Mientras todos tratan de pellizcarte el corazón con el supuesto drama de los falsos refugiados que, a su decir, desbordan Canarias y Ceuta y Melilla gracias a la increíble fertilidad del continente africano, yo quiero llamarte la atención sobre dos noticias recientes. Sí, las relacionadas con los nacimientos y el empleo en España.
Lo de los falsos refugiados no es ningún drama. El drama de verdad es quedarse en África bajo la bota de uno de esos gobernantes alquilados por la potencia de turno. Algo que, si seguimos así, pronto viviremos en España en primera persona. Por el momento, el drama ahora es que el gobierno del PSOE de la PPSOE sigue empeñado en hacer apuestas perdedoras con nuestro dinero. Eso sí que es un drama.
Apuesta perdedora por la inmigración en lugar de una apuesta ganadora por la natalidad
Mientras África confía en la natalidad para salir del atolladero en la que la tienen sumida esos gobernantes arrendados por las potencias mundiales, la PPSOE hace todo lo contrario. Fía a la inmigración lo que debería fiar a la natalidad (ya saben, el mundo al revés de la PPSOE). Se trata de una apuesta perdedora. Los números del INE lo confirman: entre enero y junio de 2024 han nacido 156.202 españoles… pero han fallecido otros 227.167. Además, son 52.000 nacimientos menos respecto al mismo periodo de 2014 lo que supone una caída de la natalidad del 25%. La maternidad ya solo crece en las peores franjas (a partir de los 40 años).
El motivo de este desastre lo encontramos en la apuesta perdedora por la inmigración en lugar de una apuesta ganadora por la natalidad (en España siempre hay ayudas para lo que no se necesita). Y la razón está en que la PPSOE –porque las CCAA tampoco hacen nada al respecto- gana más con la inmigración, legal e ilegal, que con el crecimiento orgánico de la nación española. Así de sencillo.
Las consecuencias en el largo plazo son incalculables, pero vayan pensando que, en España, dentro de 50 años, 1 de cada 3 será mayor de 65 años y que, además, solo 6 de cada 10 serán nativos españoles. Las consecuencias en el corto son esos 3,2M de ocupados extranjeros. Un segmento que crece mucho más que el de los ocupados solo con nacionalidad española. Además supone ya el 20% del mercado laboral (computando también a los de doble nacionalidad).
Así, la mayor parte de la mano de obra creada en este último año ha ido a parar a los extranjeros: de los 426.000 nuevos puestos, 228.000 tienen nacionalidad extranjera, 154.000 tienen la doble. Y, sólo 44.000 tienen únicamente la española. Por eso también los permisos de trabajo a extranjeros no paran de crecer habiéndose despachado más de un millón desde que gobierna Sánchez.
El paro y las pensiones
Esta apuesta perdedora se vuelve terrorífica si la relacionamos con el paro y las pensiones. Con el paro porque con esos 3,2M de puestos de trabajo podríamos haber resuelto el problema del paro. Sin embargo, ahí sigue vivito y coleando. A la PPSOE no le interesa resolver ni el paro ni ninguna otra cosa que esté en la base de su poder (tienen a sueldo, entre unas cosas y otras, a casi la mitad del país). Los extranjeros que entran legalmente en España para trabajar no son el problema y no le están quitando el empleo a nadie.
Son empleos que los parados no quieren desarrollar porque les sale más a cuenta el subsidio más algo de economía sumergida. La prueba está en esas 150.000 vacantes que no se pueden cubrir de ninguna manera (el máximo de la serie histórica) porque son empleos de valor añadido que mejorarían mucho nuestra productividad pero que no podemos cubrir tanto por la competencia de otras jurisdicciones como por tener un servicio público de educación del siglo XIX.
El otro efecto negativo de esta apuesta perdedora contra la natalidad lo veremos en las pensiones. Y es que el creciente peso de los trabajadores extranjeros en el mercado laboral rebajará la productividad y el valor añadido de nuestro mercado laboral. En consecuencia, agrandará más aún la brecha entre las cotizaciones que se cobran y las pensiones que se pagan por la diferencia de bases con lo que nuestra economía se verá más maniatada si cabe. Me malicio que una de las claves de esta apuesta perdedora por la inmigración está en la reducción de costes que el sindicato vertical de la PPSOE estará vendiéndole a las empresas, aunque luego buena parte se lo dejen en impuestos.
En definitiva, que la PPSOE lleva muchísimos años haciendo apuestas perdedoras con nuestro dinero. Además una de las peores es hacerlo contra la natalidad porque significa importar pobreza de terceros países. Y, más pronto que tarde, generarla en el nuestro al rebajar aún más los salarios bajos que ya se pagan en este país. Solo me queda preguntarte, ¿por qué apostarás tú?
