Ya sabemos que en la búsqueda de votos todos los partidos políticos sobrepasan los límites de lo ridículo. Pero me ha llamado la atención la reiteración de actos del PP con Yadira Maestre. Predicadora evangélica y fundadora de la Iglesia Cristo Viene del barrio de Usera. Entre otras cosas asegura que sana a los enfermos con la oración, hasta incluso llegar a curar la ceguera. La predicadora ha frecuentado actos del PP. Ha llegado a pedir el voto para el PP a sus feligreses. Y el pasado fin de semana fue la telonera de un acto en el que Alberto Núñez Feijoo, Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez Almeida, Dolors Montserrat y Esteban González Pons buscaban pescar votos de la comunidad latina en Madrid.
Los latinoamericanos suponen en Madrid un 8% del censo electoral total y es legítimo tratar de pescar votos entre ellos. Pero la jornada del pasado sábado organizada por el PP en el Auditorio Parque el Paraíso del barrio de San Blas, creo que fue un error. No por el ridículo de los dirigentes populares contoneándose al ritmo del dominicano Henry Menéndez y la Orquesta Carlos Talez, sino por el show de la telepredicadora Yadira Maestre.
Ya sabemos que la Iglesia Evangélica apoyó eficazmente a Donald Trump y Jair Bolsonaro en EEUU y Brasil. Allá el PP si esas son las compañías que desean. Pero me pregunto a quién se la ha ocurrido subir al mismo estrado a los candidatos populares junto a Yadira Maestre. Me temo que los votos que pesquen en esa comunidad los pueden perder entre parte de su electorado que no comprenda la necesidad de mezclarse con una mujer que lanza un sermón patético en el que mezcla fanatismo, política y religión al ritmo de la canción “El tiburón” de Henry Méndez. Tres contenidos que agitados y mezclados son altamente peligrosos. Esta señora igual que cura a una ciega que permite salir caminando, a uno que llega en silla de ruedas, o a su madre de un cáncer de mama que pide el voto para el PP.
La predicadora Maestre frecuenta actos del PP mezclando política, religión y fanatismo
Puede que de verdad la telepredicadora quiera que gane el PP, pero a lo que dedica ahora sus esfuerzos es a organizar un evento multitudinario denominado “Cruzada en España”. Lo realiza con una telepredicadora nigeriana llamada Evelyn Joshua, que también presume de curar enfermos de todo tipo. Con el detalle no menor de que incluye entre los enfermos a sanar a los homosexuales.
El rostro, la gestualidad y las palabras del portavoz del PP Borja Semper al ser preguntado por el acto del sábado evidencian el sonrojo que tuvo que pasar. Escapa de ello diciendo que el PP deja intervenir en sus actos a gente que no es del PP y que habla con libertad. Pero la telepredicadora no es que pasara por allí el sábado y subiera al escenario por sorpresa, es que era la telonera oficial y la organizadora del show. Isabel Díaz Ayuso ha dicho que no fue ella quien organizó el acto. Y el alcalde Almeida al ser preguntado por el tema respondió que Pedro Sánchez ha cambiado en su gobierno a dos mujeres por dos hombres. O sea, método Ollendorff aplicado a la política.
Yadira Maestre mantiene una estrecha relación con el PP madrileño. Se reúne con frecuencia con sus dirigentes y prestó su centro evangélico para una recogida de firmas contra el indulto a los soberanistas catalanes. En septiembre de 2022, en el festival evangélico Invasión Madrid Fest, le entrego un premio a Alfonso Serrano. Número 2 del PP madrileño, en reconocimiento por el apoyo que le prestan.
Yo me pregunto qué hace y que busca el PP con esta señora. Vale, buscar votos, pero ¿nadie en el PP es consciente del espantoso ridículo y del coste que puede tener para ellos? Debieran separar política y religión. Y más aún política y fanatismo. La historia demuestra lo mal que mezclan y los daños que provoca.
Y Además…
- Miguel Angel Revilla, el presidente de Cantabria que durante la pandemia quería vacunar “a todo el mundo, por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar”, se presentó el fin de semana en un hospital de Cantabria a visitar a un amigo. Y rueda por internet un video del momento. Revilla, sin mascarilla ni armonía, le soltaba a corta distancia una tonada montañesa al colega que, sin posibilidad de huida, permanecía quieto mientras su amigo el presidente no cesaba en la tortura. Al preguntarle los periodistas el motivo de estar en un hospital sin mascarilla, donde todavía son obligatorias para todos, Revilla respondió que no entendía el revuelo, que entró con mascarilla y se la quitó para entonar “dame la mano morena, para subir al riberu, y ver desde allí Carmona, el pueblo que mas yo quieru”. Es reincidente Revilla en imponer a los demás vacunas, mascarillas y encierros y saltarse él las normas, pues ya le pillaron en pandemia en un local fumándose un puro. Y es reincidente también en escaquearse ante la prensa y los ciudadanos. A un buen amigo no se le visita en el hospital para cantarle a gritos desafinados. Como un buen presidente no aguanta en el puesto más de 20 años si el Gobierno central le toma el pelo con los trenes de Cantabria. Lo de Revilla es un cante permanente y sin la más mínima gracia.