Tener una realista novia virtual ya es posible. En los últimos años, el avance de la inteligencia artificial ha dado lugar a una serie de innovaciones tecnológicas que están transformando diversas facetas de la vida cotidiana. Entre ellas, una de las más sorprendentes ha sido la creación de “novias virtuales”, aplicaciones que permiten a los usuarios interactuar con mujeres artificiales creadas mediante IA. Estas mujeres virtuales están diseñadas para ofrecer compañía, conversación y, en algunos casos, incluso interacciones más profundas (digamos eróticas), todo a través de una pantalla. La popularidad de estas aplicaciones está creciendo, y muchos hombres en España y en otras partes del mundo se están viendo atraídos por la idea de establecer relaciones con estas figuras artificiales, lo que genera un debate sobre las posibles implicaciones sociales, emocionales e incluso legales de esta tendencia.
Las aplicaciones te dan plena libertad para que elijas todas las características de tu futura compañera virtual. Edad, complexión, color y largo de pelo, ojos, boca, tamaño de pecho, de culo, tono de piel… Puedes escoger hasta sus rasgos de personalidad. Inteligente, inocente, sumisa, curiosa, simpática, aventurera… También su profesión. Bailarina, masajista, secretaria, enfermera, deportista… Algunas de las aplicaciones incluso te permiten facilitar una fotografía para que los rasgos de tu novia virtual se asemejen a los de la chica de la foto que proporciones. Sí, así de inquietante y perturbador.
Una novia virtual que siempre te satisface y nunca te denuncia.
Una de las razones principales por las que muchos usuarios recurren a las novias virtuales es la posibilidad de evitar problemas comunes que suelen surgir en las relaciones reales. Las dificultades de convivencia, las diferencias de personalidad, los conflictos emocionales o incluso las expectativas poco realistas pueden llevar a que una relación de pareja se vuelva insostenible o conflictiva. En este sentido, las novias virtuales ofrecen una solución aparentemente sencilla: una compañía que no demanda compromisos emocionales complejos ni enfrenta las complicaciones inherentes a una relación humana.
Sin embargo, una de las razones más controvertidas por las que algunos hombres recurren a las novias virtuales es la posibilidad de evitar acusaciones falsas o malentendidos en las relaciones reales. En España y en otros países, está habiendo un creciente debate sobre el aumento de las denuncias falsas de maltrato y abuso sexual, un tema especialmente sensible en el contexto de las relaciones de pareja. En un mundo donde las leyes y las políticas de protección de la mujer son cada vez más estrictas, algunos hombres temen ser injustamente acusados, lo que les lleva a buscar alternativas donde no tengan que enfrentarse a riesgos legales.
Las novias virtuales, al no ser seres humanos, no pueden presentar denuncias, lo que elimina la posibilidad de enfrentar una acusación falsa. En este sentido, la IA parece ofrecer una vía de escape para aquellos hombres que, por miedo a ser malinterpretados o judicialmente perseguidos, deciden abandonar las relaciones reales y optar por estas soluciones tecnológicas. De esta manera, las novias virtuales se convierten en una especie de “salvavidas” emocional y legal. La pregunta es obvia para mí: ¿qué clase de mundo y de sociedad estamos construyendo hombres y mujeres para estar llegando a esto?