de Podemos, Sumar, Junts y ERC. Bildu, con el tal Otxandiano, trata de presentarse como un partido verde y ecologista como si no tuvieran nada que ver con ETA. Y Txapote y el resto de los presos a los que les queda condena por cumplir esperando las llaves, que llegarán pronto. Y a las víctimas que les den. Una vez más. Fuerza Nueva, dicen. Pues vale.
