El mes de junio ha terminado en España con una inflación del 1,9€. Dicen los expertos que es el primer país de la Eurozona que ha terminado con esta tasa por debajo del 2%. Es, de hecho, el dato más bajo desde el mes de abril. Puede que haya ayudado a este descenso el menor incremento de los precios de los carburantes, la electricidad y los alimentos. También ha ayudado a que el IPC descienda.
Países como Alemania, Francia o Italia continúan con una inflación alrededor del 6%. Esto hace que desde el Banco Central Europeo no se hayan planteado ni por asomo dejar de apretar la soga de los tipos de interés. Estos se mantienen en el 4%. Además se espera que en el mes de julio vuelvan a subir. La escalada sigue siendo continuada. Esto afecta de lleno a más de 14 millones de personas en España, que son básicamente, las que están hipotecadas.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ya se ha apresurado a alabar los buenos datos de nuestra inflación, que lleva dos meses de caída. De hecho, muchos medios se han hecho eco de que el Gobierno indica que las medidas que se han adoptado en los últimos meses han permitido que la inflación se reduzca casi en 9 puntos en menos de un año, hasta llegar al 1,9% en junio.
Es la tasa más baja que se registra en torno a la inflación desde marzo de 2021. Mucho antes de que estallara la guerra de Ucrania. Por otro lado, la inflación subyacente, que es la que se refleja por el índice de precios al consumo, sólo ha reducido sus datos en cinco décimas. Se sitúa este mes en el 5,9%. Es decir, no se prevé una bajada en el precio ni de la leche, ni del pan, ni de los huevos.
La inflación baja pero la sociedad no nota los cambios
Las malas lenguas dirán que no parece que queden 3 semanas para unas elecciones generales. Porque a nivel de marketing ésta sería una buena estrategia para animar a la gente a votar. Pero la realidad dice otra cosa. Y es que aunque la inflación haya caído en mayo y en junio, la cesta de la compra sigue costando más que hace un año. Las hipotecas variables continúan subiendo y muchas familias tienen que hacer verdaderos tetris financieros para poder pagar la letra cada mes.
Es más, en los últimos meses parecen haber aumentado las personas que “tiran de tarjeta” para poder hacer frente a sus cuotas de la hipoteca así como de otros créditos que han podido contratar con anterioridad. La inflación, la subida del coste de la vida y la merma en los ahorros hace que muchas familias caigan en una pescadilla que se muerde la cola. Tienen que incrementar sus gastos de crédito para poder hacer frente a todos los gastos que tienen cada mes.
Esto, unido al precio de los carburantes, a que ya no se sabe a qué hora compensa más poner la lavadora o darla al off al interruptor de la lámpara del salón. Además ya hemos asumido que un 3 o un 4% de subida salarial a principios de año no nos hace escapar de la presión que ejerce sobre nosotros la economía. Esto hace sospechar que aunque la inflación esté por debajo del 2% no vamos a notar cambios.
El Gobierno presume de que somos una de las grandes economías que ha logrado que la inflación baje. Porque no estamos en crisis, que no se nos ocurra pensarlo. Pese a que el desempleo parece que bajó en mayo en más de 40.000 personas, pero quizá, siguiendo la tendencia habitual, puede que vuelva a subir pasado el mes de septiembre, cuando finalizan todas las contrataciones que se realizan por la época estival. No estamos en crisis aunque se estime que casi 7.000 empresas echarán el cierre durante 2023.
Desde el Banco de España prevén que la inflación alcance el 3% en este 2023. Reduciendo ese 3,7% que se estimaba a principios de año. El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, afirmó en un evento a finales del mes de mayo que creían que la tasa de crecimiento de la economía en España para 2023 se situaría alrededor o por encima del 2%. Frente al 1,6% recogido en las últimas previsiones. Todo un reto para trasladar la calma que necesitan las economías domésticas, que cada vez ven más complicado llegar a final de mes.