El gobierno acosa por tierra, mar y aire a un juez que hace su trabajo investigando a la amada del presidente. El presidente utiliza, en una para mí evidente malversación de caudales públicos, a la Abogacía del Estado para querellarse contra el juez. La investigada amada del presidente se querella también contra el juez que la investiga. Ampliando así la pinza que pretenden para tratar de evitar que la causa sea elevada al Supremo para que impute al presidente.
El Gobierno controla férreamente el Tribunal Constitucional. Sánchez pacta con Esquerra Republicana de Cataluña un acuerdo inconstitucional para hacer presidente a Salvador Illa. Otorgando así a Cataluña una financiación singular que rompe el principio esencial de solidaridad.
Sánchez y su Gobierno maneja a su antojo instituciones esenciales en democracia
Una minoría de 550 independentistas imponen a todos los españoles un Estado confederal e impiden que los catalanes puedan educar a sus hijos en español. Sánchez maneja a su antojo particular instituciones esenciales en democracia. El presidente guarda silencio sobre el papel que está jugando en apoyo de la dictadura venezolana el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que ejerció de estrella en los mítines de Sánchez.
El hermano de Sánchez es investigado también por la Justicia. El presidente convoca una “rueda de prensa” en la que se formulan dos preguntas pactadas y no se permite ninguna otra. El Gobierno prepara la concesión de una licencia de televisión al Grupo Prisa (El Pais, la SER), a quien ya se le concedieron antes tres. Una de ellas vulnerando la ley, y las vendió para hacer caja, como probablemente venderá la que le den para reducir su millonaria deuda. Sánchez nos dice que la economía española va como una moto y desciende el paro pero descienden notablemente el número de afiliados a la Seguridad Social.
Los medios regados de dinero público por el Gobierno no informan de que un periodista español fue secuestrado en Venezuela y después deportado. Conde Pumpido, a la orden del Gobierno, trata de imponer utilizando a su señora que presida el Consejo General del Poder Judicial una mujer, “progresista”. Claro, sin atender los méritos profesionales de otro candidato. … pero que bien que tenemos un “gobierno progresista” y no nos gobierna la derecha.