EL AUGE DE LOS DEPORTES VIOLENTOS

En los últimos 10 años, el número de federados al Boxeo en nuestro país se ha cuadruplicado. El boxeo es, además, el deporte que ocupa el primer puesto en el hipotético ranking de deportes con mayor exigencia física. No sólo por el esfuerzo que exige su práctica, sino por la necesidad de una cantidad determinada de resistencia que permita a estos deportistas soportar maltrato físico incluso durante más de 10 rounds. 


Deportes violentos que crecen cada día más

Otros deportes como la lucha libre, artes marciales como el MuaiThay o incluso otros como la lucha grecorromana están también entre los deportes más violentos. Ahora son noticia porque irrumpen con fuerza. Es decir, han cobrado importancia y cada día crece más el número de personas que los practican. 

De hecho, han salido a la palestra quizá por la reciente victoria de Ilia Topuria, recientemente ganador de la UFC, Ultimate Fighting Championship para artes marciales mixtas. Estas artes marciales engloban disciplinas como el karate, kickboxing, boxeo, muay thai, judo, lucha libre, lucha grecorromana, jiu jitsu, jiu jitsu brasileño, wushu, san da, sambo, taekwondo, entre otras.

El boxeo birmano es, con diferencia, el deporte más extremo hablando en términos de violencia. En el Lethwei, como también se le conoce, o en el bando-kickboxing, se permiten desde golpes con las rodillas y la cabeza hasta golpes con las manos por cualquier parte del cuerpo. Las extremidades no se cubren con vendas, como sí ocurre en otros deportes similares y, en general, todo está permitido.

En Birmania, del que es originario, mantiene intacta su popularidad desde el 2021, año en que se produjo un golpe de Estado que dio paso además a un conflicto civil. En España se permite su práctica a mayores de 15 años. Y en la Red, inundan anuncios de academias y lugares para la práctica de este tipo de artes marciales. Artes como el muay thai cada vez tiene más adeptos, por ejemplo. 


Una manera de canalizar y liberar el malestar

Solo quienes lo practican pueden saber determinar por qué lo hacen. Seguidores o no de toda la filosofía intrínseca que lleva consigo cualquier arte marcial. Moda. O vía por la que poder canalizar la ira, el estrés o la ansiedad que les produce su día a día. No hay que olvidar que la salud mental, tan de moda los últimos años, ha experimentado también una crisis importante desde la pandemia. Cada vez son más las personas, y cada vez más jóvenes también, que se ven aquejados de problemas con su salud mental. Para muchos, estas artes marciales y estas prácticas de deporte violento son su manera de canalizar lo que verbalmente quizá no son capaces de expresar para liberar su malestar.

La violencia ha aumentado también. Como lo ha hecho de la misma manera la criminalidad en nuestro país. Sólo en el último año, según el observatorio de la violencia en España, la tasa de criminalidad ha aumentado más de 7%. A niveles generales, en 2023 se registraron más de 588.000 delitos. Mens sana in corpore sano e una cita latina que aparece en una de las sátiras de Juvenal. La mente sana se encuentra en un cuerpo sano. Y el cuerpo está sano si la mente, que es realmente la que lo rige, también lo está. 

Nadie duda de que practicar deporte es saludable. Pero cuando el aumento es tan notable en deportes violentos, algunos calificados como extremos, quizá deberíamos preguntarnos si esos cuerpos sanos que luchan, se pegan y entran en contacto a fuerza de golpes sin medida, podrían ser ejemplo para la Juvenal.


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