Las primeras infecciones se solían dar en agosto, pero este año parece que se han adelantado los efectos del virus del Nilo en nuestro país. Se cree que han fallado los programas y los protocolos de detección de larvas y los arrozales pasan a ser las zonas con más riesgo y mayor presencia de este virus, que ya ha infectado a varias personas en España. Ha causado incluso dos muertes en nuestro país. Máxime cuando ese control de larvas no se ha hecho en los mencionados arrozales, tal y como apuntan algunos expertos.
Infecciones, contagio y muerte por el Virus del Nilo
Son ya varios casos de contagio producidos en el mes de julio. La Junta de Andalucía confirmó el pasado 20 de julio la muerte de una mujer en La Puebla del Río, en Sevilla. Tenía 86 años y patologías crónicas. Días antes, otra mujer, de 71, moría también en el municipio sevillano de Dos Hermanas. Ambas contagiadas por el virus del Nilo del sur. Los expertos señalan que este verano “será complicado”, pese a que de momento sólo se han registrado 7 infectados. Nada que ver con las cifras que se recogieron en 2020, en el que más de 70 personas se vieron afectadas por este virus.
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha detectado la presencia de virus del Nilo en municipios como Los Palacios, Villafranca, Villamanrique de la Condesa, Almensilla y Dos Hermanas. Y se vigila de cerca otros como La Puebla del Río, Palomares del Río y Coria del Río.
Este virus del Nilo es provocado por algunos mosquitos del género Culex. Aunque tiene nombre algo exótico, lo cierto es que afecta a los países del sur, este y oeste de Europa. Se transmite por la picadura de estos insectos, que siguen su ciclo natural. Pueden verse afectados tanto humanos como los animales. Porque, como explican desde el Ministerio de Sanidad que “los seres humanos y los équidos se consideran huéspedes finales del virus por lo que no transmiten la enfermedad, pero sí que la padecen”.
Protocolos de vigilancia y control
Desde las autoridades y proveniente del Ministerio de Sanidad, se han elaborado protocolos de vigilancia, control y erradicación del virus del Nilo. Tienen como objetivo “detectar la presencia de circulación vírica” en zonas determinadas para que puedan localizar “las áreas de riesgo en las que, a partir de las cuales, se pueda difundir la enfermedad así como disponer de información que permita también valorar el riesgo de aparición de la enfermedad desde el punto de vista de la Sanidad animal y la Salud pública, con el fin de dar una respuesta eficaz en tiempo y forma”. Así como también “valorar la necesidad de poner en marcha medidas de lucha específicas y programar en el tiempo las mismas”.
De momento y dada la propagación de casos en varios municipios andaluces, las autoridades sanitarias ya han lanzado varias recomendaciones para evitar la picadura. Recomendaciones que pasan por evitar salir en las horas cercanas al amanecer o que sean posteriores al atardecer, utilizar ropa clara y de manga larga, además de pantalones largos. Utilizar repelentes de insectos. Y tomar medidas para controlar los mosquitos tanto en interiores como en exteriores. El calor y la humedad pueden propiciar la llegada de estos insectos, en cuyo ciclo natural está la acción de picar, con las consecuencias que pueden tener determinadas picaduras.
Desde ayuntamientos como el de Palomares del Río se añade, a través de un bando, utilizar métodos de cloración en envases o recipientes que puedan contener agua estancada, como macetas, piscinas o fuentes ornamentales. Asimismo, explican que se deben emplear “telas mosquiteras en ventanas y puertas, cuartos de bomba con depósito de agua potable o para la recepción de residuales, bajos inundables de edificios, etc.”.
No olvidar también “dejar la luz apagada si las ventanas están abiertas”. En el exterior, procurar mantenerse “alejados de espacios donde haya agua estancada sin tratar (agua clorada), como desguaces, fuentes, piscinas hinchables, estanques, lavaderos o agujeros de árboles”.