Algunos venimos diciendo hace años que ETA decidió dejar de matar, pero que no devolvió las armas y que su gente sigue ahí. Unos en los parlamentos vasco y español, con mando en plaza, y otros en sus pueblos, agazapados, pero muy presentes, dejando clara su presencia. Desde el PSOE y el PNV se nos dice de todo menos bonitos y se insiste en que ETA desapareció y ahora en Euskadi se vive en paz.
En la localidad de Hernani, Guipúzcoa, han aparecido unas pintadas de amenaza contra Bingen Zupiría, nuevo consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, nacido en Hernani hace 63 años. Una de las pintadas, clara y directa: “Zipaios en lucha, tiro en la nuca. Bingen erne ibili”. Cipayo es como los independentistas llamaban a los agentes vascos en los años 80-90. Según la Real Academia, cipayo tiene origen en el persa y el portugués. Se refiere a los soldados indios de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña, y por extensión se refiere a los nacidos en un territorio colonizado que se ponen al servicio de los colonizadores.
Pintada que representa una amenaza
Una forma de decir traidor. O sea que la pintada contra Bingen Zupiría dice: “Traidores en lucha tiro en la nuca. Bingen, ten cuidado”. Otra de las pintadas reproduce la estrella de David que identifica a Israel que se equipara a una esvástica nazi y a las siglas PNV. El dirigente del PNV Imanol Lasa ha denunciado estas amenazas en sus redes sociales: “Así reciben algunos al nuevo Gobierno vasco y al consejero de Seguridad en su pueblo. No son tics residuales del pasado sino la expresión del odio y la amenaza que siguen latentes”. También le pidió a Bildu y a Sortu que rechacen sin tibieza estas acciones.
El PNV ha pedido a todas las fuerzas políticas que “condenen firmemente este atentado que nos retrotrae a una época que el País Vasco ya ha dejado atrás”. Bueno pues tan no la ha dejado atrás que ahí tienen esta amenaza contra uno de los suyos. Me alegra que Bingen Zupiría vaya a disfrutar como consejero del Gobierno Vasco de un sistema de seguridad formidable para evitar que se consume la amenaza. Lo que lamento es que tantos ciudadanos tengan que afrontar en soledad máxima las mismas amenazas, muchas veces a viva voz porque se las lanzan tipos y tipas que viven en su mismo pueblo, a la vuelta de la esquina o en el mismo portal, y que ya han matado o ayudado a matar.
Terrorismo y odio que sigue latente
Tienen razón Lasa y el PNV. Odio y amenaza que siguen latentes. Odio y amenazas que vienen de la formación en la que manda Arnaldo Otegui, con quien el PNV ha cerrado acuerdos que, entre otras cosas, han posibilitado que salgan a la calle etarras que llevaron a la práctica esas amenazas mucho antes de que cumplieran sus condenas.
Imanol Pradales juró el pasado sábado su cargo como lehendakari en la Casa de Juntas de Guernica. Ni una sola mención en sus palabras a la Constitución o al Rey de España. Dijo, en batúa y en español: “Por voluntad del Parlamento Vasco, prestado el juramento, tomo posesión y asumo el cargo de lehendakari del Gobierno del País Vasco, así como la condición de representante ordinario del Estado, de acuerdo con el ordenamiento jurídico”. El partido con el que va a gobernar en coalición es el PSOE de Sánchez y Pachi de Portugalete, que tampoco muestran algo próximo a la lealtad al Rey o la Constitución.
Eso sí, Pradales, cuyo partido tiene por lema “Dios y leyes viejas” utilizó en Guernica la misma fórmula utilizada por el primer lehendakari, José Antonio Aguirre en 1937: “En pie sobre tierra vasca, humilde ante Dios y la sociedad vasca, bajo el roble de Guernica, con el recuerdo a nuestros antepasados, ante los que sois representantes del pueblo, juro cumplir fielmente mi mandato”. Pero claro, sin crucifijo ni Biblia como era tradición, porque eso se lo cargó Pachi de Portugalete cuando fue lehendakari gracias al apoyo del Partido Popular a cambio de nada. Pues eso, Dios y leyes viejas, y el viejo terrorismo, que ahí sigue, como ha comprobado desgraciadamente Bingen Zupiría, el ahora encargado de perseguirlo. Lo veremos.