En el mundo de las finanzas, las estrategias empresariales a menudo se asemejan a un campo de batalla. En la actualidad, la lucha entre dos gigantes bancarios españoles, BBVA y Sabadell, está tomando forma como una guerra de bancos. Esta confrontación no solo representa un enfrentamiento entre dos instituciones financieras de renombre, sino que también ha puesto en el centro de atención un movimiento estratégico crucial en el sector bancario europeo. Sí, la oferta pública de adquisición (OPA) hostil.
Una batalla campal: una OPA hostil
La batalla comenzó a tomar forma a finales de 2023, cuando se filtraron informes sobre la intención de BBVA de explorar una posible fusión con Banco Sabadell. La administración del Banco Sabadell rechazó públicamente la oferta de BBVA, argumentando que subvalora la verdadera posición y potencial de crecimiento del banco. Además, la dirección de Sabadell está trabajando en una estrategia alternativa para reforzar la viabilidad y el valor de la entidad en solitario.
Lo que inicialmente parecía una oportunidad para una colaboración estratégica pronto se convirtió en un enfrentamiento a medida que las conversaciones entre las partes se estancaron. En lugar de una fusión amistosa, BBVA decidió lanzar una OPA hostil. La cual ha acaparado la atención de los mercados financieros y los analistas económicos.
La OPA hostil implica una oferta de compra pública directa a los accionistas de Sabadell, sin el consentimiento previo de su junta directiva. Esta táctica es una estrategia agresiva para tomar el control de una empresa a pesar de la oposición de su administración actual. Para BBVA, esto representa una oportunidad para expandir su alcance y consolidar su posición en el mercado financiero.
El Sabadell denuncia al BBVA ante la CNMV
Ante esta batalla campal, el Sabadell ha denunciado al BBVA ante la CNMV por incumplir la ley de opas. Le acusa de ocultar información a los inversores al introducir “datos incompletos que pueden afectar al mercado”. En este texto, Sabadell argumenta que la entidad ha publicado una presentación en inglés sobre la operación, una nota de prensa. Y, además ofreció una rueda de prensa y una comparecencia con analistas en la que, advierten, se han dado detalles que han ocultado al Sabadell y al mercado.
Dicho esto, Sabadell asegura que hay «documentación no incorporada al anuncio«. Además que la información proporcionada en dicha reunión «vulnera el artículo 32.1 del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores y, en general, introducen datos incompletos que pueden afectar al mercado«.
Las críticas a la operación han llovido de todos los sectores desde el día en que se anunció. Las primeras vinieron del consejo de administración del banco catalán, que se negó a aceptar la opa por considerar que “infravalora significativamente el proyecto”. Siguieron las del Gobierno, partidos de la oposición, presidentes autonómicos, sindicatos y asociaciones de usuarios financieros que coinciden en señalar que la OPA, de seguir adelante, restará competencia en el mercado y generará despidos de trabajadores. Pero ¿realmente esta OPA hostil saldrá adelante?
Según Juan José Fernández-Figares, director de Gestión Instituciones de Inversión Colectiva de Link Securities, “va a ser complicado que salga adelante la oferta del BBVA. Todo el tema se ha enrarecido mucho y eso suele dificultar que este tipo de ofertas no concertadas prosperen”.
Mejorar la oferta, la baza ganadora para BBVA
Lo que aseguraría a BBVA que los accionistas de Sabadell les dieran el sí a la opa sería mejorar la oferta. La oferta del BBVA consistía en el canje de una acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell. Esto supone una prima del 30% sobre los precios de cierre de ambas entidades del 29 de abril. Pero, a precios de hoy, la prima se quedaría en un 8-9%, ya que la acción de BBVA ha bajado desde el primer anuncio de la opa mientras que la cotización de Sabadell ha subido.
Expertos consideran que una mejora de la oferta podría aumentar las posibilidades de éxito de la opa hostil. Así se pronuncia Sergio Ávila, analista financiero: “Podría atraer a los accionistas, persuadir al consejo de administración de reconsiderar su rechazo inicial y mostrar a los reguladores el compromiso de BBVA”. Sin embargo, cree que el banco vasco “necesitaría asegurar la financiación en una economía incierta”. Por ello, incide en que, aunque una oferta mejorada incrementa las probabilidades de éxito, factores económicos, regulatorios y estratégicos “seguirán siendo determinantes en el resultado final”.
Esta mejora podría consistir, a juicio de Ávila, en un aumento significativo en el precio por acción y una combinación de pago en efectivo y acciones, además de compromisos claros sobre la continuidad de operaciones, protección de empleados y clientes. También una estrategia de integración transparente. Sin embargo, todo parece indicar que la mejora en la oferta no entra en los planes del BBVA.
En resumen, la guerra de bancos entre BBVA y Sabadell representa mucho más que una simple lucha por el control corporativo. Refleja la intensa competencia en el sector bancario europeo y plantea preguntas importantes sobre la dirección futura de la industria financiera en un contexto de cambio y disrupción constante. Los próximos movimientos serán críticos y determinarán el curso de esta batalla estratégica que ha capturado la atención de inversores, analistas y observadores del mercado en todo el mundo.