El PSOE y su amado líder, Pedro Sánchez, están arrasados por una catarata de corrupción. El líder convoca a la cúpula (no cópula) del partido y rodeado de un montón de fieles que le aclaman anuncia que va a tomar medidas para echar del PSOE a los puteros. Sánchez echa mano de la prostitución a medias para tratar de mantenerse al frente del Gobierno y de la organización repleta de criminales en la que manda.
Dijo Sánchez que “la prostitución es una forma de violencia sexual contra las mujeres”, y que si un hombre del PSOE solicita los servicios de una señora a cambio de una remuneración será expulsado fulminantemente del partido. No dijo nada de lo que sucedería si contrata los servicios de un puto, o si es una mujer la que contrata sexo de pago con un hombre.
En las fiestas del Tito Berni hubo alguna diputada socialista y el Tito llevaba también catálogo de putos
Le recuerdo a Sánchez y compañía que cuando lo del Tito Berni, en las fiestas a las que llevaba catálogos de putas había alguna diputada. Y el Tito portaba también catálogo de putos.
Me resulta paradójico, porque Sánchez conoce muy bien por su mujer el negocio de la prostitución entre homosexuales hombres, pues su amada Begoña gestionaba el negocio de su suegro Sabiniano que regentaba un prostíbulo gay. Y como parece que Sánchez se lleva muy bien con su familia política debe conocer también perfectamente el negocio de puticlubs de carretera que tenía, no sé si tiene aún, Francisco Gómez, el hermano de Sabiniano. En uno de ellos, “Kilómetro ochenta”, pillaron a once mujeres sin papeles obligadas a prostituirse bajo amenazas y al final fue condenado a prisión el encargado del local.
Los putos y las putas son más decentes, venden lo suyo. Sánchez ha vendido las instituciones a cambio de siete votos
Pienso que una mujer mayor de edad, o un hombre, pueden decidir libremente ofrecer sexo a cambio de dinero. Y me sorprende que la PSOE, que defiende que la mujer es dueña de su cuerpo hasta para acabar con una vida, no sea dueña para utilizarlo voluntariamente como una fuente de ingresos.
Hay que perseguir la trata de seres humanos y la explotación, o sea, el proxenetismo. Sin duda. Pero que ahora, tras lo de Ábalos, se presente Sánchez como un adalid de la lucha contra la prostitución es muy patético. Sánchez ha visto que al personal le ha afectado y cabreado más la actividad sexual de un político que se financiaba su jaleo sexual con dinero público que la corrupción institucionalizada y el esprin de llevárselo crudo en comisiones. Y se ha puesto flamenco y se ha constituido en vigilante moral. Con un par.
Las putas y los putos que ejercen voluntariamente por lo menos venden lo suyo. No como Sánchez y los que le aplauden, que han vendido las instituciones y la igualdad de todos los españoles a cambio de siete votos. Son más decentes las putas y los putos que esta peña de la PSOE que le ha montado el fin de semana un homenaje a lo Kim Jong-un al puto amo.
Los políticos son un reflejo de la sociedad. Mucho personal está dispuesto al apaño sucio si obtiene beneficio y no le pillan
Sánchez no está como para dar lecciones de nada, y menos de moral. Pero creo que los políticos son un reflejo de la sociedad española. Mucho personal está dispuesto siempre al apaño sucio si obtiene beneficio y no le pillan.
Me entristeció que un conocido me dijera hace poco. “Mi yerno tiene una modesta empresa promotora y constructora. Ha dejado de trabajar con Ayuntamientos porque para obtener una adjudicación tiene que llegar con una bolsa llena de billetes, y no puede”. No me dijo, le piden una bolsa llena de billetes y no está dispuesto a actuar ilegalmente. O sea, que si pudiera lo haría. Y así todo. Al fontanero si pueden le pagan en B. Todo siempre mejor sin factura. Si aquí puedo pillar algo, lo hago e igual hay suerte y no me pillan. De la empresa me llevo los bolígrafos a manta. Como si a la empresa se los regalaran. Y en este plan.
Un día llegan a un partido, prosperan, le dan al trinque, se pagan las putas y los putos con nuestro dinero y hasta que les pillan. Y entonces ponen cara de yo no fui. Y el personal les sigue votando.
