Entre 2015 y 2016 varias menores fueron captadas a través de la agencia de modelos, animadoras y gogós llamada “18 Lovas”. A las jóvenes se les ofrecía la cantidad de 50 euros. Esta cantidad podía ser incrementada en 50 euros más en el caso de que mantuvieran sexo con los clientes. Eran llevadas a una vivienda vacía donde se les ofrecía bebida “para animarse”. Allí se aseguraban que posasen desnudas para captar fotografías en ese estado y para que después se les pudiera coaccionar en caso de producirse algún problema.
Las menores eran anunciadas en redes sociales y en páginas especializadas en eventos. Como miembros de una agencia de modelos nada parecía salirse de los estribos. Aunque en realidad la trama encerraba un camino bastante más oscuro que el que a simple vista hacían ver al público en general. A fiestas y eventos en restaurantes que uno de los implicados regentaba, las menores acudían como miembros de la agencia aunque luego fueran víctimas de juegos sucios, abusos sexuales y coacción.
En 2016 una de las menores se quedó embarazada y la esposa de uno de los implicados denunció, con lo que acabó saltando a la esfera pública toda la trama. Según se ha podido conocer, los encuentros sexuales tuvieron lugar en la capital grancanaria, en San Bartolomé de Tirajana y Agüimes.
Víctimas vulnerables abusadas y coaccionadas en el caso «18 Lovas»
En total seis procesados se encuentran en el banquillo a la espera de que se pronuncie el Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Entre ellos, Eustasio López, empresario grancanario conocido por haber aparecido en varias ocasiones en la lista Forbes entre los hombres más adinerados del mundo. Se le atribuyen ahora dos delitos de prostitución de menores.
Y como ha ocurrido en otros casos similares en los que hay implicadas menores, todas tenían situaciones familiares vulnerables. El juez estimó que un punto común a todos los procesados, fue que se valieron de esa vulnerabilidad y de la minoría de edad de todas las víctimas.
Si la vulnerabilidad era un punto común para todas las menores víctimas en este caso, la buena posición social es la nota que comparten gran parte de los implicados. Administradores de varias sociedades, grandes hosteleros, hijos de pequeños empresarios… La situación económica de aquellos a los que ahora se les procesa, no puede decir que pasara por vulnerabilidad.
El caso «18 Lovas» está siendo procesado cinco años después de producirse los hechos. Algunas de las víctimas que formaron parte de esta red de prostitución de menores han querido hoy reforzar la asistencia jurídica con un equipo de personas expertas en casos de violencia de género.
Hechos depravados y silenciados durante años
El peso de la ley no sabemos si caerá sobre todos los implicados en la trama «18 Lovas». Así lo determinó el presidente del gobierno canario en 2018, Fernando Clavijo, en una entrevista a EAJ Radios Las Palmas, al hilo de un caso similar que se había producido por aquel entonces en Lanzarote. Afirmó también que es preciso perseguir todos los casos de violencia de género en los que están implicados los menores. Y perseguir a “aquellos depravados, enfermos mentales, que son capaces de hacer eso a menores de edad”. “Aquí nos conocemos todos”, alertó.
Gracias a las redes sociales, los medios libres, Internet, todos estos depravados que son capaces de hacer sufrir a menores, también se acaban conociendo. Es lo que tiene la red y la nube. Que se encuentran lectores en cada rincón y oportunidades para dar a conocer lo lamentable de muchos de los miembros de nuestra sociedad.
Tristemente suele ser necesario permanecer con los ojos bien abiertos y mantenerlos con cierto espíritu crítico. Además conviene sostener el foco bien colocado y muchas ganas de leer y contrastar informaciones. Estos hechos depravados, silenciosos en muchos casos y tapados en otros por quienes tienen la obligación de hacerlos públicos, hace que se acaben conociendo pasados los efectos. Cuando ya se han asentado bien sobre la memoria de las víctimas. Y el resto de la sociedad vive en un caldo de cultivo más próximo al olvido que a la acción. Por eso no debemos dejar que esto pase. Ni con las víctimas de «18 Lovas» ni con ninguna otra.