Termina en nada el verano y se nos viene un otoño caliente en lo político y social en esta España nuestra cainita y de nuevo enfrentada. La pandemia del coronavirus amenaza con regresar a picos elevados y la inconsciencia de muchos y la propia fuerza del bicho, podrían llevar a las autoridades a volvernos a encerrar, lo cual sería letal para la economía nacional, que ya está por los suelos. La pobreza crece, el trabajo es un bien cada día más escaso y ya se sabe que cuando arrecia el calentamiento social, crece y se enciende, y nunca se sabe por dónde saldrá el agua de la olla.
Los partidos y los políticos siguen a lo suyo que casi nunca es lo nuestro. El Gobierno arranca el curso con los Presupuestos como objetivo y desde Presidencia me dicen que “Podemos no va a vetar a Ciudadanos, esencialmente porque no puede, no tiene fuerza para ello, y estos Presupuestos son necesarios para salvar a España”.
El PSOE no existe, es simplemente un colectivo de seguidores ciegos de Pedro Sánchez, dispuestos a cualquier cosa, hasta inmolarse, en apoyo del jefe. Podemos juega a que no pasa nada, pero pasa, vaya si pasa. Aclarado definitivamente que son un partido más de lo que ellos llamaban “la casta”, con todos sus defectos y ninguna de sus virtudes, está a las puertas de una condena, que sería la guinda. Y Pablo Iglesias, su líder, sigue a lo suyo, en la queja del escrache y en el silencio sobre la mierda que anega a su partido, porque él vive sobre ella, la maneja y le va bien.
Todos los políticos, como publicó ayer M.A. Ruiz Coll, han colocado a sus parejas con un sueldo público en el partido o en las instituciones. No se atrevieron a tanto ni el PP ni el PSOE. Y además tienen su caja B, como la tuvo el PP, y el personal calladito, y los medios con rodilleras, la mayoría, igual de callados.
Los políticos no dan explicaciones
¿Es que ninguno va a exigir una explicación a un partido que está en el Gobierno sobre el que pesan sospechas gravísimas de financiación ilegal? ¿Por qué a unos tanto y a otros tan poco? Y Sánchez, que tan gallito se ponía exigiendo responsabilidades al PP y a Rajoy, hasta que le presentó la moción de censura, ahora callado y exquisito en el trato a su vicepresidente, respaldándole. Con dos cojones. El PP sigue celebrando que Casado ha liquidado a Cayetana Álvarez de Toledo, un error que a ver cuánto le cuesta. Cayetana no utilizaba el argumentario de Génova porque no necesita que nadie le proporcione argumentos ni tiene espíritu de loro. Es una mujer preparada, culta, dotada para la oratoria y de convicciones sólidas, además de valiente.
Sabía que, teniendo como enemigo a un campeón del mundo de lanzamiento de huesos de aceituna, lo tenía crudo, pero siguió su camino. El camino suyo de siempre por el que la eligió Casado como portavoz, hasta liquidarla, para festín de muchos de los suyos y de todos los demás. Como ha escrito Arcadi en su defensa, “coño, es que no solo se negó a ser florero, sino que encima quiso ser cardo”. Y ya se sabe que en política, si te aplaude tu adversario, probablemente es que te has equivocado. Cayetana aún no ha abandonado por segunda vez el PP.
Ya ha dicho que no se va a incorporar a Vox, partido al que ha criticado en infinidad de ocasiones, y ahora en los cenáculos políticos de Madrid, se habla de que podría ser anunciada por Santiago Abascal como candidata de su moción de censura, ya que él inicialmente no desea serlo.
El gobierno currándose los presupuestos
Vox sigue creyendo que no va a ayudar al PSOE y Sánchez con su moción de censura y trabaja con denuedo en tratar de restarle voto al PP por la derecha, intentando aprovechar el “error Cayetana”. Como con Girauta cuando dejó Ciudadanos, ha intentado atraer a sus filas a la ex portavoz popular, que como Girauta, les ha dicho que no, porque ellos no son eso. Curioso que dos de los parlamentarios más preparados e inteligentes de esta legislatura, hayan abandonado sus puestos. En política, en esta política nuestra, si hablas con la lengua de madera del discurso oficial y obedeces, medras y te va bien. Si actúas con libertad y lealtad crítica, te mandan a tomar por saco de forma ineludible.
Y el Gobierno currándose los Presupuestos, con el sueño de lograr el apoyo a última hora del PP y preocupados con la que quieren liar sus socios podemitas, especialmente con la Monarquía, para poder ocupar escaparate en los medios. Pero en Presidencia insisten en creer que los Presupuestos saldrán sin vetos de Podemos, porque si no salen habrá elecciones. Ahora mismo, unas elecciones, son lo último que quiere Pablo Iglesias Turrión. Pues veremos por dónde van las cosas.
Por ahora lo único seguro, es que el Covid resiste y gana terreno y que el desastre económico no tiene vuelta atrás. El desempleo crece y crece y la economía sumergida es la única esperanza para muchos. O sea, mal tirando a muy mal. Pero los políticos tienen el riñón cubierto y garantizado y siguen en su inopia culpable que está destrozando el país.
Me gusta cómo escribe Melchor Miralles,pero me sorprende que aún crea que lo del Covi,ahora,sea como nos lo cuentan los medios.Aún no tiene información de cómo va esta pantomima que los políticos se traen entre manos?Que es tan grave como que nuestros derechos fundamentales están siendo conculcados,que siguen un plan premeditado y que esto va camino de una dictadura bolivariana-comunista.