MARÍA JESÚS MONTERO Y OTRAS SINVERGÜENZAS

La vicepresidenta y ministra María Jesús Montero ha puesto la guinda al despliegue de disparates lanzado por el ejército del feminismo orgánico e institucional contra la absolución del futbolista Dani Alves. En un mitin del PSOE en Jaén dijo de la absolución de Alves: “Que vergüenza que todavía se cuestione el testimonio de una víctima y se diga que la presunción de inocencia está por delante del testimonio de mujeres jóvenes y valientes que deciden denunciar a los poderosos”. María Jesús Montero es una sinvergüenza.

Sí, una sinvergüenza, en las acepciones 2 y 3 de la Real Academia de la Lengua (RAE), “incurrir en inmoralidades, desfachatez, falta de vergüenza”. No es un insulto, es una descripción.

María Jesús Montero, es sencillo, toda persona es inocente hasta que se demuestre indubitadamente su culpabilidad

Estudié hasta cuarto de Derecho y me enseñaron derecho penal el ilustrísimo catedrático y juez Marino Barbero Santos (perseguido después por el PSOE por instruir el caso del escándalo Filesa) y el profesor Luis López Guerra, quien fue por su adscripción ideológica vicepresidente del Tribunal Constitucional entre 1992 y 1995 y presidente de sección del Tribunal Europeo de Derechos Humanos entre 2015 y 2017. En lo particular, escuché muchas horas a Don Enrique Gimbernat, uno de los más prestigiosos penalistas que hay en España.

No me costó mucho aprender y entender que la presunción de inocencia es un derecho recogido en el artículo 24.2 de la Constitución que supone que toda persona contra la que se dirige un proceso judicial ha de ser tenida como inocente a todos los efectos hasta que una sentencia firme basada en pruebas declare su culpabilidad. Es sencillo.

Sobre la acusación recae la carga de la prueba, no sobre el acusado la de demostrar su inocencia. Montero debería saberlo.

Y el derecho a la presunción de inocencia tiene un doble efecto. Primero, nadie puede exigirle a un acusado que sea él quien aporte prueba de su inocencia. Y segundo, es la parte contraria, la fiscalía o la acusación particular o privada, sobre quien recae la carga de hacer probar indubitadamente esa culpabilidad. Montero debería saberlo. ¿Qué menos podemos esperar de un ministro del Gobierno de España?

Solo las pruebas llevadas al juicio oral pueden acabar con la presunción de inocencia si a partir de esas pruebas el juez o tribunal alcanza un nivel de certeza, o sea, sin ninguna duda razonable, para afirmar su culpabilidad.

También existe el principio de que en caso de duda, a favor del reo

Por ello aplica en el derecho también el principio de in dubio pro reo, que obliga al juez o tribunal a absolver a un acusado en caso de que existan dudas razonables que las pruebas aportadas no puedan despejar ya sea sobre el mismo hecho delictivo o sobre la intervención del acusado en el mismo.

La doctrina del Tribunal Constitucional exige para que se pueda condenar que exista una prueba que confirme indubitadamente la comisión de un hecho delictivo y la participación en el mismo del acusado. Y por supuesto, que las pruebas hayan sido lícitamente obtenidas y reproducidas en el acto del juicio oral con todas las garantías.

Dani Alves es un inocente que ha pasado 14 meses en prisión que la Administración tendrá que resarcirle

La ministra Montero y sus colegas como la de Igualdad, Ana Redondo, al decir que la palabra de una mujer debe estar por encima de la presunción de inocencia, acreditan su desconocimiento palmario de lo que es un sistema democrático y su desfachatez. Y no tienen vergüenza de exhibir su indigencia en principios democráticos.

Dani Alves, un inocente que ha pasado 14 meses en prisión que la Administración tendrá que resarcirle, al ser acusado, contrató a un buen abogado y a un buen detective. Yo no estaba en el reservado de la discoteca Sutton y por lo tanto desconozco lo que allí sucedió. Tampoco estaban allí la ministra Montero, la ministra Redondo, Irene Montero. Ellas afirman que hubo una violación. Lo saben porque lo dice una mujer joven que denuncia a un macho poderoso.

Tengo mi opinión porque conozco Sutton y otros tugurios, y se cómo funciona la cosa en esos lares, pero no se lo que ocurrió

Yo no lo se. Tengo mi opinión, porque conozco Sutton, como otros muchos tugurios, y se como funciona la cosa por esos lares. Pero he leído la sentencia, que en ningún momento hace una descalificación genérica del testimonio de una víctima como medio de prueba de una agresión sexual.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), como la jurisprudencia del Tribunal Supremo, señala que la declaración de la víctima como única prueba de acusación debe superar tres filtros: la credibilidad subjetiva, para descartar motivos espurios; la credibilidad objetiva o verosimilitud, que exige coherencia interna en la declaración y que sea corroborada por datos periféricos y la persistencia en la incriminación, que no es simplemente mantener la misma versión de los hechos sino no alterarla con modificaciones sustanciales o incurriendo en vaguedades o generalidades.

