Tras el fraude electoral en Venezuela, el narcodictador Nicolás Maduro ha intensificado la represión y el terrorismo de Estado. Cada día asesina, secuestra y detiene a decenas de personas, incluso niños. Y trata de hacerse fuerte rodeado de Diosdado Cabello y los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, y con el apoyo permanente de Juan Carlos Monedero, que le baila el agua y le hace entrevistas con rodilleras. Ya sabremos cuanto y cómo le pagan.
El Gobierno español dividido y el papel de Zapatero en este drama
Cabello, el especialista en la represión asesina, es ministro de Interior ¡y de Justicia!, de modo que controla todos los resortes para perseguir a los ciudadanos a su antojo. Fue claro en su mensaje público a la oposición, o sea, a la mayoría del pueblo venezolano: “Vamos a agarrar a esas ratas y no habrá más perdón. Se acabaron la mamadera de gallo y los perdones. Los vamos a joder”. Y en eso andan, en joder a Venezuela y los venezolanos. Cada día joden más y no tienen intención de parar. Las voces de Maduro y Diosdado suenan como disparos porque terminan convertidas en balas que matan.
Y Delcy Rodríguez, a la que Zapatero llama “princesa”, la de las maletas de Barajas con el Abalos ministro, es ahora ministra del Petróleo. La principal fuente de riqueza de Venezuela de la que solo se benefician Maduro, sus sicarios y Cuba. La ejemplar María Corina Machado y Edmundo González se mantienen escondidos, pero no encerrados ni callados, pese a haber asistido al secuestro de buena parte de su equipo, como Biagio Pileri y su hijo, Nélida Sánchez, Perkins Rocha o Freddy Superlano.
José Luis Rodríguez Zapatero, desde hace ya meses hombre de máxima confianza y asesor de Pedro Sánchez, que fue observador designado por Maduro en las elecciones, sigue callado. Ha veraneado tranquilo en Lanzarote, como Sánchez, y no ceja de hacer gestiones favorables a la dictadura, especialmente en Latinoamérica. También terminaremos sabiendo cuánto, cómo y dónde le pagan. El Gobierno español dividido. El PSOE poniéndose de perfil y sus socios de extrema izquierda simpatizando con la narcodictadura de Maduro. Es cierto que el Gobierno pidió que Maduro hiciera públicas las actas, pero hasta ahí llegó. Y sigue sin explicar que papel está jugando Zapatero en este drama.
Maduro y sus sicarios manejan los hilos
Y la Unión Europea a verlas venir y de perfil. No reconoce la victoria de Maduro y tampoco la de Edmundo Gónzález. El inefable Borrell, jefe de la diplomacia europea, dice que “todo parece indicar que el resultado electoral es ciertamente favorable a González. Pero hay tiempo”. ¿Hay tiempo? Para los venezolanos no hay tiempo y cada día que pasa sin que la comunidad internacional haga algo práctico la situación empeora. Maduro y sus sicarios están dejando pequeños a Castro y Pinochet.
Maduro, siempre asesorado por Cuba, que maneja los hilos y se lo lleva crudo, mantiene una estrategia de ganar tiempo con la intención de que el terrorismo de Estado y la represión terminen agotando a la oposición. Con Zapatero de zascandil, los países del grupo de Puebla, Colombia, Brasil y México, públicamente regañan un poco, y por lo bajini a Maduro, pero siguen a su lado. Y Estados Unidos, en plena campaña electoral, afloja la presión. Si Maduro gana tiempo para perpetuarse en el poder, los venezolanos pierden la vida.
La heroica resistencia de la oposición, que sigue saliendo a la calle a protestar pese a la represión asesina, no va a ser suficiente para acabar con la narcodictadura venezolana. Es necesario y urgente que la comunidad internacional, o sea, EEUU, la UE y la ONU aumenten su presión, hasta la fecha escasa e insuficiente cuando lo que está en juego es una causa justa fundamental para el futuro no solo de Venezuela, sino de toda Latinoamérica.
