En el marco de sus fiestas patronales en honor a san Bartolo, Antonio Martín Hernández, alcalde de Vita, subió a un escenario y se vino arriba. Tan arriba que comenzó a cantar una canción con letra de dudoso gusto. Con contenido pedófilo. Y es que tan arriba se venía con cada estrofa, que incluso invitaba a los vecinos a seguir cantando con él, coreando frases que por respecto a todos los menores del mundo, es casi mejor ni siquiera repetir.
Los cánticos del alcalde de Vita se hacen virales
Cuando los cánticos del alcalde de Vita se hicieron virales, el Partido Popular se apresuró a anunciar que el político no estaba afiliado a su partido, pero que aún así, era expulsado de la formación debido a las canciones que tanto están dando que hablar. Y califican de “hechos inadmisibles los protagonizados por el alcalde de Vita, Antonio Martín” mostrando su “compromiso contra toda actitud vejatoria contra las mujeres y menores”, tal y como exponen en un comunicado.
Sin embargo, el alcalde no estaba solo en el escenario. Compartió momento con un vecino de la localidad. Este vecino ha indicado que considera que, con todo esto, cree “que se está yendo de las manos”. En declaraciones a un programa de televisión, el vecino que acompañó a Martín Hernández a cantar lo que nunca debe ser pronunciado, menos de manera jocosa, por nadie.
Indicaba que “Nos está doliendo que se esté crucificando a una persona por hacer algo que no está hecho nunca desde la maldad”. “Inadmisible”, “aberrante”, “apología de la pederastia y la violación” han sido algunos de los calificativos que han proferido representantes políticos de partidos de izquierdas, a lo largo de esta semana, para referirse al comportamiento del alcalde de Vita. Podemos y PSOE además han pedido su dimisión.
Una canción con contenido pedófilo
Desde el Ministerio de Juventud e Infancia han anunciado que considerarán “todas las medidas posibles” contra Martín Hernández. Y el protagonista de esta historia sigue sin darse por aludido. Afirma que cuenta “con el apoyo de todos los vecinos”. Y, para sorpresa de algunos, se niega a dimitir. Asegura que esa canción se ha cantado tradicionalmente en el municipio. Y esas afirmaciones recuerdan a aquello de que la violencia machista no es machista ni es violencia, es “lo que ocurría en muchas casas de puertas para adentro”, como si esto fuera razón suficiente para justificar algo injustificable.
La canción del alcalde de Vita, la canción que se ha cantado en un municipio abulense, en el marco de unas fiestas patronales, tiene contenido pedófilo. Y ni como gracia, ni como tradición ni como nada, puede tolerarse. Y no, no es similar a los recortes que se hacen en películas de Disney para no crear reacciones adversas a según qué colectivos. No tiene que ver con la censura atroz que se hace desde ciertos sectores de la izquierda. Y tampoco es similar a quitar placas en calles de grandes ciudades y municipios.
No se echa mano de ninguna ley de Memoria Histórica ni falta que hace. Simplemente se está ejerciendo el derecho de los menores a ser respetados. Porque cualquier comportamiento pedófilo, cualquier chiste, expresión o canción en fiestas patronales o fuera de ellas que se refiera a un abuso, debería estar castigado. Sea quien sea el que lo cante o lo coree. Siempre.