Diga lo que diga Montero, para condenar a alguien las puebas han de ser no solo creíbles, sino además fiables y veraces

EL TSJC distingue entre la credibilidad y la fiabilidad, y establece que la clave para determinar la fiabilidad es la veracidad, o sea, la correspondencia entre el testimonio y aquello que ha sucedido y esto solo es posible si se cuenta con elementos objetivos que permitan dicha determinación.

La sentencia de primera instancia consideró que el testimonio de la víctima era creíble, la del TSJC dice que con la credibilidad no basta. Que para condenar a alguien a prisión las pruebas han de ser no solo evidentemente creíbles, sino fiables y veraces. Los jueces tampoco estuvieron esa noche en el Sutton y no vieron lo que hicieron la denunciante y Alves. Las dos versiones son verosímiles. Alves aportó pruebas objetivas en su defensa, filmaciones, testigos y peritajes, que han sido claves.

María Jesús Montero y sus colegas, desatadas e histéricas, hacen mucho daño a la Justicia y a las verdaderas víctimas

Un acusado, por muy despreciable que sea el delito del que se le acusa, por muy poderoso que sea, está presente en la causa como inocente. Y solo puede ser condenado si hay pruebas indubitadas.

Estas ministras desatadas e histéricas hacen mucho daño a la democracia y a las verdaderas víctimas y acreditan que este Gobierno no tiene el más mínimo respeto por la separación de poderes y por la Justicia. A lo de María Jesús Montero añadan lo de la otra Montero, Irene: “La sentencia que absuelve a Dani Alves alegando que la víctima  no es creíble es un claro ejemplo de violencia institucional y de justicia patriarcal que desprotege a las mujeres y, como dice la ONU, mantiene la cultura de impunidad de los agresores. Una y mil veces sólo sí es sí”.

¿Donde estaban estas señoras cuando las víctimas de Kote Cabezudo denunciaron al mayor violador conocido en España?

Esto lo dice la ministra que más ha desprotegido a las mujeres pariendo una ley que puso en la calle a decenas de agresores sexuales. Si por esta banda de indigentes en principios democráticos fuera, y visto su odio insuperable a los hombres y su desprecio a las mujeres, condenarían a muerte a cualquiera con base en el testimonio de una mujer, joven o vieja., sólo por ser mujer. Ana Redondo, María Jesús Montero son un peligro para la democracia y no deberían seguir siendo ministras ni un segundo más. Estas declaraciones las inhabilitan moralmente para ejercer responsabilidad alguna en un gobierno que se dice democrático.

Y respecto a lo de los poderosos, como muy atinadamente escribió aquí nuestro editor, Mario Díez, y dado su apoyo supuesto a las víctimas, ¿dónde estaban estas señoras cuando las víctimas de Kote Cabezudo denunciaron al probablemente mayor violador conocido en España? “¿Sabían que a día de hoy el violador y pornógrafo infantil Kote Cabezudo sigue sin haber abonado las indemnizaciones debidas a sus víctimas casi tres años después de ser condenado? ¿Han visto a Irene Montero darse golpes de pecho por esto? ¿Han escuchado a la ministra de Igualdad Ana Redondo poner el grito en el cielo?”. No tienen vergüenza. Ninguna. O sea, son unas sinvergüenzas.

Montero tiene una trayectoria política ligada a buena parte de los escándalos de corrupción del PSOE

Conviene recordar ahora parte de la trayectoria de María Jesús Montero. Formó parte como consejera de Hacienda de los gobiernos socialistas responsables de los escándalos de los ERE, en los que más de 600 millones destinados a los parados terminaron en manos privadas socialistas. Parte de los cuales se gastaron el dinero en putas y cocaína.

Teniendo la responsabilidad de Hacienda, se negó a que el ejecutivo andaluz exigiera la devolución de ese dinero.

En el Caso Koldo aparece relacionada con la compra de mascarillas en la pandemia de la trama de Koldo y Víctor de Aldama. Además de estar en entredicho su participación en el rescate de Air Europa con fondos públicos intermediado por Aldama.

La señora Montero, ministra de Hacienda, avanzó información, sobre la investigación fiscal de González Amador, el novio de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y en el escándalo de David Sánchez, el hermano músico de Pedro Sánchez, la Agencia Tributaria de la que es responsable emitió un informe sin firma exculpatorio del hermanísimo.

Tags from the story
, , ,
More from Melchor Miralles
JORGE DE ESTEBAN, UN MAESTRO DE LA DEMOCRACIA
Conocí a Jorge de Esteban en 1977. Comenzaba yo en este oficio...
Read More
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.