Como si del argumento de la peor y más desagradable snuff movie se tratara, o como si estuviéramos hablando de la sinopsis de la última novedad en material de novela policiaca, ha vuelto a ocurrir. Dos menores de un centro tutelado en Valencia han sido recientemente drogadas y violadas por más de una decena de personas.
Todo comenzó el verano pasado cuando dos menores del centro de la comarca de La Safor, se fugaron del centro de acogida en el que se encontraban tuteladas. Ocurrió en junio. Desde la residencia alertaron de la desaparición de las menores a la Guardia Civil. También dieron cuenta de la desaparición a la Fiscalía, a los familiares de las menores y a las fuerzas de seguridad, según varios medios. Tras diez días de búsqueda las menores fueron localizadas en un piso en el que detuvieron a cuatro personas. Los agentes declararon entonces que creían que hasta allí se desplazaban muchos más.
Hoy se ha sabido que las menores eran drogadas en ese piso. Las obligaban a consumir sustancias psicotrópicas para después, con la consciencia fuera de sí, violarlas repetidas veces entre varias personas. “Entre diez y quince personas”, según las declaraciones de una de las menores.
«Operación Alike»: menores drogadas y violadas en Valencia
El caso forma parte de la conocida como «Operación Alike». En esta operación varios hombres de edades comprendidas entre los 35 y 50 años se dedicaban a captar menores de edad, llevarlas a un piso que ha sido interceptado en la localidad de Gandía, drogarlas y violarlas. Hasta el momento se ha detenido a dos varones. Se busca a un tercero, y un cuarto que se encuentra en estos momentos encarcelado en la prisión de Picasent. Está también siendo investigado ya que se le relaciona con la misma red criminal. Todos acusados de abusos sexuales a menores. Todas las diligencias han sido entregadas ya al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n.º 3 de Gandía.
Siempre mantenían la misma operativa: buscaban menores en situación de desamparo, les ofrecían cobijo en la vivienda de Gandía y cuando lograban llevarlas hasta allí las drogaban con el objetivo de violarlas. Las menores eran violadas no solo por los ahora detenidos sino también por cuantos otros acudieran a la vivienda. Una de las menores ha declarado que llegaba un momento en que no sabían con cuántas personas podían llegar a tener sexo. Era tal su estado de inconsciencia que en algún punto dejaron de contar.
Gracias a la madre de una de las víctimas se pudo poner en marcha el rescate de las menores y la detención de los agresores. Tras la llamada de la menor a su madre desde un teléfono oculto, ésta dio la voz de alarma a la Guardia Civil y haciéndose pasar por una adolescente amiga de su hija, lograron que los agentes localizaran la vivienda y los componentes de la trama.
Tramas y bandas por todo el país
El relato de los hechos no tiene desperdicio y no debería quedar en el olvido. Tanto por lo cinematográfico de la escena en la que la madre da la voz de alarma tras hacerse pasar por una adolescente más, hasta el secuestro de las menores del centro en el que se encontraban. Hoy se sabe que han sido ellas las víctimas pero mañana se desconoce a quiénes les va a poder ocurrir algo similar. Tristemente hechos como este se producen con mayor asiduidad de la que creemos conocer. Y muchas son las tramas y las bandas criminales que operan en nuestro país con el único objetivo de hacer daño, traficar con menores y lanzarles a una maraña de sexo, drogas y mala vida de la que algunas ya nunca van a poder escapar.
Baleares, País Vasco, Canarias, Levante… puede que sean los cuatro puntos calientes de nuestra geografía donde mayor número de casos en torno a los abusos, secuestros y menores tuteladas a las que lanzan a la prostitución, se da. Pero puede también que no sean los únicos. Porque las tramas se multiplican como los hongos cuando hay humedad. Hasta que de verdad haya alguien que frene el lanzamiento de esporas para que dejen reproducirse.
