Imagina un “diario” repleto de historias íntimas y secretas en lo profundo de tu genética o ADN. Historias emocionales, traumas y vivencias que pueden estar influyendo en tu vida más de lo que puedes figurarte. En cada relato se encuentran experiencias que han ido escribiendo tus padres y abuelos, algunas pudieron ser traumáticas y otras felices. Son todas aquellas historias que supusieron un impacto para nuestros antepasados y que pueden estar afectando a tu propia existencia sin tú ser consciente o sin tener conocimiento de ellas.
La ciencia, a través de la epigenética, está desvelando misterios que nos conectan con generaciones anteriores de una forma que hace pocos años no sospechábamos. Cada vez hay más investigaciones que respaldan la idea de que las consecuencias de un trauma pueden pasar a las generaciones futuras mediante cambios en la epigenética. Exploremos algunas contribuciones que esta disciplina aporta al campo de la psicología.
La epigenética nos conecta con generaciones anteriores
La Genética nos enseñó que el ADN es la línea de transmisión de la información genética entre generaciones. La epigenética es el concepto novedoso que se refiere a cambios que ocurren en nuestro ADN, afectando cómo se «lee» o «interpreta» la información genética. La epigenética sería como los marcapáginas en ese “diario” repleto de historias, que mencioné al inicio. Indica qué partes deben ser leídas y cuáles no. Lo más asombroso es que esta lectura o interpretación puede tener impacto en tu salud. En lo que puedes heredar de tus antepasados o lo que pueden recibir tus descendientes.
Catástrofes naturales como el reciente terremoto en Marruecos o las inundaciones en Libia, no solo suponen una devastación inmediata de gran magnitud, sino que también podrán afectar a la herencia emocional de generaciones venideras. Estos eventos dramáticos que provienen de la naturaleza son inevitables. Sin embargo, hay otros terribles desastres que son provocados por el ser humano y dependen de nuestras decisiones y acciones. Ejemplos son el saqueo después de un desastre natural, el secuestro de menores, los actos de violencia sexual, los conflictos armados o los asesinatos, entre otros. La epigenética nos informa que nuestros comportamientos de hoy y sus consecuencias emocionales actuales pueden repercutir en las próximas generaciones.
La buena y esperanzadora noticia es que las mismas áreas afectadas por el trauma en nuestro ADN son las que desempeñan un papel fundamental en nuestra resiliencia. Es decir, en nuestra capacidad para superar adversidades. Así nuestras acciones positivas presentes podrían trascender y determinar un futuro más fuerte y resiliente para las próximas generaciones. ¡Construyamos una sociedad saludable! ¡Cuidemos a las próximas generaciones!
Muchas gracias. Ahora lo voy a leer detenidamente.