35 AÑOS DE EL MUNDO

Hoy cumple el diario El Mundo 35 años. Haber formado parte del equipo fundador de ese diario es de las mejores cosas que he hecho en mi vida. No se me ocurre nada más maravilloso que fundar y arrancar un diario. El 23 de octubre de 1989 salió a a la calle un periódico en el que teníamos muchas cosas en contra (incertidumbre económica, el poder político del PSOE  loco por acabar con nosotros antes de nacer, mucha competencia), pero una esencial a favor: nuestra ilusión y nuestro compromiso con unos ciudadanos que echaban de menos un medio de verdad libre, independiente, sin más interés que buscar la verdad, contrastarla y publicarla costara lo que costara. 


El Mundo fue un exitazo: periodismo moderno y comprometido

He escuchado y leído a algunos autodenominarse “fundador de El Mundo” sin serlo. Haber fundado El Mundo no nos convierte a ninguno de los fundadores en mejores personas o periodistas. Pero fuimos los que fuimos. Ni uno más ni uno menos. Para fundar El Mundo previamente nos fuimos de nuestros trabajos con una mano delante y otra detrás. Otros, en uso de su derecho, nos dijeron que no querían asumir el riesgo y que cuando ya existieran la empresa y el periódico les llamáramos. La foto que ilustra este artículo es la de los fundadores de El Mundo: De izquierda a derecha y de arriba abajo, Carmelo Caderot, Víctor de la Serna, Sergio Piccione, un servidor, Fernando Baeta, Francisco Umbral, Manuel Hidalgo, el líder del proyecto, Pedro J. Ramírez, Juan Carlos Laviana, Antonio Fraguas “El Forges”, Luis F. Fidalgo y Natalia Escalada. 

Con el periodismo de investigación como eje nuclear de El Mundo junto a un amplio espectro de firmas de todas las ideologías, El Mundo fue un exitazo desde el día que nació. Y me enorgullece decir que muchas de nuestras portadas forman parte de la historia de España. Algunos dicen que teníamos como objetivo derrocar a Felipe González. Y no es cierto. Teníamos como objetivo contar la verdad, y las verdades que contamos acabaron con el presidente del Gobierno. Nacimos en 1989 pero nos apellidábamos “del siglo XXI” porque representábamos un periodismo moderno y comprometido siempre con la mirada puesta en las nuevas generaciones de lectores con los que estábamos seguros de que íbamos a contar.

Ninguno de los fundadores seguimos en El Mundo. Forges, Umbral, Fidalgo y de la Serna ya no están y El Mundo, con todos mis respetos a quienes lo hacen, no es lo que era. Umbral escribió que “el fundador de algo nunca cuenta con los que vienen detrás”, y tenía razón. Nosotros le vendimos una participación mayoritaria al grupo multinacional italiano Rizzoli Corriere della Sera. Fueron unos fantásticos compañeros de viaje en muchas tormentas, hasta que dejaron de serlo. Finalmente se hicieron con el 100% y ahí siguen.

Y larga vida les deseo, como a todos los medios. Cuando abandoné El Mundo tardé en acostumbrarme a no acudir cada día a la redacción. Hoy las redacciones no son lo mismo, parecen ministerios, la gente no sale a la calle, vive pegada a un ordenador y edita notas de prensa. Incluso a veces suena el teléfono y nadie se pone, no vaya a ser una noticia.


It Magazine: un oasis de libertad entre tanto medio sumiso

Soy muy afortunado, y además de haber fundado El Mundo he fundado junto a Mario y Ana IT MAGAZINE. Otro oasis de libertad entre tanto medio sumiso. Desde nuestra modestia, ejercemos la libertad. No obedecemos nada más que a nuestra conciencia y siempre que nos llega una noticia, la contrastamos y si es cierta la publicamos, nos cueste lo que nos cueste. La semana pasada falleció Victor de la Serna. La vida quiso que le diera un infarto en la puerta de la nueva sede de El Mundo, en la Avenida de San Luis. No se me ocurre un lugar mejor. El destino es caprichoso pero a veces acierta.

Ben Bradlee, director del Washington Post cuando destaparon el “Caso Watergate” escribió en sus memorias: “No hay nada en la vida que se pueda comparar con la vibración de una buena historia, toda tuya, avanzando despacio en su desarrollo, dejando lentamente su señal en la historia. Nada”. Y respecto al Watergate: “Nada nos hizo comprometernos tanto con el caso como saber que estaban mintiendo. Y si hay situaciones en las que un periodista se siente como pez en el agua son aquellas de futuro incierto, ese es nuestro estímulo. Algo interesante, algo importante ocurrirá en alguna parte, tan seguro como que el sol saldrá mañana, y un buen periódico, un periódico con garra, se involucrará en ese algo”.

En la despedida de Ben Bradlee del Post, Meg Greenfield dijo: “La cosa más importante que Ben ha llevado a cabo… es que Ben hizo que el Washington Post fuera peligroso para la gente del Gobierno”. Yo lo que jamás he entendido es cómo hay alguien que no quiera ser periodista. Pues eso, larga vida y todos los éxitos a El Mundo, a quien siempre desearé lo mejor, aunque no me guste lo que haga, porque a un hijo siempre se le desea lo mejor, aunque te de disgustos. 35 años son muchos para un medio.

Yo siento un orgullo indescriptible de haber sido uno de los fundadores de esa casa. Allí trabajé con los mejores periodistas que en España han sido, y nunca olvidare esos años. Ahora soy feliz en ITMAGAZINE, donde nuestros medios no son comparables. Pero nos queda poco, porque somos infatigables e imparables. Lo sabemos y lo saben. Viva el periodismo. Larga vida a El Mundo.


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