Es sabido que con Kote Cabezudo estamos siempre ante el penúltimo escándalo. Nunca es el último. Cada poco hay una sorpresa indignante. Hoy les cuento que en la prisión de Martutene (San Sebastián), donde cumple condena como peligroso delincuente sexual, le conceden autorización para que se dé paseos. Y en el último paseo que se ha dado, el pasado miércoles, coincidió que cerca del Monte Igueldo, se produjo una siniestra aparición de una caja con fotos suyas de mujeres. Vamos por partes.
El martes 28 dos víctimas de Kote Cabezudo reciben sendas llamadas de teléfono de una denominada Oficina de Atención a Víctimas. El comunicante les informa de que Kote Cabezudo va a salir al día siguiente, miércoles 29, de paseo por Pasajes, desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde en una actividad para fomentar su reinserción en la sociedad. Como lo leen.
A las visitas médicas va custodiado por la Ertzaintza y el miércoles salió de paseo por Pasajes sin custodia
No piensen que les cuento una broma. Sucedió tal cual. Y sí, lo han entendido bien. Una llamada que no tiene otro significado que un cruel “no salga usted mañana a pasear por Pasajes si no quiere cruzarse con el hombre que la violó reiteradas veces siendo menor”.
Cabezudo suele salir de la prisión custodiado por la Ertzaintza para acudir a las consultas médicas. La salida del miércoles a pasear por Pasajes fue sin custodia policial durante diez horas. Le acompañaban unos soguillas de alguna asociación relacionada con el tratamiento a reclusos.
Dos hermanos que buscaban setas por Igueldo encontraron un taper con fotos de mujeres firmadas por Kote Cabezudo
Sepan que el Gobierno Vasco concede el privilegio de salir a darse paseos sin custodia policial a violadores, pornógrafos infantiles e incluso etarras condenados por terrorismo. Igual se van a caminar por Pasajes que a una bodega de unos colegas a tomarse unos vinos.
El miércoles 29, mientras Cabezudo andaba de paseo, dos hermanos, G.I.M. y X.I.M., paseaban por Igueldo “a setas”. De pronto se encuentran una bolsa blanca en cuyo interior hay otra bolsa térmica azul que contenía un taper. Abren el taper y dan con un montón de fotos de mujeres de diferentes edades, todas escasas de ropa, firmadas por Kote Cabezudo la mayoría de ellas y otras por un tal José Oyón. Estos dos hermanos avisan a la Ertzaintza, comparece una patrulla que se incauta de la bolsa y levantan un acta de lo sucedido.
Uno de los hermanos: “Voy a denunciar que me has llamado. No quiero saber nada, hay mucha gente gorda metida y no quiero problemas”
¿Creen ustedes en las casualidades? Quien esto escribe no. Y conozco el mundo de la delincuencia lo suficiente para saber que la aparición de esas fotos es un mensaje nítido de Cabezudo a sus víctimas. Ahora no tengo acceso a internet para difundir vuestras fotos, pero, aunque cumplo condenas que suman más de 30 años, el Gobierno Vasco y la dirección del talego donde me cuidan me conceden autorización para salir a darme paseítos. Y puedo regar San Sebastián y sus alrededores de fotos vuestras.
Y, a la vez, es un aviso a navegantes, otros, a los “policías, militares, políticos, periodistas, presentadores de televisión, notarios….” (como dijo en declaración judicial) de los que tiene imágenes muy comprometedoras que podrían arruinarles la vida, a los que les conviene no abandonar a su suerte al violador y pornógrafo infantil.
Uno de los dos hermanos que encontró las fotos de Cabezudo en Igueldo, G.I.M., me dijo esta misma tarde: “No quiero saber nada de esto. Voy a denunciar a la Ertzaintza que me has llamado por teléfono. Nosotros estábamos a setas, encontramos esas fotos. Entramos en internet a ver sobre Kote Cabezudo y llamamos a la Ertzaintza que se llevó todo. Hay mucha gente gorda metida en esto y no quiero saber nada ni quiero aparecer en ningún sitio. No quiero problemas”.
El abogado de las víctimas de Cabezudo ha denunciado a la Fiscalía el paseo y la siniestra aparición de las fotos el mismo día
Es importante recordar que Kote Cabezudo ha solicitado la libertad varias veces a la Audiencia de San Sebastián y siempre le ha sido denegada porque apenas ha cumplido 7 de sus más de 30 años de condenas y porque los magistrados consideran que tiene un elevado riesgo de fuga y, además, que en varias ocasiones durante el proceso difundió fotos en internet de sus víctimas en clara amenaza, siempre antes de que tuvieran que comparecer a declarar o situaciones similares.
Pese al evidente riesgo de fuga y de amenaza para sus víctimas, la Junta de Tratamiento de la prisión de Martutene le permite salir de paseo sin vigilancia policial. Es contradictorio que para acudir al médico le custodien varios ertzainas y para salir de paseo lo haga sin custodia.
El abogado de las víctimas de Cabezudo, Mario Díez, denunció ante la Fiscalía de San Sebastián tanto el paseo de Cabezudo como la aparición de las fotos en Igueldo el mismo día.
Cabezudo, en la cárcel de Martutene, no ocupa celda. Está destinado en la enfermería, donde suelen enviar a chivatos y violadores
Cabezudo cumple condenas que superan los 30 años de privación de libertad en la prisión de Martutene. Ahí disfruta de privilegios, porque aún tiene poder y gente importante que le apoya. No ocupa chabolo (celda) en el talego, ocupa una cama en la enfermería de la prisión y se mueve para repartir pastillas a los colegas que las necesitan, se supone que recetadas por algún médico.
En todas las prisiones, el destino en la enfermería suelen conseguirlo violadores y chivatos (chotas, sapos, soplones, botones o chivatas en el argot carcelario). A cambio de ese destino en la enfermería, les son útiles a los boquis (funcionarios) para obtener información. Casi siempre, por mi conocimiento del mundo carcelario, suelen coincidir la condición de violador y chivato. Allí en la enfermería duermen en una cama limpia y ayudan a los médicos y funcionarios, cuando los hay, y se encargan del reparto de medicación a los presos que la necesitan, lo cual les concede inmenso poder en la cárcel y acceso a mucha información confidencial. Y una alimentación mejor que la del resto de los presos.
Este es el penúltimo escándalo de Kote Cabezudo, y como casi siempre, nunca pasa nada. El sufrimiento de las víctimas no parece importarle a casi nadie. Las víctimas sufriendo y Cabezudo de paseo. Como lo leen. ¿Y el feminismo institucional? Todas calladas como pu……..ertas. Pero en IT-MAGAZINE nos enteramos de las cosas, contrastamos la información y la publicamos para que ustedes estén informados.
