EN EL ADIÓS DE MAZÓN

Carlos Mazón, presidente valenciano, renunció finalmente un año después de la Dana, dijo adiós y reconoció por fin que cometió errores, pidió perdón por ellos y afirmó que “ninguno de ellos fue por cálculo político o mala fe”.

229 seres humanos perdieron la vida el 29 de octubre de 2024 en la terrible Dana. Carlos Mazón reaccionó de forma lamentable aquel día, no estuvo donde tenía que estar, no dijo la verdad en varias ocasiones sobre lo que había hecho esa jornada fatídica y se empeñó en no dimitir, pensando que el tiempo jugaría a su favor.

El “funeral de Estado” se convirtió en un akelarre de odio contra Carlos Mazón que me pareció inadecuado

Ese 29 de octubre fueron muchos los que no estuvieron en su lugar. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, estaba en la India, y no regresó. Teresa Ribera, ministra del ramo, estaba en Bruselas, y allí se quedó. Lo esencial desde entonces no es dónde estaban los responsables políticos, todos, no solo Mazón, sino dónde no estaban. No me parece necesario saber qué hicieron ese día, lo esencial es que sabemos muy bien lo que no hicieron.

Si es ilustrativo saber que la “mayoría progresista”, el día 30 de octubre de 2024, con los cadáveres de la Dana sin enterrar, suspendió la sesión de control al Gobierno en el Congreso, pero votaron y aprobaron una ley parta perfeccionar el asalto partidista gubernamental a RTVE.

El pasado día 30 se celebró en Valencia el denominado “funeral” de Estado por las víctimas de la Dana. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, presidido por los Reyes, a lo que asistimos fue a un akelarre de odio contra Carlos Mazón, que me pareció del todo inadecuado.

Creo que los deudos de las víctimas fueron conveniente y lamentablemente manipuladas en su dolor por políticos sin escrúpulos

“Asesino, asesino, Mazón asesino”, “Mazón a prisión, presidente a Picassent”, “mírame, mírame, ven, acércate”. Y en este plan, a gritos, la mayoría mujeres. Mazón es un político que ha actuado de modo negligente pero no me parece que sea justo llamarle asesino. Por mucho que Mazón hubiera estado el 29 de octubre de 2024 donde debía estar no habría podido detener las aguas ni evitar las muertes.

Tengo escrito que la condición de víctima de algo (de una Dana, del terrorismo, de una violación, de un accidente de tráfico, de un crimen, de lo que sea) no te da la razón en tus argumentos ni justifica cualquier cosa que hagas. Y esas víctimas que convirtieron el acto de Valencia en un akelarre de odio contra Mazón creo que se equivocaron y me temo que fueron conveniente y lamentablemente manipuladas en su dolor por políticos sin escrúpulos interesados en concentrar el odio a Mazón para que no alcanzara a otros.

Mazón tenía que haber estado en su despacho en la cabecera del dolor de los valencianos y los españoles pero no alteró la agenda que tenía prevista que incluía una comida en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Villaplana, una mujer bella a la que iba a ofrecer presidir Canal 9, la televisión autonómica valenciana.

En el akelarre periodístico contra Mazón se llevó la palma, de nuevo Gonzalo Werther Miró, machista e infame

En el akelarre periodístico contra Mazón de los medios sometidos al control del Gobierno se llevó la palma de la desvergüenza, una vez más, Gonzalo Werther Miró en RTVE. Dijo en su programa “Directo al grano”: “De momento no sabemos que pasó en la comida tan larga de Carlos Mazón, no sabemos si estaba despierto, dormido, si tenía los pantalones puestos o quitados, o cual era su tasa de alcohol en sangre. Eso todavía no lo sabemos”. Un comentario indecente, de un machismo que no extraña en representantes de la “mayoría progresista”, infame, impropio de quien presenta un programa que, además, se paga con nuestros impuestos. Diría lo mismo si alguien se preguntara si Miró firmó su contrato con RTVE con loa pantalones puestos o quitados, subidos o bajados.

La clave del desastre del 29 de octubre en Valencia está en los problemas que llevan esperando una solución desde hace demasiados años, como las infraestructuras, el sistema de alertas de la Confederación Hidrográfica, la decisión de paralizar obras que se habían aprobado en un Plan Hidrológico Nacional aprobado por el PP de Aznar en 2001 y después derogado por la insistencia del sector más radical de los progresistas en que habría tenido un impacto ambiental negativo. Toma ya.

La dignidad de las víctimas y sus deudos y la del Estado merecía un acto sobrio, hondo y digno no un acto partidista rebosante de odio

Volviendo al acto de homenaje, creo que es un error insistir desde los gobiernos central y autonómico en denominarlo “funeral de Estado”. Entiendo que los funerales son ceremonias religiosas, y esta era una ceremonia laica, muy respetable, pero a la que algunos fueron a lanzar su odio contra Mazón, nunca contra Sánchez, que tiene muchas responsabilidades y que tampoco estuvo donde debía estar.

La dignidad de las víctimas y sus deudos, y la del Estado merecían un acto sobrio, hondo. Vale que no quisieran un acto confesional, lo respeto, pero convertir lo que llamaron “funeral” en un grosero acto partidista rebosante de odio, que dice poco del respeto por el Estado que tienen quienes la organizaron. Como en Paiporta, quienes estuvieron muy a la altura de la dignidad de la institución a la que representan fueron el Rey Felipe VI y la Reina Letizia. Su dolor no era impostado. No es la primera ceremonia de Estado sesgada según el interés del presidente del Gobierno. Podrían aprender de las ceremonias parecidas que hacen la monarquía inglesa o la República francesa, citas solemnes sin politización, con respeto máximo a las víctimas y a sus deudos.

Me consta que Mazón dudó entre acudir o no. Sabía que se la iban a liar. Finalmente consideró que era peor no asistir, prefirió dar la cara ante las víctimas. En un funeral o un homenaje de estas características, en mi modesta opinión, hay que recordar y honrar a los muertos. Sin más. Convertirlo en un mitin político desatado no creo que haya ayudado en nada a las víctimas, a los muertos, que no van a volver.

Si la izquierda ha podido imponer sus consignas patibularias contra Mazón es porque el presidente valenciano se ha aferrado al cargo un año

Mi respeto así en general a las víctimas, y a su disposición si en algo pudiera modestamente ayudarlas. Pero mi crítica más severa a las que soltaron espumarajos de odio contra Mazón de un modo para mí de todo punto inconveniente.

Si la izquierda valenciana ha podido imponer sus consignas patibularias contra Mazón es porque el presidente valenciano se ha negado a dimitir y se ha aferrado al cargo durante un año y el presidente del PP, Núñez Feijoo, no ha sido capaz de imponer su autoridad para que Mazón se fuera antes.

Tras escuchar las palabras de Mazón pidiendo perdón tan tarde, miren ustedes por donde que le creo en que no actuó con mala fe, pero no en lo de que no hubo cálculo político. El PP y él han actuado durante un año con un cálculo político que les ha salido muy mal. Era imposible que les saliera bien.

Me pregunto que estarían gritando hoy las víctimas si Mazón hubiera dimitido hace un año. ¿Estarían pidiendo la dimisión o la prisión para alguien? Intuyo que no.

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