El Gobierno se mantiene, entre otros, con el apoyo de Bildu, donde manda Arnaldo Otegui, uno de los terroristas de ETA experto en secuestros. A cambio de colocar a la socialista Francina Armengol de presidenta del Congreso, Puigdemont exigió a Sánchez la comparecencia en una comisión del Congreso del terrorista islamista Mohamed Houli Chemlal, uno de los autores de los atentados islamistas del 17 de agosto de 2017 en Cataluña, con el objetivo de insistir en la patraña de que el CNI estuvo implicado en esos atentados.
Junts exigió crear una comisión de investigación de esos atentados en el Congreso en la que compareciera el terrorists islamista Houli Chemial para difundir ampliamente y en sede parlamentaria una teoría evidentemente conspirativa, sin base probatoria alguna, con el único fin de tratar de que cunda que el Estado español tuvo que ver con esos atentados.
El imán les decía a los terroristas que se fueran porque van a venir agentes del CNI
Sánchez levanta su muro contra el fascismo y la extrema derecha, pero parece que se siente cómodo si tiene un terrorista a su lado, y le da vuelo a lo del CNI mezclado en esos atentados salvajes, de lo que no hay indicio alguno en la causa, pero bien que trabajó para no remover las investigaciones sobra la matanza del 11-M en Atocha, pese a que quedó acreditado que se destruyeron pruebas y a qué aún no conocemos muchos detalles claves de esa matanza.
El terrorista islamista Houli Chemial. Custodiado por policías de paisano, esposado, dijo que “el CNI sabía que el imán de Ripoll iba a atentar. No lo he dicho antes por el temor que tengo a las represalias, pero estoy en la cárcel y no tengo nada que perder”. Cuando le preguntó Jon Iñarritu, portavoz de Bildu, dijo que a veces, “los miembros de la célula se reunían con el imán y este les decía que se fueran porque van a venir agentes del CNI.
Como contó El Español, Houli tiene motivos para defender esta falacia. Por ejemplo, que su hermana cobra una beca de la Universidad de Vic y el Ayuntamiento de Ripoll concedida por un ex consejero de Puigdemont.
En España suceden cosas que jamás hubiéramos pensado que fueran posible
Mucho hablar de fango y ahí anda el Gobierno. En España han sucedido y suceden cosas con la izquierda progresista en el poder que jamás hubiéramos pensado que fueran posible. Hemos visto a Josu Ternera, número 1 de los terroristas de ETA, como miembro de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Los herederos de ETA son socios clave del Gobierno con un acuerdo que nunca se ha hecho público. El fiscal general del Estado está imputado en el Supremo y se ha acreditado que destruyó pruebas. El Gobierno negocia en Bruselas con un fugitivo de la Justicia, que incluso se permite regresar un rato a dar un mitin en Barcelona para volver a fugarse.
Y no pasa nada. Si todo esto sucediera con la derecha en el Gobierno arderían las calles. Pero los partidos en España son sectas, y cerca de 8 millones de personas volverán a votarles. Todo esto no sucedería si no les hubieran votado. Cuando se convocan elecciones se habla de “la fiesta de la democracia”. Empiezo a pensar que esa fiesta es en realidad el entierro de la democracia.
De la oposición espero que nos diga que va a hacer para revertir todo el daño causado
Y de la oposición del PP yo espero aún que, además de decirnos que quieren que se vaya Sánchez y desean gobernar ellos, nos cuenten detalladamente que plan tienen para el supuesto de que lleguen al Gobierno. Qué van a hacer, y cómo y cuándo, para revertir todo el daño causado, que no va a ser fácil. Me temo que saben muchas de las cosas que hay que hacer, pero que no las dicen porque en realidad no las van a hacer, y están solo en el quítate tu para ponerme yo.
Hemos tenido un buen ejemplo en Argentina. Javier Milei se presentó con un plan, con el que se puede estar o no de acuerdo, pero tenía un plan, lo explicó y le votaron mayoritariamente. Y lo está poniendo en práctica, por cierto, logrando una mejora notable de su país. Feijoo y los suyos, casi todos los de siempre (el incombustible Javier Arenas, el inevitable González Pons etcétera) no sabemos qué plan tienen al margen de intentar gobernar. Me temo que no lo van a conseguir. Tiempo al tiempo. Y aquí en el Congreso pasamos de debates lamentables y rifirrafes grotescos a comparecencias de terroristas para lanzar infamias. Pero bueno, no gobierna la derecha.
