Pedro Sánchez no ha negociado con los indepes catalanes la rebaja del delito de sedición, que es lo que llevaba tiempo vendiendo. Sánchez es un mentiroso compulsivo. Lo que estaba negociando, y ya ha cerrado, es directamente la supresión del delito de sedición en el Código Penal. Y ahora sigue negociando porque sus interlocutores son insaciables y quién cargarse el de malversación.
Lo que ha hecho Sánchez es sentarse a negociar con delincuentes condenados por sedición, la supresión de ese delito en el Código Penal. Solo nos faltaría ver cómo se sienta con un grupo selecto de violadores (propongo a Kote Cabezudo como interlocutor principal), para suprimir del Código Penal los abusos sexuales. Y otra mesa en paralelo con un grupo de secuestradores para suprimir el secuestro y la detención ilegal del Código Penal (los interlocutores podrían ser Barrionuevo, Sancristóbal y Vera).
Siempre había entendido que un Gobierno no puede negociar con delincuentes. Pedro Sánchez no solo ha negociado con ellos sino que tras engatusar al personal con que iba a hacerse una revisión de la redacción de ese delito en el Código Penal, de un día para otro nos cuenta que directamente lo han suprimido. No era suficiente con indultar a los golpistas catalanes. Y como es habitual en Sánchez (ya se lo hemos contado en IT-MAGAZINE), con una formula como la proposición de ley que acorta el proceso legislativo y evita los preceptivos informes del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Estado. Pues con esta barbaridad ha desautorizado también al Tribunal Supremo y al Constitucional. Pero bueno, ya sabemos que a Sánchez la Justicia se la bufa. Solo quiere tenerla controlada y a su servicio.
En la Fiscalía General del Estado y en el Tribunal Supremo consideran mayoritariamente que la decisión de Sánchez «es un disparate insuperable. Supone además una amnistía encubierta para los golpistas, debido a que al no perseguir lo esencial de los delitos cometidos el 1-O, la malversación en la que incurrieron para cometer los actos sediciosos puede quedar anulada y no es descartable que ocurra lo mismo con la inhabilitación”.
Sánchez: un mentiroso compulsivo a favor de los delincuentes
Sánchez que además de mentiroso es ignorante, ha dicho en varias ocasiones también que el delito de sedición “tiene ya más de cien años”. Tampoco es verdad porque lo incluyó el biministro Juan Alberto Belloch en el Código Penal de 1995. Y puestos a aplicar el criterio de antigüedad para retirar delitos del Código Penal, el de asesinato si que es una antigualla, o sea que igual lo liquida también si se lo propone Otegui, su socio.
Sánchez sacó de prisión a los condenados por el golpe del 1-O y ahora saca del Código Penal el mismo delito. En esta última semana las siglas PSOE han sido protagonistas de asuntos de envergadura. José Barrionuevo, ex-ministro de Interior de Felipe González condenado por secuestrar a un anciano viajante de comercio en pijama, Segundo Marey, en entrevista concedida a Miguel González en El País, defendió los GAL. Dijo entre otras barbaridades que “los etarras decían que era una guerra. Yo no puedo actuar contra los que están disparando desde mi trinchera, aunque hagan algún disparo equivocado”.
El disparate es mayúsculo. Barrionuevo que tenía la responsabilidad de defender a los ciudadanos de los terroristas de ETA desde la legalidad, montó por orden de González los GAL. Asesinaron a 30 personas, dejaron heridas a decenas. También secuestraron a Segundo Marey, que pasaba por allí. Con ETA no hubo ninguna guerra. Había unos asesinos, los etarras, y después sus víctimas. Dar por bueno que era una guerra es satisfacer los deseos de los herederos de ETA que gobiernan con Sánchez, porque si era una guerra ambos estaban legitimados para matar.
Como escribió en El Mundo Arcadi Espada: “ni era una guerra ni había trincheras y todos los disparos fueron equivocados”. Cuarenta años después seguimos esperando a que Felipe González reconozca los hechos y asuma su responsabilidad. Barrionuevo, cabreado porque no le invitaron a los fastos del PSOE en Sevilla en honor de González, se soltó esta perla en El País. Y Sánchez, Patxi López y compañía callados como putas.
El jueves, Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, reclamó en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros “la creación de un espacio de información pública” en todos los medios de comunicación para que el Ejecutivo narre sus bondades. O sea, un espacio de inserción obligada en prensa escrita, radio y televisión. Una suerte de NO-DO en el que el Gobierno cuele su propaganda y de publicación obligatoria. Este es el concepto de la libertad de prensa de Sánchez y el PSOE. Sí, el PSOE, porque nadie en el partido centenario ha salido a censurar esa descabellada y disparatada idea.
Y en este plan. Mientras, la independentista Laura Borras, presidenta de JuntsxCat, en un proceso que se sigue contra ella por la adjudicación de contratos por valor de 260.000 euros favorables a un amigo condenado además por narcotráfico, Isaias Herrero, ha contratado como perito a la espera de un informe que le sea favorable a Emilio Hellín Moro. Un ex-miembro de Fuerza Nueva condenado en su día por asesinar en 1980, a la joven de 19 años Yolanda González, por pertenecer al Partido Socialista de los Trabajadores.
Hellín, que se escapó y huyó de España a Paraguay aprovechando un permiso penitenciario, se ha cambiado el apellido por Helling, con g final. Y ejerce ahora como perito prestigioso e incluso le contratan para aportar su ciencia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El abogado de Laura Borrás, responsable de la contratación del asesino para peritar, es Gonzalo Boyé. En su día fue condenado por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla. Todo muy ejemplar.
Y para abrochar la semana, Sánchez sigue protegiendo al ministro Grande Marlasca, apodado “el maricón” por la ex-fiscal general del estado. Y ambos, Marlaska y Sánchez insisten en que los sucesos acecidos en la valla de Melilla el pasado 24 de junio en el que murieron 23 inmigrantes subsaharianos fueron unos sucesos que se habrían “resuelto bien por parte de los dos cuerpos de seguridad, tanto de España como de Marruecos”. Según publicaron María Martín y Oscar López Fonseca en El País, la Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda, y los mapas del Instituto Geográfico Nacional, integrado en el de Transportes, sitúan la explanada donde sucedieron las muertes violentas en territorio español. Pero el Gobierno insiste en que no, en que era territorio marroquí. Una mentira más de este Gobierno que será noticia el día que nos diga una verdad. Y Marlasca de rositas.
De lo que no dicen ni una palabra es del aumento de muertes por causa desconocida que hay en España. Según desveló Belén Tobalina en La Razón, “frente a la veintena de muertes por Covid se están produciendo casi 100 fallecimientos diarios de más sin que se sepa la causa”. Según denuncia de Rafael Cascón Porres, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid: “Lo peor, dice el experto, no es que haya un día con más de 200 fallecidos de más, el 9 de noviembre se registraron 243 defunciones más de las esperadas, sino que se mantenga ese exceso de mortalidad durante tanto tiempo. 20 días consecutivos con muertes por exceso”.
Me pregunto por qué no sale ahora Don Simón rodeado de militares, policías y ministros a dar explicaciones. Ah, que este Gobierno por lo que se preocupa no es por las muertes sino por la propaganda. Estarán preparando el NO-DO de Sánchez con Don Simón de presentador. Ganas tengo como director de IT-MAGAZINE que alguien se dirija a nosotros para que publiquemos información oficial del Gobierno porque van de culo, ni con la Brigada Acorazada Brunete detrás lograrían que la publicaramos. Ni un breve.
