Lo de Koldo y Abalos se sabía. Lo habían contado el activista Alvise Pérez y Alvaro Nieto y sus equipos en Vozpópuli y The Objective. Y convendría ser precisos y dejar de hablar del caso Koldo o del caso Abalos y hablar del Caso Sánchez, que era y es el jefe de la cosa. Koldo es un portero de una casa de putas que terminó de mano derecha de un ministro previo paso por una concejalía. Lo de cortar troncos es una anécdota en su carrera. Primero se arrimó a Santos Cerdán. Sí, el hombre de confianza de Sánchez, el que viaja cada semana a Waterloo a negociar con el prófugo.
¿Dónde se conocieron Santos Cerdán y Koldo? Yo he conocido a varios porteros de casas de putas y a todos ellos los he conocido en esas casas de putas. Santos Cerdán colocó a Koldo de concejal en Navarra y años después se lo endosó a Abalos. Pensó atinadamente que encajarían bien. Y con Abalos, Koldo prosperó. Fue consejero de una empresa pública, Renfe Mercancías, acompañaba al jefe en sus viajes con sobres llenos de billetes de 500. Y, metidos en harina (aún no ha salido a relucir la farlopa, pero saldrá), se dedicó a cobrar comisiones ilegales vendiendo mascarillas en la pandemia.
Abalos y sus ansias de poder
Abalos nació en Torrent (Valencia), su padre era torero, apodado “Carbonerito”. Él se diplomó en magisterio, pero era de esos niños que de mayor no querían ser futbolistas, médicos o abogados, él quería mandar. E intuyó que en la política le iba a ir bien. Militó en el Partido Comunista de España pero en 1981 lo dejó y se afilió al PSOE. El buscaba poder real. Desde dentro del partido, logró pronto llegar a jefe de gabinete del delegado del Gobierno en Valencia, y después jefe de gabinete del consejero de Trabajo valenciano. Desde el poder ejecutivo provincial alcanzó la secretaría general de la agrupación socialista de Valencia.
Después concejal del Ayuntamiento y hasta que consiguió ser diputado. En Madrid comenzó a moverse para seguir subiendo. Se hizo famoso en su intervención en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Desde la tribuna del Congreso, bajo la atenta mirada del jefe Sánchez, acusaba a Rajoy de haber llenado la política de corrupción.
Enseguida Abalos detectó en Sánchez a un líder carismático que podía satisfacer sus ansias de poder. Metido ya en la batalla por el control del PSOE, Santos Cerdán le endosó a Koldo. Y, Abalos designo al portero de casas de putas como hombre de confianza, chico para todo. Quien tiene un chico para todo, ya se sabe. Y Koldo ahí estuvo, al calor de Abalos y de Sánchez. Sánchez conocía el paño, porque en la familia de su señora se manejaban con las saunas gays, y tenía a Koldo en alta estima. No era cosa solo de Abalos.
Hasta el punto de que en el primer libro que le escribió la negra Lozano, Sánchez relataba la batalla de las primarias socialistas en estos términos literales: “El día de la entrega de los avales era el 4 de mayo. Las dos noches anteriores Koldo, un miembro de la candidatura, se quedó a dormir en la oficina para custodiarlos. Como anécdota, valga contar que una vecina del edificio le ofreció su baño para que se duchara porque él no quería dejarlos sin vigilar un solo momento”. Y, más aún, Sánchez, en su cuenta de Instagram, escribió de Koldo también: “Pamplona nos descubrió a uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras. No obstante, este guerrillero de grandes dimensiones físicas, y corazón comprometido, es un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. Es el último aizkolari socialista”.
Sánchez sabe «todo»
Este tipo de delincuentes caen siempre por lo que hacen con la pasta que se han llevado. Koldo podía haber caído por comprarse un Cadillac rosa como el de “Uno de los nuestros” de Scorsese. Pero, asesorado por su jefe, se arrimó a Valencia, y se compró algunas casas a nombre de su hija de 2 años. Y por ahí le han pillado. Cuando se conozcan los detalles del sumario van a salir cosas muy feas. Mucho. Y muchas.
Pero un presidente de Gobierno que admite y apadrina que un delincuente fugado asesorado por un condenado por terrorismo redacte la ley que les va a amnistiar no se va a cortar un pelo en buscarle una salida a un hombre que le sirvió sin miramientos. Se lo cargó del Gobierno de mala manera y sin dar explicaciones porque la explicación era esta, porque Sánchez sabe todo. Y ahora tienen un chivo expiatorio cojonudo en Koldo. El portero de las casas de putas que era un referente para el presidente.
No es un elogio cualquiera. “Un referente en la lucha contra la crisis y contra la derecha”. O sea, un antifascista de la sanchosfera. Pero lo malo es que Koldo luchaba contra la crisis, al abrigo de Sánchez, trincando ilegalmente dinero público. Encaja que el yerno de un jefe de saunas intime con un portero de casas de putas. Lo que no encaja es que ahora haga como si no le conociera.
Abalos se pasó el sábado por la Sexta a defenderse. Los de la Sexta llevaron para confrontar a un corrupto a Miguel Angel Revilla, el de Cantabria. Para partirse la caja. Desde el PSOE le insisten a Abalos para que abandone su escaño de diputado. Abalos se resiste, dice que nones y por ahora ahí sigue. Esta película ya la hemos visto. Aguanta en el escaño mientras negocia amparo, protección y una salida.
Los hilos del presi, su fiscalía y sus contactos
Sánchez sale a ponerse estupendo y dice el que la hace la paga y que luchará contra la corrupción caiga quien caiga. Pero ya sabemos que en el PSOE de Sánchez el que la hace primero se lo lleva calentito y después le colocan. Ahí tienen, como exponente máximo a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, los de los ERE. El mayor caso de corrupción de la historia de España, el robo del dinero para los parados para gastárselo en putas y cocaína. Chaves presidente del PSOE del 2000 al 2012 y Griñán presidente del PSOE de 2012 a 2014. Y Chimo Puig, conocidos sus escándalos en Valencia, al que ahora van a colocar de embajador de España en la OCDE, con sede en París.
Abalos terminará dejando el escaño, pero olvídense de que tire de la manta. No tiene manta y sabe que le conviene negociar, porque sabe cómo funciona este gang. Como Tony Soprano, tiene bien aprendido que “no se caga donde se come, y mucho menos se caga donde come el jefe”. El ha cagado donde no debía. Como la vecina que le ofreció la ducha a Koldo cuando custodiaba los avales (¡¡como estaría el hombre!!), Sánchez le ofrecerá a Abalos una ducha para limpiarse la mierda.
Sánchez maneja muchos hilos. De entrada, a través de su fiscalía y otros contactos, consiguió que la Audiencia Nacional no activara la operación de registros y detenciones hasta después de las elecciones gallegas. Después evitó que a Abalos le detuvieran. Y ahora ya sabemos también lo que va a pasar. A Koldo no le va a quedar más remedio que comerse el marrón, Abalos se librará y cuando empapelen a Koldo saldrán los dos a presumir de decentes. En estas películas siempre hay uno que se come el marrón para que los de arriba se libren. En este caso Sánchez, como en tantos otros, la únicas decentes eran las putas.