Ya explicó atinadamente Mario Díez aquí la pasada semana que “En el nombre de ellas”, la serie documental de la productora Señor Mono sobre el caso Kote Cabezudo, no se estrenó como estaba anunciado. ¿Por qué? Pues porque Vicent Sourdeau vicepresidente y Manager General de los canales Disney en España y Simon Anselem, Consejero Delegado de Walt Disney para España y Portugal vendieron a las víctimas. Todo esto después de haber supervisado y autorizado durante 14 meses cada detalle de la impecable producción de Señor Mono, de la que soy coproductor y coproductor ejecutivo.
Disney ha mentido además al decir que no emitirá la serie por discrepancias con la productora. Trata de salvar su cara diciendo además que ha devuelto los derechos íntegros a los productores por respeto a las víctimas que merecían que su historia fuera contada. Víctimas a las que primero ha utilizado y después vendido.
Pero hay más. Disney tenía decidido desde dos meses antes del 23 de noviembre, la fecha anunciada de estreno, que no iba a emitirlo. Esto, según me han confirmado fuentes de absoluta solvencia. Y además, Oscar Gutiérrez Martínez, periodista de “El Confidencial Digital” (ECD), llamó en septiembre a Señor Mono, a Disney y a mí para contrastar una noticia que le había llegado que afirmaba que pese a haber anunciado el estreno, Disney no pensaba emitir la serie.
A la llamada de ECD yo respondí que no sabía de lo que me hablaba y que me extrañaba mucho pero que debía hablar con Señor Mono y Disney. Y así lo hizo. El pasado viernes Oscar Gutiérrez me dijo literalmente: “Señor Mono y Disney me lo desmintieron tajantemente. Y por ello, en ECD decidimos no publicarlo, porque tampoco teníamos la certeza de que nuestra fuente fuera fiable al cien por cien”.
No voy a entrar en las fuentes de los colegas. La realidad es que esa fuente de ECD ha resultado con el tiempo ser fiable. Y sorprende que ECD, después de haber sido el primero en enterarse de lo que iba a suceder, no haya publicado después una línea ni del comunicado de las víctimas.
Disney miente sobre sus razones de no emitirla
Es relevante que Disney tuviera tomada la decisión con tanta antelación. Y mucho. Confirma que no ha tenido ninguna discrepancia con la productora. Además manifiesta que la historia merece ser contada a la vez que toma la decisión de ocultarla, lo cual acredita su inmoralidad. Nadie con la cabeza encima de los hombros puede creer que Disney compre una serie documental, la valide paso a paso durante 14 meses, la anuncie, se la envíe a decenas de periodistas del sector e influencias varias y después renuncie a emitirla si no ha habido alguien poderoso que les ha sugerido dejar tiradas a las víctimas y proteger de este modo al violador y pornógrafo infantil. Y más que probablemente han recibido recompensa por su canallada.
Pero no solo es Disney. La pasada semana RTVE (que ya me impidió a mí hablar del caso Kote Cabezudo despidiéndome de modo fulminante del programa “Las cosas claras” dirigido y presentado por Jesús Cintora, el que anda de bolos ahora presentando un libro titulado “No quieren que lo sepas”, me parto) invitó a su programa matinal a Mónica Naranjo. La presentaron como “una pantera en libertad” y reprodujeron el video clip de su canción “Toda una mujer”.
Naranjo presentó públicamente esta canción con un clip en el que decía literalmente: “Esto nunca tendría que haber sucedido. Muchas gracias por dejarme cantar vuestra historia chicas. Os quiero”. RTVE habló de una canción ¡¡”contra la violencia de género!! Ni RTVE ni Naranjo mencionaron a Kote Cabezudo y sus víctimas. No sabemos si Naranjo habló de ello. Porque incluso el video recoge imágenes de la serie documental, y fue censurada por RTVE o si directamente Naranjo no habló de esas “chicas, os quiero” a las que escribió la canción.
Solo sabemos que en RTVE fue presentada como una canción contra la violencia de género. Lo cual es sencillamente falso, infame y canalla. Dado que Naranjo no ha salido públicamente a rectificar a RTVE y explicar la verdad de esa canción, cabe deducir que no hubo censura y que la “pantera en libertad” no habló de ello, lo cual me parecería infame también. Pero si estoy equivocado y fue censurada lo retiro. Solo ella puede y debe aclararlo, por respeto a “esas chicas os quiero”. Supongo que tendrán la sensación de que “la pantera en libertad” simplemente las ha utilizado para vender su canción.
Y para rematar la semana, el fiscal general del Estado, Alvaro García Ortiz, eligió a Ana María Sola Ibarra como nueva fiscal jefe de Vizcaya. En sustitución de Ana Barrilero que se jubiló el pasado mes de agosto. A la plaza concurrían cinco fiscales. Entre ellos Jorge Armando Bermúdez, fiscal de San Sebastián que llevó la acusación contra Kote Cabezudo. Hasta el miércoles, fuentes de la Fiscalía General comentaban que Bermúdez era el candidato más sólido, con más méritos y con mejor trayectoria, seguido del fiscal alavés Josu Izaguirre. Pero María Sola, la elegida, es de la cuerda del que manda en la Fiscalía General, que ya nos dijo Pedro Sánchez quien era. O sea, él.
Ya escribí que tras su acusación contra Kote Cabezudo y su petición de 250 años de cárcel contra el violador y pornógrafo donostiarra, Bermúdez estaba “muerto” en su carrera. Muchos, entre ellos él, me lo negaron. Por ahora se confirma que yo tenía razón. El fiscal Jorge Bermúdez no se merece este trato, pero los protectores de Kote Cabezudo son poderosos y lo controlan casi todo.
Y Además…
- Fantástica victoria de Argentina en el Mundial de Qatar. Incomprensible que Messi aceptara colocarse esa chilaba que parecía una bata de Victoria Secret para recoger la copa. Pero Messi cobra de los qatarís en el PSG y es otro que está arrodillado ante ellos y su dinero. Como Macron, que no daba abasto en cabezazos abajo para tratar de tener su sitio en la fiesta de la vergüenza.
- La pasada semana Daniel Ramírez, gran periodista, nos contaba en El Español la cena que celebró Felipe González con buena parte de los que fueron sus ministros en sus gobiernos. Allí estuvo también Juan Alberto Belloch, el que fue ministro de FG y le contó en entrevista al propio Daniel Ramírez que le pagó 400 millones de dinero público al espía Paesa para negociar la entrega de Luis Roldán porque sabía que el Gobierno del que él formaba parte pensaba asesinar al entonces fugado director general de la Guardia Civil. La cena fue un show. Ver allí a lo más granado del felipismo, condenados por la Justicia incluidos como Barrionuevo (por secuestrar a un anciano viajante de comercio) y a Chaves (por el latrocinio de los ERE), en pleno asalto del Gobierno de Sánchez a las instituciones. Su supone que hablaron de todo ello, pero ninguno quiso abrir la boca con la prensa. Quizá no hablan por miedo a que les respondan desde el propio PSOE con sus crímenes y sus robos a manos llenas. O por miedo a que les recordaran que el origen de la actual crisis institucional está en la Ley Orgánica del Poder Judicial que hicieron ellos en 1995 con la que entregaron a los dos partidos que se reparten el Gobierno la capacidad de nombrar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. Sí, cuando Alfonso Guerra también presente en la última cena, dijo que “Montesquieu murió hace muchos años”. O sea, que se juntaron a cenar los que colocaron la primera piedra de la tumba de la separación de poderes en España. Una banda. Ellos y los de ahora.