Dice Donald Trump que si no gana estas elecciones puede desencadenarse una III Guerra Mundial. Sin embargo, si ganan “los suyos”todo podría solucionarse de una manera más sencilla. Recurre al miedo probablemente porque teme que Kamala Harris, su contrincante en estos momentos, sea la vencedora. Al situarse frente Joe Biden, la broma era fácil. Es un anciano, no da pie con bola en los mitines y puede que sea fácil vencerlo.
Mítines electorales de Kamala Harris a través de zoom
Ahora, con Kamala Harris liderando la propuesta demócrata, Trump ve peligrar el espectáculo que él mismo ofrece en cada mitin. Porque innovador, realmente no es. Kamala Harris ha descubierto que haciendo mitines a través de Zoom puede llegar a mucha más gente. Más posibles votantes que siguen su discurso en la distancia, a través de una pantalla. Convirtiendo así su campaña en multitudinaria con un simple clic.
Y mientras en el objetivo de uno está el de llenar estadios para arrancar sus discursos electorales afirman que “se ha quedado muchísima gente fuera”, en el de la otra está el difundir su mensaje a través de las nuevas plataformas de comunicación masiva. Más allá de las redes sociales y de las herramientas más tradicionales usadas en política.
Sin embargo, no es algo innovador. Sí nuevo, pero otros ya lo han propuesto antes. De hecho, los mitines a través de herramientas como Zoom fueron utilizados en la campaña de las elecciones catalanas en 2021. De hecho, la pandemia obligó también a los partidos a reinventarse y a reinventar también el formato que usaban para diseñar sus actos.
En Estados Unidos, cuando en 2020 el propio Donald Trump dio positivo por COVID, sus asesores ya plantearon que tendrían que echar mano de este tipo de herramientas para los mitines. El electorado esperaba discurso y nada mejor que las Nuevas Tecnologías para ofrecérselo de una manera, rápida, cómoda y altamente efectiva. Es más, durante la primera ola del coronavirus, Zoom Communications fue seleccionado como uno de los “valores cuarentena”, es decir, uno de tantos que fueron capaces de generar rentabilidad en medio de una crisis de la que muchos no sabían cómo poder salir.
El poder de este tipo de herramientas
Kamala Harris sabe del poder de este tipo de herramientas. Sus asesores también. Y lo utilizan. Según algunos medios, Harris no sólo lo emplea en sus mitines, sino que también Zoom es utilizado en videollamadas masivas para recaudar fondos para su campaña, que son capaces de albergar más de 160.000 usuarios conectados. La recaudación también es destacable. En este sentido, los asesores de Kamala Harris pueden estar tranquilos porque el “efecto llamada”, nunca mejor dicho, les está funcionando a la perfección.
El impacto que puede llegar a tener un mensaje transmitido a través de estas herramientas tecnológicas es difícil de medir y de hecho muchos de los asesores que plantean este tipo de plataformas, temen que el objetivo de cada campaña se disipe tras cada conexión. Por ello, plantean que además de conexiones masivas, el empleo de las redes sociales sea más intenso. Las redes, de hecho, han sido una apuesta fuerte para gran parte de las campañas electorales que se han producido desde 2020. Empleadas, eso sí, con técnicas de microtargeting detrás, que permiten segmentar el público al que se quieren dirigir y el mensaje que deben elaborar y desarrollar a través de ellas.
Pros y contras tienen también. Como todo. Entre los aspectos positivos está la capacidad de llegar a más electorado, a más posibles votantes, a los indecisos. Con un mensaje potente, llamativo pueden hacerse virales. Y como contra, la desaparición del contacto físico y real con los electores. La ausencia de aplausos, la incapacidad de observar gestos, expresiones y de palpar realmente cómo está el ambiente.
