Las encuestas solventes recientemente publicadas acreditan que la peña quiere elecciones cuanto antes, pero piensa que no las habrá hasta entrado 2026. La derecha mantiene ventaja sobre la izquierda. Pero ojo porque una encuesta sin urnas a la vista tiene un valor relativo y puede cambiar cuando se hagan en puertas de elecciones. El PP y el Gobierno, una aspiración que no se otea sencilla de lograr.
El PP de Feijoo puede que vuelva a ser la lista más votada, pero para gobernar necesitará a Vox. Con Junts mientras mande Puigdemont no va a pactar. El PNV se vende siempre al mejor postor, y en eso Sánchez y su PSOE son insuperables como un chuletón al punto y unas chistorras.
Mazón con la Dana y Moreno Bonilla con los cribados del cáncer de mama ponen en riesgo los votos populares en Andalucía y Valencia
El PP para ganar necesita ganar en Andalucía, Valencia y Madrid y obtener un buen resultado en Cataluña y el País Vasco. Por ahora Madrid parece que lo tiene ganado con Isabel Díaz Ayuso. En el País Vasco y Cataluña lo tiene crudo y en Valencia y Andalucía, antaño feudos populares inexpugnables, Mazón y Moreno han cometido errores gravísimos que les cuestionan.
Mazón con la gestión inadmisible de la Dana y Juan Manuel Moreno Bonilla con los gravísimos fallos en el cribado del cáncer de mama, que han puesto en grave riesgo a miles de mujeres. Asuntos muy serios que tienen lógicamente indignado al personal con Mazón y Bonilla.
Feijoo va a necesitar pactar con Vox y lo decente sería que se presentara a las elecciones diciendo qué va a hacer
Sánchez ya sabemos que, aunque pierda las elecciones, pacta con quien sea con tal de gobernar, pero parece que ni por esas le van a dar los resultados. Para constatar lo que hará será necesario ver que promete en campaña electoral para saber que hará lo contrario, como es marca de la casa. Pero todo indica que no va a haber posibilidades de reconstruir un gobierno Frankenstein.
Feijoo va a necesitar pactar con Vox, y lo decente por su parte sería que negociara previamente y se presentara a las elecciones sabiendo los electores lo que va a hacer para tratar de gobernar. Sin medias tintas, las cartas boca arriba.
Vox gana adeptos entre la izquierda y los jóvenes y creen que cuanto más tarde Sánchez en convocar elecciones más van a crecer
Veo a Feijoo perdido, con un discurso laxo. Pretende robarle votos a la izquierda con discursos a veces socialdemócratas y a días le roba el discurso a Vox consciente de que el partido del ex popular Abascal gana votos a izquierda y derecha, sobre todo entre los jóvenes.
Vox le atiza más duro al PP que al PSOE y los datos apuntan a que está logrando ganar adeptos en zonas habitualmente votantes de la izquierda y en las clases trabajadoras. Tiene ideología y no la oculta. Y están convencidos de que cuanto más tiempo pase hasta que Sánchez convoque elecciones más crecerán.
Hay muchos en el PP que se limitan a aplaudir al jefe para entrar en las listas en vez de buscar hacer las cosas bien para ganar
Feijoo está atrapado entre dos almas del PP, y su equipo no inspira excesiva confianza. Ahí siguen algunos de los viejos y más oscuros tiempos del PP, sobre todo Javier Arenas, el político español que más aplaude y vitorea a su jefe, sea quien sea el jefe. “El campeón”, como se le llama, porque él a todo el que saluda le dice “campeón”.
Históricamente el PP ha transmitido una impresión de ser más solvente en la gestión que el PSOE. Mazón y Moreno, con sus errores gravísimos, han manchado esa etiqueta y preocupan mucho a quienes en el PP no se limitan a aplaudir al jefe para entrar en las listas y consideran que haciendo las cosas mejor podrían hasta ganar por mayoría absoluta.
“Feijoo no puede hacer como Sánchez con Bildu, sería un error indecente que pagaríamos muy caro”
Un veterano militante popular me decía el lunes: “Esto es una partida de ajedrez y ahora mismo, si jugamos bien, podemos darle jaque mate a Sánchez, pero estamos cometiendo errores de bulto y la cosa no está fácil. Los desastres de Valencia y Andalucía ahora nos hacen mucho daño, pero Feijoo trata de caminar sin pisar el suelo, y eso es imposible. Vamos a necesitar a Vox, y no pasa nada. Pero Feijoo no se habla con Vox, están a palos, y así se puede ir olvidando de gobernar. El Feijoo capaz de armar mayorías absolutas en Galicia al llegar a Madrid ha desaparecido. Hay que hacer propuestas concretas, explicar a la gente qué vamos a hacer y cómo vamos a hacerlo. Solo diciéndole a Sánchez que se vaya y pidiendo elecciones no vamos a gobernar. Pero su equipo se limita a bailarle el agua. Hay gente en su entorno más próximo que le transmite que diga que no va a pactar con Vox, o sea, que le recomienda que haga como Sánchez con Bildu. Y eso sería una indecencia que pagaríamos muy caro”.