Mr. Proper ayudó tanto a mantener limpios los hogares en España que, en el 96, se autodenominó Don Limpio. En sentido opuesto, a Luis «Alvise» Pérez lo podemos llamar desde ya Don Sucio, porque acaba de traicionar a los 800.000 españoles que, desesperados porque alguien ponga fin de una vez por todas a la rampante corrupción de la PPSOE, confiaron en él en las pasadas Elecciones Europeas.
Y es que, el bueno de Alvise, se declara ahora culpable de haber cobrado 100.000€ en metálico. Sí, sin factura y sin declarar, para después justificarse con la misma desfachatez con que lo haría cualquier politiquillo de la PPSOE a la que venía a combatir (basta con leer esta perlita: «me llamarán corrupto, manipulador, etc., por una factura sin IVA, pero díganme: ¿Quién de ustedes no ha hecho concesiones, pequeños sacrificios de moral, para llegar dónde está?»). Claro, tío, claro.
Alvise y su acción ilegal
Que la PPSOE y todas las instituciones colonizadas por la misma están de mierda hasta las orejas, eso ya no lo discute casi nadie. Que el sistema impositivo español es desproporcionado y confiscatorio, es tan cierto como que IT MAGAZINE sigue siendo un medio libre. No obstante, nada de eso justifica una acción ilegal para combatirlo porque, entonces, ¿quién nos asegura que limpiarás una corrupción en la que ya participas? Este es el quid de la cuestión. La PPSOE ha corrompido a personas mucho mejores que Alvise y con principios más elevados, así que a un corrupto de libro no tardarían ni cinco minutos en comprarle. Y, atendida su trayectoria, por bien poco. Igual que han hecho ahora con su amiguete y delator (el de las cryptos).
Así las cosas, el nombre de su Agrupación de Electores -ya saben, «Se acabó la Fiesta»– ha resultado ser premonitorio porque la primera fiesta que va a terminar es la suya, casi antes de empezar. No se puede combatir la mierda con más mierda. No se puede limpiar nada con una bayeta sucia. Las justificaciones –porque lo tienen agarrado de las pelotas- son, además, un oprobio. La única salida a la PPSOE es ganar las elecciones de forma limpia y por personas íntegras que abran, a continuación, un proceso constituyente para traer la democracia de verdad a España, superando este periodo de Transición del Franquismo 1.0 al Franquismo 2.0 en el que en realidad nos encontramos. Y todo ello, antes de que la PPSOE se perpetúe definitivamente.
Por eso siempre aplaudo –y aplaudiré- la llegada de nuevos actores políticos distintos de la PPSOE, porque solo a través suyo podremos alcanzar la democracia real. También, equivocadamente, aplaudí la llegada de Alvise y sus ardillas en las Europeas 2024: por hacerlo contra todo el aparato de la PPSOE. Por hacerlo contra el «matrix informativo español» que se apresuró a ningunearlo. Por tacharlo de ultraderecha que es algo que no existe en España. Y, por mensajes como «nos han engañado a todos y ahora lo vamos a cambiar».
En la carrera por la democracia y la libertad no hay atajos
No obstante, en la carrera por la democracia y la libertad no hay atajos ni puede haberlos, porque a la mayoría trabajadora y racional de este país solo se la puede convencer con verdad y con una ejecutoria intachable. Para mierdas ya tenemos a la PPSOE. Me reafirmo, para terminar, en que “necesitamos muchísimas más ardillas y muchísimos menos creyentes” en la PPSOE como dije entonces, empero esas ardillas tendrán que migrar a otro árbol porque el de Alvise y su SALF está, al menos, tan podrido como el de la PPSOE. No hemos perdido nada. Hemos tomado nota a tiempo de una iniciativa trufada de corrupción que se suma a otros engaños anteriores mucho más grandes como lo fueron Podémoslos y Ciudadanos.
Obviamente, todos ellos contribuyen a ese «virgencita, virgencita, que me quede como estoy» que también nos vende la PPSOE. Cada fracaso de esos nuevos actores políticos engorda a la PPSOE que puede así presentarse ante la Opinión Pública como la opción más fiable dentro del marasmo político en el que nos encontramos. Empero, repito, no hemos perdido nada. Seguimos teniendo nuestro voto y con él podremos lograr el cambio que necesitamos. Ahora nos toca volver a sentarnos en la parada y esperar allí al autobús político correcto. No desesperen, pasará, ya lo creo que pasará.
Mario, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. No voy a decir que Alvise sea un santo, pero meterle el dedo en el ojo de esa manera al político menos corrupto que pisa el parlamento europedo, me hace pensar que te vendes por un plato de lentejas. Compara los cochinos 100.000 euros de Alvise, con todos los chanchullos multimillonarios del resto de formaciones políticas. Ninguno somos santos, y echar esa mierda a una persona por ese dinero e intentar desprestigiarlo por eso, me parece ruin, oportunista y sospechosamente inducido. Con todos los chorizos que pululan en política y tu vas a poner la diana en el único que los pone nerviosos a todos ellos, sospechoso Mario.