Esto se está escapando de las manos. La famosa Ley que permite a cualquier ciudadano mayor de 16 años cambiarse de sexo en el Registro Civil sin consentimiento paterno ha resultado ser un fraude, o eso es lo que está generando en las últimas semanas. Muchas muchas dudas, más de las que había antes. Porque ahora hay datos y casos de posible fraude o estafa respecto a esta Ley. Al Ministerio de Igualdad se le ha ido de las manos, pero mucho. Hace un año que entró en vigor esta Ley con toda la polémica que generó y a día de hoy la sigue generando. Las palabras de la ex ministra Irene Montero han ido perdiendo credibilidad.
Los datos están encima de la mesa. En un año se han contabilizado más de 5000 cambios en toda España. El 60% de esos cambios, la transición se hizo de hombre a mujer. En el año 2023 se han multiplicado por cuatro los cambios de sexo. Un 61,49 % fueron hombres que cambiaron de sexo a mujer. Un 38,51 % fueron mujeres que decidieron ser identificadas como hombres. Cuatro veces más que en el año 2022.
¿Fraude en el cambio de sexo para conseguir beneficios por ser oficialmente mujer?
Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), toda persona de nacionalidad española mayor de 16 años puede solicitar por sí misma el cambio de sexo en el Registro Civil. Allí, los funcionarios te facilitan un formulario de disconformidad de sexo que debes rellenar marcando el género con el que te sientes identificado. Todo sin necesidad de acudir acompañado por un mayor de edad ni aportar documentos firmados por sus padres. Desde que entró en vigor esta situación hubo un colapso los primeros días. La cifra de hombres era cuarenta veces mayor que el de las mujeres. Algo que se suponía que no se podía dar, pues se estaba dando.
En su momento Irene Montero declaraba que : “no va a haber ningún hombre en nuestro país que busque ir al registro a decir que es una persona que no es para disfrutar de unas supuestas ventajas”. Pues una vez más se equivocó. Desde el primer momento en las redes sociales varones afirmaban que irían a cambiar su sexo para obtener los beneficios de las mujeres. Sencillo. Pueden, les está permitido, pues van y lo hacen.
Según trabajadores del Registro Civil, entre los cambios ya realizados se han encontrado a muchos miembros de la Policía Nacional, Local y Guardia Civil o de las Fuerzas Armadas que revirtieron su sexo. En cuanto a los realizados por mujeres, aseguran que son diferentes al de los hombres, ya que en el caso de ellas va acompañado de un cambio de nombre. En el 99% de los hombres, no lleva consigo la modificación de su nombre masculino.
Este es el caso de Ceuta, donde la Ley Trans está dejando un fenómeno extraño. Desde que la norma entro en vigor en marzo del año pasado, 37 hombres han cambiado su sexo al femenino pero mantienen su nombre y su estado civil actual. Es decir, siguen viviendo con sus parejas e hijos. Se trata de funcionarios miembros del ejército español, Policía Nacional, la Guardia Civil y la policía local de Ceuta con edades comprendidas entre los 40 y 50 años. Se habla de fraude y estafa. El caso de Ceuta es particularmente llamativo debido a su alta concentración de personal militar y de seguridad, lo que ha facilitado la difusión de esta práctica.
Para ser más concretos, en Ceuta se han registrado un total de 49 cambios de sexo. Ocho de ellos han sido de mujeres que han cambiado el sexo a hombres, cambiado el nombre, y, por lo tanto, han pasado de tener nombres femeninos a nombres masculinos. Los 41 restantes han pasado de ser hombres a mujeres. De estos, solo 4 han cambiado de nombre. Así que los 37 restantes han mantenido su nombre. Esto representa un 75,5% del total de la población que ha utilizado la ley Trans.
Situación que genera crispación e indignación
Se trata de personas que no están cambiando su sexo por motivos reales sino para conseguir beneficios por el hecho de ser oficialmente mujeres. Al no existir la obligación de ningún documento o informe, (cosa que si era necesaria antes), ahora es difícil combatir el posible fraude. ¿Y cuales son estos beneficios? Además algunos de los casos de hombres que han cambiado de sexo manifiestan abiertamente que lo hacen por motivos de beneficios o por temas ideológicos, para ir en contra de la Ley.
Pues ser oficialmente una mujer aporta más posibilidades de cara a las promociones internas y podrían beneficiarse de las medidas de acción positiva pensadas para incrementar la presencia femenina en algunos puestos de trabajo, así como en el cuerpo de mandos. Respecto a las oposiciones, las pruebas físicas son menos exigentes para las mujeres que para los hombres. Además, las opciones para conseguir un puesto de trabajo son más altas si se registran como mujer y no como hombre.
Esta situación crea enorme crispación e indignación. No solo por el número significativo de casos, sino también por las implicaciones que tiene respecto al acceso a beneficios y derechos reservados para las mujeres, sobre todo en el ámbito laboral y en procesos selectivos dentro de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad. El caso de Ceuta destaca por la aparente intención de algunos hombres de aprovecharse de esta Ley con objetivos que se alejan mucho de la protección y reconocimiento de las personas trans. Estro nos lleva a plantearnos sobre la manera de revisar y proteger el uso de esta Ley.
De hecho, ya en los juzgados de esta ciudad autónoma se han topado con el primer caso fraudulento de un empleado público de la Administración local. El detenido y encarcelado por presuntos malos tratos a su mujer ha sido un hombre que cambió el pasado año su sexo registral. Esto es lo que tenemos. Veremos si hay más casos y la posibilidad de proteger el uso fraudulento de esta Ley.
