Desde el Gobierno se anunció hace ya algunas semanas que reduciría la jornada laboral de los trabajadores. Aquellos que hasta ahora trabajaban 40 horas semanales, pasarían a hacerlo 38,5h a lo largo de este 2024 y a partir del año que viene, 37,5h. Sin merma salarial. Esta reducción de la jornada laboral beneficiará a más de trece millones de trabajadores del sector privado.
Opiniones en contra de la reducción de la jornada laboral
Pero no cuenta con el beneplácito de todos los intervinientes en la llamada mesa del diálogo social. Tampoco con la opinión de los expertos financieros, que vaticinan que será una ruina para el sector empresarial. Desde la patronal, por ejemplo, Antonio Garamendi, ha reiterado en varias ocasiones su rechazo a que la reducción de la jornada se haga por ley y en últimas declaraciones ha instado al Gobierno a que “haga lo que tenga que hacer”. Afirmó esta semana que desde la patronal se ha planteado “de todo” y desde el Gobierno no han hecho caso “en nada”.
No obstante, la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz, no se da por vencida e insiste en que es posible llegar a un acuerdo con la parte empresarial. Ha anunciado que la próxima semana se reunirá de nuevo con el objetivo de lograr un acuerdo tripartito entre Sindicatos, Patronal y Gobierno. Insiste porque Díaz ya pidió a la CEOE y a Cepyme que presentaran una propuesta por escrito este pasado lunes. Propuesta que no se entregó ni se presentó y que quizá, ni se pretende preparar.
Algo que además, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha indicado que es muestra de que la posición de la patronal está siendo “decepcionante” y que su actitud es una “especie de burla al diálogo social”. Yolanda Díaz, por su parte, ha indicado que puede que ésta sea “la primera vez que no hacen ninguna propuesta”. Y todo apunta a que finalmente el acuerdo se cerrará con el único apoyo de la parte sindical. Los sindicatos se han pronunciado para comentar que en el texto definitivo “hay todavía elementos que pulir, sobre todo de corte técnico y queremos seguir con ellos”. Pero parece que no son reacios a la propuesta inicial. Aunque haya que pulirla.
Se trata de una «medida de sentido común»
En Europa, la media semanal de horas de trabajo se encuentra alrededor de las 40 horas. Sólo países como Dinamarca o Países Bajos, la mantienen más reducida. Y el objetivo del Gobierno es acercarse a ellos. Apartarse de la situación actual de los trabajadores españoles del sector privado. El objetivo del Gobierno es reducir las horas de trabajo porque “en España hay más de 6 millones de horas extra a la semana y más de 3 millones son irregulares y no retribuidas. Hacemos horas extra por doquier”, ha indicado en las últimas semanas la ministra de Trabajo.
El acuerdo al que finalmente se llegue entre Gobierno, Sindicatos y Patronal, deberá recalar primero en el Consejo de Ministros. De ahí, al Congreso y a partir de entonces, se tramitará como proyecto de ley. Irá acompañada, además, de una reforma del registro horario, que tendrá el objetivo de que las empresas cumplan con los límites legales establecidos. Y multas de hasta 10.000 euros para las empresas que incumplan el registro horario de sus trabajadores y no establezcan la reducción de sus jornadas de trabajo.
Se trata, en palabras del Ministerio de Trabajo, de una “medida de sentido común”. Pero como todas las que parten de este sentido, no cuenta aún con el beneplácito de todos los actores que deberían intervenir en ella. Ese sentido no suele aparecer cuando se le necesita. Se prefiere la bronca, la falta de diálogo, la confrontación y la culpa que vaya y que venga de unos a otros.
