OTRA VEZ «ASENCIO MUÉRETE»

En el Estadio Anoeta de San Sebastián escuchamos por segunda vez en poco tiempo a una grada de animación gritarle al defensa del Real Madrid Raúl Asencio “Asencio muérete”. Había sucedido hace dos jornadas en el Estadio El Sadar de Pamplona.

En todos los estadios hay cafres que van a desahogarse de sus frustraciones en vez de a divertirse y disfrutar del fútbol. Pero el “Asencio muérete” no puede convertirse en una moda sin que tenga consecuencias.

No cabe justificación a que le griten a Raúl Asencio «muérete»

Raúl Asencio es un joven que ha conseguido hacerse con un puesto en la defensa del Real Madrid. Parece que los gritos deseándole la muerte son consecuencia de que está imputado por un juzgado de Las Palmas por distribución de pornografía infantil. Unos compañeros de Asencio en la cantera del Real Madrid grabaron un video sexual con una menor de edad. Se lo enviaron por WhatsApp a Asencio y éste, que no participó en la grabación, se lo envió a su vez a un colega.

La causa lleva un año de instrucción y aún no se ha señalado fecha para el juicio por lo que Asencio hoy en día no es culpable de ningún delito, no ha sido condenado. Y aún si lo fuera no estaría justificado jamás que una grada de un estadio le grite “muérete”.

Debieran sancionar al Club y cerrar temporalmente la grada

Existe un protocolo, que se activó en Anoeta, por el que se detiene el partido y se advierte al público que de no cesar los gritos se suspenderá. Me parece insuficiente.

Creo que desearle la muerte a alguien es muy grave y que al margen de que pueda suspenderse el partido de no cesar los gritos, constatado que se produjeron, la Federación y la Liga debieran sancionar duramente al club y, quizá, cerrar temporalmente la grada en que se hayan proferido esos gritos. Igual que si se profieren insultos racistas u homófobos. Sea el estadio que sea.

Si no tiene consecuencias, sea cual sea la afición que lo hace y el jugador afectado, volverá a suceder. Es preocupante que en quince días se haya repetido lo mismo con Raúl Asencio.

En el Bernabéu a Guardiola se le canta una canción infame como drogadicto y homosexual

Y me sorprende que el Real Madrid, que denuncia con razón cuando se ha insultado a Vinicius o ahora a Asencio, no actúe contra la Grada de Animación del Estadio Santiago Bernabéu, en la que están refugiados los Ultra Sur, que cada vez que un equipo entrenado por Pep Guardiola pisa el Bernabéu, le cantan una canción infame en la que se refieren a él como consumidor de droga y como homosexual. Se repite una y otra vez sin que el club haga nada.

Soy muy aficionado al fútbol, seguidor del Real Madrid y el Real Oviedo, acudo siempre que puedo a los estadios. Nunca he entendido a esos tipos que en vez de disfrutar y animar a su equipo se dedican a gritar histéricos insultando a los rivales o a los árbitros. Muchos de ellos adultos acompañados de niños.

Insisto, mientras no haya sanciones, seguirá sucediendo. Una amiga donostiarra me dijo tras lo de Asencio que “fueron solo dos o tres”. No, no fueron dos o tres, fue una grada, fueron decenas y decenas de aficionados de la Real. Dos o tres fueron los que en el mismo partido le hicieron gestos a Vinicius como si fuera un mono.

No puede suceder que se convierta en una moda que un jugador tenga que aceptar que en cada campo le deseen la muerte. Es intolerable. No es algo anecdótico. Y tiene que tener consecuencias.

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